_
_
_
_
_
CRÍTICA | UN HOMBRE DE ALTURA
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Convenciones sobre lo insólito

El guion de esta nueva versión francesa ha optado, con buen criterio, por desechar esa palabrería barata del original argentino

Javier Ocaña
Virginie Efira y Jean Dujardin, en 'Un toque de altura'.
Virginie Efira y Jean Dujardin, en 'Un toque de altura'.

La película argentina Corazón de león gozó hace tres años de un estimable éxito gracias a un planteamiento de comedia romántica de toque social ciertamente insólito, que, sin embargo, no se veía correspondido con un desarrollo de atrevimiento paralelo. Sus intenciones críticas, asentadas en la dictadura de la imagen y, sobre todo, en la presión del entorno social y amistoso para abandonar cualquier tentativa de romance con alguien alejado del estereotipo físico, se quedaban a mitad de camino de su atrevida esencia, los amores de una guapa y madura abogada con un hombre de apenas 1,30 metros de altura, por culpa de una impostura: la decisión de empequeñecer digitalmente a un actor de talla normal (Guillermo Francella), en lugar de optar por un intérprete afectado de enanismo (como Peter Dinklage, por ejemplo), lo que sí hubiera convertido la propuesta en verdaderamente transgresora.

UN HOMBRE DE ALTURA

Dirección: Laurent Tirard.

Intérpretes: Jean Dujardin, Virginie Efira, Cédric Kahn, César Domboy, Myriam Tekaïa.

Género: comedia. Francia, 2016.

Duración: 98 minutos.

Eso sí, el empuje comercial de la comedia de Marcos Carnevale parece evidente, pues en muy poco tiempo ha provocado dos remakes, uno en Colombia, de título homónimo, dirigido por Emiliano T. Caballero, y otro en Francia, Un hombre de altura, comandado por Laurent Tirard. Aunque ambos con el mismo recurso de empequeñecimiento digital, preferencia a la que podría sumarse en el caso francés el hecho de colocar como estrella a un intérprete objetivamente guapo (si es que eso existe): Jean Dujardin. Con tales parámetros, el guion de esta nueva versión gala ha optado, con buen criterio, por desechar esa palabrería barata del original argentino ("in one hour", cada dos por tres), manteniendo casi todo lo demás: personajes principales y secundarios, desarrollo cómico y dramático, poso crítico, diálogos y desenlace.

Una opción desde luego válida en lo comercial, y de demostrada eficacia cómica, pero que poco o nada tiene de creativa. Y más si, como la original, acude a la cobarde elipsis en el momento culminante del sexo. Apelar a la igualdad en la desigualdad, para luego apartar la mirada del objetivo en el instante cumbre, como esos personajes a los que se critica en la historia, que no quieren ver lo anticonvencional, es tirar la piedra para luego esconder la mano.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Javier Ocaña
Crítico de cine de EL PAÍS desde 2003. Profesor de cine para la Junta de Colegios Mayores de Madrid. Colaborador de 'Hoy por hoy', en la SER y de 'Historia de nuestro cine', en La2 de TVE. Autor de 'De Blancanieves a Kurosawa: La aventura de ver cine con los hijos'. Una vida disfrutando de las películas; media vida intentando desentrañar su arte.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_