El Chapo y el narco, una historia de amor con la televisión en EE UU

Pero el anuncio no llegó sin controversia. Una vez que se supo de esta coproducción entre Univisión y Netflix, Andrés Granados, uno de los abogados del narcotraficante, advirtió, en una entrevista a Associated Press, que demandará a esas cadenas si transmiten episodios de la vida de El Chapo. Sin embargo, dio a conocer la buena disposición a negociar de su representado por un “precio justo”. Incluso dijo que Guzmán Loera estaría dispuesto a darles información para que hicieran un mejor proyecto. El defensor reveló que Del Castillo, a quien el capo dio los derechos para contar su historia, también podría sentarse en la mesa de negociaciones.

La primera coproducción de Univisión, que se estrenará en su canal Unimas ­—y posteriormente en streaming en Netflix—, es una apuesta “relevante”, ya que intenta contar la historia del narco que hasta hace unos meses era la persona más buscada por el Gobierno de Peña Nieto, explica Andrés Mendoza, vicepresidente de programación y estrategias de Unimas. “Es un tema que está en boca de todos, no solamente de la audiencia hispana y de la audiencia en México, este ya es un tema mundial”, agregó vía telefónica desde Miami.

Mendoza afirma que con esta nueva propuesta quieren retratar los orígenes de El Chapo: de dónde surgió y cómo llegó hasta la posición que ostentaba. Paralelamente buscan contar cómo surgió el narcotráfico en México y cómo fue que se levantaron los carteles, una historia que involucra a Guzmán Loera desde hace muchos años, precisa. “Creemos que nuestra audiencia aprecia el hecho de saber que detrás de este drama que estamos mostrando en la pantalla hay personajes y hechos que ocurrieron en la realidad, por supuesto que con una libertad literaria para después desviarse y ficcionar”, añadió.

La vida del narco no solo es caramelo para unos, Telemundo y The History Channel también presentarán sus propias ficciones sobre el capo sinaloense para la televisión. La primera cadena presenta El Chema, una serie que se desprende de otra de las narconovelas de su programación. Esta nueva producción tiene como protagonista a José María Venegas, El Chema, interpretado por Mauricio Ochmann, que guarda algunas similitudes con El Chapo. La serie cuenta el ascenso del antagonista de Aurelio Casillas, protagonista de El señor de los cielos, hasta convertirse en uno de los capos de la droga más buscados, siempre engañando a las autoridades. En sus primeras imágenes toma claros elementos en la recreación de la captura y posterior fuga de Guzmán Loera.

Para el comité creativo de Telemundo es importante que cualquier producción, del tema narco o cualquier otro, sea “excelente y atractivo, capaz de atraer a la audiencia, no solamente en los Estados Unidos, sino a nivel mundial. Ese ha sido siempre nuestro principio y nuestra búsqueda”, precisa Marcos Santana, presidente de Telemundo Internacional.

En la misma línea, The History Channel apuesta fuerte al subgénero y ficha a Chris Brancato, uno de los creadores de Narcos —la serie de Pablo Escobar en Netflix—, para el desarrollo del drama titulado #Cartel. Esta producción no estará basada en un material específico, sino en una investigación histórica. La trama contará el ascenso y caída de El Chapo, pero hará énfasis en el uso de las redes sociales por el crimen organizado como una forma de consolidar su poder.

“Es una metáfora [la serie] de la vida que presentamos en Internet, los mismos secretos que revelamos supuestamente en comunicaciones privadas, y los riesgos, no tan humildes, de estar presumiendo en las redes sociales”, manifestó Brancato en una entrevista a Deadline. La presidenta de History, Jana Bennet, dijo que la verdadera historia de El Chapo, plagada de crimen, drogas, corrupción y celebridades, ha sido y sigue siendo una de las más “inquietantes y fascinantes” en la última década. “Chris [Brancato] es la persona perfecta para llevar este trozo de la historia moderna a la pantalla”, añadió en declaraciones para el mismo medio.

