‘Los nadie’ muestra Medellín como no aparece en las postales
La película relata la vida de los jóvenes que se refugian en el punk para huir de la violencia
Los nadie son jóvenes y están insatisfechos. Los nadie son ‘Pipa’, Camilo, Ana, Manu y ‘el Mechas’. Los nadie caminan por una ciudad fragmentada, injusta y violenta. Viven en Medellín y están cansados de estar ahí. No soportan encontrarse un muerto en cada esquina. Los nadie es una película en blanco y negro. Es la ópera prima de Juan Sebastián Mesa (Medellín, 1989). Es una historia que nació del cansancio de estar en un lugar, de irse, de volver y de encontrar lo mismo. En el 2010, Juan Sebastián era estudiante universitario y en su ciudad se reacomodaban “poderes” a punta de violencia, tras la extradición de varios jefes paramilitares a Estados Unidos. Los asesinatos se contaban por montones. “Un día almorzando con un compañero de estudio le dije ‘parce’ me quiero ir de acá. Mi amigo vendió la moto y nos fuimos”, cuenta Sebastián.
Durante cuatro meses recorrieron Sudamérica. La meta era llegar a Buenos Aires, aunque lo importante, dice él, no era llegar, era el camino que estaban descubriendo. Al regresar, eran otros, pero la ciudad seguía igual. “Aprendí mucho de América Latina, de las otras formas como se puede vivir, aprendí también cosas de mí”, cuenta ahora que Los nadie ocupa los titulares de prensa nacional. Por primera vez una película colombiana, la suya, estará en la semana de la crítica del Festival de Cine de Venecia.
“La historia no es la postal que vende siempre a Medellín como la ciudad innovadora de Colombia. Es un lugar que ha mejorado, pero que tiene una carcasa que oculta sus problemas. Sigue siendo un territorio en donde dominan poderes oscuros. Hay una tensa calma que puede llegar a romperse”, dice Mesa. En la película no hay un discurso narrativo complejo. Es la cotidianidad de los jóvenes que no están felices con la ciudad que les tocó, que hablan de sus sueños y que se refugian en el punk y en la amistad para sobrevivir. “No hay pirotecnia, es una narración sencilla de algunas formas de habitar la ciudad”.
En los años noventa, la película Rodrigo D, no futuro había escarbado el mundo del punk que recién aparecía en Medellín como una subcultura forjada entre la violencia (plena época de Pablo Escoba), la droga y la música. Para Mesa fue un reto descubrir otra mirada con elementos tan similares. “Yo crecí escuchando el punk medallo, pero cuando yo veía Rodrigo D, por ejemplo, no me sentía identificado. Me parecía injusto porque, al menos a mí, me tocó una escena diferente, algo más positivo, era una cosa de más unión, propositiva”. Los amigos y el punk para soportar la violencia.
Antes de la película, Mesa hizo un cortometraje en el que tenía como intención mostrar el campo, el pueblo en el que nacieron sus padres, pero se encontró con que todas las historias que veía estaban atravesadas por el conflicto. “Ahí empecé a darme cuenta de que asumimos como algo normal y cotidiano la violencia, la muerte. Al regresar de mi viaje reaccioné, me costaba creer que viéramos tan natural algo que desde afuera se veía tan anormal”, asegura. Mesa reconoce que el cine que lo mueve tiene mucho que ver con el contexto en el que vive.
“El espíritu libre se apoderó del proyecto desde el principio. Nos olvidamos de las reglas, de lo que nos enseñaron en la academia sobre cómo se debía hacer una película. Hicimos un largometraje como siempre nos dijeron que no se podía. Empezando por el presupuesto. Con lo que teníamos era impensable hacerlo”. Pero se aventuraron. Los nadie se estrenó en el Festival de Cine de Cartagena el pasado mes de marzo y desde entonces han llovido propuestas para que la película sea proyectada en otros países. Del 31 de agosto al 10 de septiembre estará en la semana de la crítica que se realiza en el marco del Festival de cine de Venecia. Junto a otros seis largometrajes competirá por el premio a la mejor ópera prima.
Juan Sebastián, como en la película, estará acompañado de sus amigos.
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