La enciclopedia ilustrada del jazz contemporáneo
El Jazzaldia de San Sebastián recopila en un libro los 50 años de historia del festival más veterano de España
La primera vez que Miles Davis vino a San Sebastián, en 1984, para actuar en el Festival de Jazz -hoy Jazzaldia- se había suscitado una enorme expectación en la ciudad. Las crónicas de entonces cuentan que llegó "de bastante mal humor", pero que fue animándose tras comprobar que el escenario tenía moqueta. Ese año coincidió con otro genio como B.B. King, que cinco años antes había reunido a 7.000 personas en el concierto que ofreció en el Velódromo donostiarra. Cuando el certamen daba sus primeros pasos, sus organizadores quisieron, desde la modestia, contratar a Ella Fitzgerald pero su caché costaba 900.000 pesetas en aquella época, el triple del presupuesto total, y hubo oque esperar hasta 1975 para verle cantar en el décimo aniversario del festival, que ese año también contó en su cartel con grandísimas figuras como Dizzy Gillespie y Oscar Peterson.
El Jazzaldia de San Sebastián cumplió en 2015 medio siglo de vida y ahora reúne en el libro Jazzaldia 50 los grandes momentos del festival, el más antiguo de España y uno de los más veteranos de Europa. Un volumen de 288 páginas, envuelto en tapa dura y con un gran alarde fotográfico, contiene una breve reseña de las 50 ediciones celebradas, un índice con los más de 5.000 músicos que han actuado, los carteles y programas desde 1966 y el listado de los músicos que han recibido el Premio Donostia que concede el festival.
Es una "auténtica enciclopedia del jazz contemporáneo", ha afirmado este lunes el autor del libro Jesús Torquemada, responsable de Comunicación del Jazzaldia, durante la presentación del mismo, que ya está a la venta al precio de 35 euros.
Jazzaldia 50hace un repaso exhaustivo del festival desde sus orígenes a mediados de los 60, cuando Imanol Olaizola, entonces responsable de música del Centro de Atracción y Turismo (CAT) propuso organizar un festival de jazz similar a los que se organizaban en París y otros puntos de Francia. Aquella propuesta cristalizó en 1966 con un formato muy distinto al actual: un concurso de grupos aficionados y la actuación de un profesional como broche de oro, que ese año inaugural correspondió a Mickey Baker.
Cinco décadas de Jazzaldia muestran un desfile incesante de astros que permiten realizar un recorrido casi completo de la historia del jazz. Charles Mingus, Ella Fitzgerald, Dizzy Gillespie, Art Blakey, Dexter Gordon, Chick Corea, Joe Henderson, Miles Davis, los hermanos Marsalis, Phil Woods, B.B. King, Van Morrison... La lista de leyendas no tiene fin. Nina Simone, Pat Metheny. Keith Jarret, Ray Charles, Elvis Costelo, Paco de Lucía y los más actuales como Diana Krall o Jamie Cullum forman un firmamento al alcance de pocos festivales del mundo. "No hay prácticamente ninguna figura del jazz del último medio siglo que no haya actuado en el Heineken Jazzaldia", afirma Torquemada. Al director del festival, Miguel Martín, siempre le quedará la espina de no haber podido traer a San Sebastián a Sting o Tom Waits.
50 años también dan para anécdotas variopintas. En 1983 Archie Shepp causó "algunos problemas" al empeñarse en comer una paella justo antes de subir al escenario y en que se le pagase en francos suizos. Ornette Coleman pidió en 1987 comida kosher para asegurarse de que no le ponían cerdo, aunque la organización, a falta de un rabino, lo solucionó sirviéndole un sabroso pescado en salsa. Gato Barbieri exigió una limusina con teléfono; Chick Corea pidió una cesta de fruta y una bandeja de vegetales que debía incluir apio crudo, y Woody Herman se encaprichó con una marca de vodka que solo se podía encontrar en Francia,. Aunque uno de los más peculiares, cuenta Torquemada en el libro, fue Woody Shaw, practicante de taichi, por lo que hubo que llevarle hasta lo alto del monte Ulía para que pudiese aislarse.
Con sus altos y bajos, el Jazzaldia ha cubierto medio siglo de conciertos memorables, algunos con una afluencia multitudinaria, como el que ofreció Cullum en 2013 ante 50.000 asistentes en la playa de La Zurriola. B.B. King reunió a 41.000 personas dos años antes y Patti Smith a 20.000 espectadores en 2010. En la época anterior, el récord lo ostentaba Chick Corea en 1979, con 14.000 fieles en el Velódromo.
Los más veteranos seguidores del festival donostiarra, entre los que figuran su director Martín y el propio Torquemada, recuerdan especialmente aquel concierto de Charles Mingus en 1974, que supuso un antes y un después del certamen, la voz de Ella Fitzgerald en el décimo aniversario, el grandísimo cartel formado por Ray Charles, Gillespie, King y Miles Davis en 1990 (las bodas de plata), o cómo volaron las entradas en 1983 para ver en directo a Van Morrison.
Jazzaldia 50 es un libro fundamentalmente de fotografías, un compendio de imágenes que recorren sus 50 años de historia. Son cerca de 300 fotografías de Antonio Alonso, Lolo Vasco, José Horna, Hilario Garrudo, Juanjo Aygüés, Juan G. Andrés, Pedro Párraga e Iñaki Agirre. La portada está reservada para el trompetista Dizzy Gilelspie cuando actuó en San Sebastián hace 28 años.
Babelia
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