A pesar de que El Chapo parece estar en boca de todos, Netflix no se ha olvidado de Pablo Escobar, su otro exitoso capo de las drogas, encarnado en la serie por el brasileño Wagner Moura. La segunda temporada de Narcos, que contará con 10 episodios, terminó su filmación en Colombia el pasado mayo. La historia retomará los últimos 18 meses de vida del denominado Patrón del mal, antes de su fatídico desenlace a manos de la policía de Medellín en 1993. La empresa a cargo de producir la serie ha confirmado que el estreno será en septiembre. El productor, Eric Newman, dejó abierta la posibilidad a una tercera temporada, pero dependerá si esta nueva entrega puede obtener el éxito de la primera.

USA Network es otra de las cadenas que tiene el ojo puesto en las narcoproducciones. Queen of The South, la adaptación de La Reina del Sur ­—basada en la novela de nombre homónimo de Arturo Pérez Reverte—, tiene su estreno programado en junio. El canal estadounidense tiene la esperanza de que la historia de Teresa Mendoza —interpretada por la brasileña Alice Braga en esta versión—, una mujer de un pequeño pueblo de Sinaloa que se convierte en la reina internacional de la cocaína, encandile a los televidentes al norte del río Bravo.

Continuidad a las producciones

Asimismo, Telemundo, aparte de El Chema, ha anunciado que otras de sus exitosas Súper Series, basadas en el tema narco, como El Señor de los Cielos, Señora acero y La Querida del Centauro, han sido renovadas para una quinta, tercera y segunda temporada, respectivamente. De este modo la cadena ha optado también por darle continuidad a sus producciones, al estilo de lo que se viene haciendo en EE UU y Europa, explica Marcos Santana, presidente de Telemundo.

“En los últimos años hemos adoptado la tendencia de hacer secuelas de nuestras Súper Series. Cuando ha funcionado la primera temporada el público generalmente tiene interés en seguir la marca durante otras temporadas”, agrega Santana. El presidente de Telemundo apela al lenguaje “desenfadado”, abierto y directo de sus producciones, además del desarrollo de personajes y la “gran puesta en escena y con una calidad de producción que se separa vertiginosamente de la telenovela que se producía en América Latina”.

Un caso similar es el de Univisión con su novela La viuda negra, que transmite ahora su segunda temporada. La historia sigue a Griselda Blanco, mejor conocida como La viuda negra, una narcotraficante colombiana cabecilla del cartel de Medellín y pionera del crimen organizado en Miami en los setenta y ochenta. Mendoza, vicepresidente en Unimas, explica que el cambio de la novela tradicional, que abarca desde 120 a 160 episodios, al formato de serie deja a la gente esperando por más. “En estas series hay tramas con puntos clave en los personajes para que la historia gire. Te abre oportunidades a seguir creando y seguir contando historias que la audiencia quiere ver”, añade.

Ambos directivos coinciden en que no existe una fórmula del éxito para este tipo de producciones. Mendoza considera que el género es una variación, pero que sigue siendo una telenovela. Mantiene el triángulo de amor, el drama familiar y el melodrama, explica. "Las fórmulas no existen en este negocio, lo que está claro es que el público ha cambiado, las audiencias han madurado y ahora son mucho más exigentes en la calidad que demandan. La audiencia está mucho más preparada y ya no consume cualquier programación", acota el directivo de Telemundo.

Santana no cree que la pantalla esté saturada con este tipo de contenido, ya que considera que son pocas las cadenas que tienen el presupuesto para invertir en este tipo de producciones. Mendoza considera que el género en algún momento evolucionará, como ha sucedido con la telenovela tradicional, pero tampoco ve una pronta fecha de caducidad para el producto que ofrecen. Mientras exista demanda, este subgénero se mantendrá en la pantalla pequeña. Todo parece apuntar a que, al menos este año y el siguiente, el éxito de las narcoproducciones continuará.