El retorno del clan Cuarón
Jonás Cuarón presenta ‘Desierto’ en el Festival de Toronto, producida por su padre y su tío
Alfonso, Carlos y Jonás. Los Cuarón están de regreso en 2015. Los tres trabajan juntos por primera vez en un proyecto. Los ha reunido un guión de Jonás (Ciudad de México, 1981), el más joven del clan e hijo del oscarizado director de Gravity. Desierto se presentó la noche del domingo en el Festival de Toronto con una excelente acogida de la crítica y el público. Es el debut en forma como realizador del heredero de uno de los apellidos más notables para el cine mexicano. La película, un thriller con Gael García Bernal como protagonista, está ambientada en la problemática frontera con Estados Unidos.
“Tenía muchas ganas de hacer una película de acción muy entretenida, que tuviera al público al filo de la butaca”, contó Jonás días antes de partir rumbo a Canadá. Desierto relata la persecución de un vigilante racista, interpretado por Jeffrey Dean Morgan, a un grupo de migrantes que desean cruzar la frontera para llegar a Estados Unidos. “Desafortunadamente, es un tema muy actual porque hay un discurso de odio que pretende dividir y que ahora se está repitiendo por razones políticas”, dijo Gael García en Toronto tras la exhibición de la cinta, que fue ovacionada de pie.
Hace seis años Jonás se propuso un reto. Quería escribir una historia minimalista con un solo personaje, que ocurriera en un solo escenario, pero que estuviera llena de tensión. De ese ejercicio surgió el borrador de Desierto. Cuando se lo enseñó a su padre, este se interesó en el concepto. El proyecto sufrió entonces una pequeña desviación. La experimentada mente creadora de Alfonso Cuarón convirtió la inmensa aridez de los paisajes del norte de México en el vasto espacio exterior. Así germinó Gravity, cuyo libreto fue desarrollado por ambos y que les valió una nominación conjunta al Óscar por mejor guión.
“Las dos películas tienen un concepto parecido, en ambas trato la idea de la supervivencia, un instinto primordial”, dice Cuarón. La idea de Desierto fue madurada con varias sesiones de cine entre padre e hijo. Alfonso y Jonás vieron Duel, de Steven Spielberg; Un condenado a muerte se escapa, de Robert Bresson y El salario del miedo, de Henri-Georges Clouzot. En todas ellas el común denominador es un protagonista que enfrenta peligro de muerte.
En Desierto ese peso recae sobre Gael García. “Lo tuve en mente desde que escribí el guión porque lo admiro mucho y conoce muy bien el tema migratorio”, confiesa Jonás. El rodaje se hizo a 40 grados a la sombra en algunas de las regiones más calurosas de México, como los municipios de Tecate, Mexicali y San Felipe, en el Estado de Baja California. El actor Diego Cataño, que comienza a figurar en México y es medio hermano del director, ha relatado a la prensa local las exigencias de la filmación. “Toda la trama es persecución así que el trabajo actoral está basado en la respiración”.
Esta no es la primera vez que Jonás se coloca detrás de la cámara. Lo hizo en 2007 cuando dirigió Año uña, la historia de un romance adolescente hecha con stills fotográficos y narrada con una voz en off. Desde ese entonces, comenzó a esbozar lo que son sus obsesiones como cineasta, que ha explotado en el corto Aningaaq, Gravity y ahora en Desierto: los problemas de comunicación en las sociedades modernas.
En Desierto, Alfonso Cuarón pasó a segundo plano. Produce la película junto a Carlos, su hermano, escritor de Y tu mamá también y Solo con tu pareja. Todo indica que no será la última ocasión que los tres cineastas de la familia se reúnan en torno a un proyecto. “Estamos pensando en hacer más cosas juntos porque nos la pasamos muy bien y hacemos un gran equipo”, asegura Carlos Cuarón.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.