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¿Cuánto cuesta mirar a los ojos a un desconocido?

Enfrentarse cara a cara con la humanidad de otro, con su intimidad, es la propuesta de TeatroSOLO: cinco representaciones para un solo espectador

Vídeo: TeatroSOLO
Isabel Valdés

De pie, frente a una pantalla gigante en la que, hipnótica, se repite la serpentine dance de los hermanos Lumière. La cita es a las 18.30 de un viernes, en el salón 210 del Museo Reina Sofía, en Madrid, y frente a esa obra.

Las instrucciones son muy precisas: únicamente en ese lugar y no antes, ni después. Llegaron por correo electrónico en el momento de comprar la entrada, porque esa cita, en la práctica, es una performance. O un monólogo. O un encuentro. Todo, en realidad. Se llama TeatroSOLO y son cinco representaciones: Lejos, Éxodo, Amnesia, Testigo, Retrato. En cinco localizaciones de Madrid: en el barrio de Lavapiés, en un apartamento, el Teatro María Guerrero, en el Metro de Madrid, y en el Museo Reina Sofía. Y todo para un solo espectador.

TeatroSOLO

TeatroSOLO estará del 23 de octubre al 24 de enero de 2016, los viernes, sábados y domingos, dentro del festival de teatro internacional Una mirada al mundo del Centro Dramático Nacional.

La gente, tal vez reticente a las actividades que se suponen para muy pocos, se enfrentan aquí, además, al contacto directo, al visual, al tacto. A ese momento, intenso o incómodo o ambos, en el que otro te mira a los ojos y se libera, se desnuda, y te cuenta. Y ese otro es un desconocido. Y sí, uno está solo. Llega ella, la actriz. Y el espectador se deja arrastrar por la corriente templada y acogedora de una historia, de una vida dentro de otra vida, de lienzos desconocidos o vistos mil veces, pero que ya nunca serán igual después de una obra llena de emociones cuyo argumento no se debe desvelar. Entonces aflora la apacible sensación de que el mundo es una matrioska mastodóntica en la que todo encaja, donde todo está en el lugar en el que debe estar.

La idea que provocó esas emociones fue del artista multidisciplinar Matías Umpierrez (Buenos Aires, 1980). Quizá la pergeñó como una forma más de sobrevivir emocionalmente a “un montón de cosas” que le ocurrían, explica.

Esta supervivencia no ha sido solo para él: está arrastrando a seis artistas y a su productor, Mariano Piñeiro, y quizás a cada una de las personas que pasan y a las que salpica la intimidad de Sauce Ena, Olalla Hernández, Fabia Castro, Chema Tena, Isabel Gálvez o María Hervás, los actores que dan vida a las vidas de esos pequeños mundos en Madrid que inventó Umpierrez, y que cambian cada vez que llegan.

El director, el productor y los actores de TeatroSOLO.
El director, el productor y los actores de TeatroSOLO.Bernardo Pérez

TeatroSOLO muda la piel y el alma en cada ciudad que pisa. “Nueva York, Sao Paulo, Buenos Aires, San Sebastián, Graus, y ahora Madrid”, anota el director. “En cada ciudad los actores son diferentes, viven en esa ciudad y hablan ese idioma. Y van cambiando las historias”, señala.

La obra hunde sus raíces en la búsqueda de la simplicidad del pasado, de la recuperación de las formas teatrales más primitivas, de la tradición oral. “Me interesa conectar al intérprete con el espectador y con el espacio de lo sagrado, también con lo más frágil que existe en cada uno. Y eliminar ese vacío contemporáneo en el que eres un seguidor de Twitter o Instagram, un amigo en Facebook, un número”.

Y lo consigue, durante los 30 minutos de “viaje” solo hay alguien que vive una vida que no es la suya —acaso un poco sí—, y la hace creíble. Mucho. Y al otro lado, o enfrente, alguien que desea que esa historia sea real, y forme parte de la suya propia. No hay farsa, ni artificios, ni superfluos. Hay dos pares de ojos que se encuentran, y pieles que importan.

Ellos son...

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Sauce Ena (Granada, 1980), la actriz de 'Testigo'

Estudió con Mar Navarro, en el Meisner (Inglaterra), con Augusto Fernandes y Julio Chávez, en Timbre4 (Argentina). Y en algunos sitios más que Ena omite, curiosamente ruborizada por la intensa formación. Había empezado biología, pero lo dejó por el teatro. Dijo sí porque el proyecto le interesó profundamente, “descontextualiza la normalidad del teatro habitual y lo pone en lugares peculiares. Un riesgo extra es la idea de un solo espectador”. Recuerda las sesiones de Aikido de su infancia: “Me encantaban las muestras de final de curso porque había público”.

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Olalla Hernández (Ronda, 1985), la actriz de 'Retrato'

Estudió Arte Dramático en la ESAD de Málaga. Dijo sí por el desafío que le supuso como actriz: “Creo que vivimos en una sociedad y en una ciudad (Madrid) en la que las personas no nos miramos a los ojos, no sabemos quién se sienta a nuestro lado. No nos permitimos un encuentro fortuito en la calle o que surja una conversación después de pedir la hora”. Quería dejar esa semilla en la gente. Recuerda una obra a la que su madre la llevó, donde pedían a niños con gafas para subir al escenario. “Yo no tenía gafas, pero le arranqué a mi madre las de sol que llevaba. La siguiente vez que fui al teatro me llevé unas gafas por si también pedían niños que las llevaran”.

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Fabia Castro (Madrid, 1987), una de las actrices de 'Éxodo'

Estudió Arte Dramático en la sede madrileña de la Universidad de Kent (Reino Unido). Dijo sí porque era una experiencia totalmente distinta. “Tenía curiosidad por saber qué sensación podía generar en el espectador y en mí ese encuentro”. Recuerda haber sido muy fantasiosa cuando era niña, la primera vez que actuó fue en el colegio imitando a una profesora: “Tengo nítida la sensación de libertad que me produjo”.

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Isabel Gálvez (Lanjarón, 1966), una de las actrices de 'Éxodo'

Estudió Arte Dramático en la RESAD (Madrid), Publidad y Relaciones Públicas en la Complutense, Cinematografía en la ECAM, algo de guion y producción, y algunas otras cosas que omite. Dice “¡uy!” cuando la pregunta es si quiso dedicarse siempre a este mundo. “En el sur duele querer dedicarte a esto”. Dijo sí porque “¿por qué no vas a hacerlo?”. Recuerda su infancia, y la forma en la que creció, en el campo: “No había tele sino radio. Escuchaba los programas y le leía a mi abuela”. Un “mucho” de declamación temprana.

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Chema Tena (Urretxu, 1978), el actor de 'Lejos'

Estudió con Cristina Rota en Madrid, y con Julio Chávez y Augusto Fernándes en Buenos Aires. Dijo sí porque él fue primero espectador de ese proyecto y “fue un viaje fascinante”. Se convirtió entonces en un desafío como actor. Recuerda el colegio, donde quería estar presente en todos los números del espectáculo que se hacía a final de curso. Empezó a bailar con cuatro años: “Mi objetivo era cumplir los 18 y venirme a Madrid”.

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Matías Umpierrez (Buenos Aires, 1980), el director

Estudió interpretación y dirección de arte en la Universidad de Palermo (Buenos Aires). Él no dijo sí, fue el padre de esta idea peregrina que tiene éxito por dónde va. Recuerda ser fanático de la televisión: “Me cambiaba muy rápido (de ropa) y un día mi madre me preguntó por qué lo hacía tan rápido. Yo le contesté ‘si te fijas, en la tele se cambian muy rápido porque no tienen tiempo’. Mi madre se rio y me dijo ‘Matias, hay cortes’. Me pareció casi una traición de la magia que yo creía que tenía, pero a la vez me interesó más. Me di cuenta de que era menos sufrido de lo que yo creía”.

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Mariano Piñeiro (Buenos Aires, 1976), el productor

Estudió Producción y Dirección de Radio y Televisión. Dijo sí porque creyó en el proyecto como un desafío increíble: “Me gusta lo que hago y cuando me llega un proyecto tengo que querer vivirlo yo para producirlo. Me pasó con este”. Recuerda que en las excursiones escolares a los platós de televisión a él le fascinaba perderse por los pasillos. No le gustaba participar. “Pero disfrutaba mucho viéndolo, me emocionaba en los aplausos, con la alegría que veía en los actores”.

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María Hervás (Madrid,1987), la actriz de 'Amnesia'

Estudió Arte Dramático con Cristina Rota y sigue formándose todavía. Dijo sí porque le pareció una oportunidad única para trabajar en el Teatro María Guerrero: “No sé si esto volverá a ocurrir”. Recuerda pedirle a su madre, camionera durante muchos años, que la llevara a los lugares donde se hacían las películas: “Ella me contestaba ‘ya veremos, dijo un ciego’. Y lo le decía ‘eso es que no me vas a llevar, porque los ciegos nunca van a ver”.

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Sobre la firma

Isabel Valdés
Corresponsal de género de EL PAÍS, antes pasó por Sanidad en Madrid, donde cubrió la pandemia. Está especializada en feminismo y violencia sexual y escribió 'Violadas o muertas', sobre el caso de La Manada y el movimiento feminista. Es licenciada en Periodismo por la Complutense y Máster de Periodismo UAM-EL PAÍS. Su segundo apellido es Aragonés.

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