De YouTube a Hollywood, solo ida
El español David Victori ganó un concurso ‘online’ y rodó un corto producido por Ridley Scott y Michael Fassbender, que ahora llega a Venecia
Jesucristo fue el primero en recomendar aquello de “poner la otra mejilla”. En medio mundo le hicieron caso y la ley del talión poco a poco quedó debelada. Aunque no del todo, como descubrió David Victori. El director hace años leyó en la prensa que una joven iraní, destrozada por un ataque con ácido, tenía derecho legal a vengarse de su asaltante. Ojo por ojo, diente por diente, como en Babilonia. “Pensé: ‘¿Qué haría yo en su lugar?’. Lo que me vino a la cabeza es que tendría dudas pero, si lo hiciera, me quedaría atrapado”, cuenta el cineasta (Manresa, 1982). Victori tradujo esa idea en un cortometraje, La culpa, que presentó en 2012 al primer Your Film Festival organizado por YouTube. De entre más de 15.000 participantes, se llevó el premio gordo: 500.000 dólares (unos 445.000 euros) para financiar el siguiente proyecto, con Ridley Scott y Michael Fassbender de productores ejecutivos. El resultado es otro corto, titulado Zero, que se estrena hoy en el festival de Venecia.
“De todos los participantes, Scott Free [la productora de Scott] seleccionó a los 50 semifinalistas. Los pusieron en YouTube y la gente tenía que votar a los 10 mejores. Pensé que era improbable, que ya era una hazaña llegar hasta allí”, recuerda Victori. Sin embargo, los internautas apostaron por La culpa y le llevaron a la última ronda. El desafío de cara a la final sonaba tan mayúsculo como intrigante: los 10 contrincantes tenían que presentar su proyecto soñado, que realizarían con los 500.000 dólares, y defenderlo ante una comisión. “Tenía un mes para prepararme. Y hacía poco me había venido a la cabeza la idea de un mundo donde la gravedad fallara de forma intermitente. Pensaba que era un filme que solo podría hacer en una fase avanzada de mi carrera, pero era mi proyecto soñado…”, defiende Victori.
El cineasta, que se acababa de mudar a Los Ángeles, se puso manos a la obra con la historia de un padre y un hijo que intentan reconstruir su relación, tras el fallecimiento de la madre. Todo en un mundo que a ratos empieza a volar –literalmente- por los aires. La dedicación de Victori fue tan exclusiva que cuando los 10 finalistas visitaron el festival de Venecia, cuenta que él no salió del hotel. Gracias a su encerrona de 30 días, hasta preparó un pequeño teaser de Zero. Y se ganó tanto los aplausos del jurado como la posibilidad de que el tren dirigido a la ciudad italiana volviera a pasar ante su vida.
Porque tres años después Zero ya es un corto de 30 minutos, o una web-serie de cuatro capítulos, según el formato con el que se mostrará en YouTube a finales de octubre. “Trabajé con un productor asignado por Scott Free, que fue mi mano derecha. Cuando tuve el guion se lo mandé a Fassbender y quedamos para comer”, cuenta Victori. Ante el almuerzo, el intérprete le dio consejos y compartió su bagaje de experiencias. “Que un actor así te explique cómo lo haría Terrence Malick o el propio Ridley Scott es un privilegio”, asegura el cineasta. Con Scott finalmente no pudo verse en persona, pero el director de Alien fue recibiendo y aprobando el material. Finalmente, tanto a Scott como a Fassbender se les ha enviado el resultado final de Zero.
En realidad, en la vida de Victori ha habido más consejos valiosos. A los 17 años, el aprendiz de cineasta consiguió apuntarse a un taller de cine de Juan José Bigas Luna, que le había rechazado al principio por demasiado joven. Desde entonces, estuvo cuatro años trabajando como asistente del fallecido cineasta, que le dejó una inmensa admiración y muchas lecciones: “Tenía la vocación de enseñar en la sangre. Disfrutaba compartiendo su visión de la vida”. Y otra sugerencia importante la recibió del director español Jaume Collet-Serra, instalado desde hace años al otro lado del océano: “Me dijo que me cuestionara si el cine que quería hacer encajaba mejor en España o en Estados Unidos”.
La respuesta está en su mudanza a Los Ángeles de 2012. Pero, ¿qué cine quiere hacer? “Cine espectáculo con alma. Películas que impacten y a la vez tengan sustancia”, dice Victori, que cita ejemplos como Hijos de los hombres, de Alfonso Cuarón, o las películas de Christopher Nolan. La clave, a su modo de ver, se halla en el ritmo: “Es lo que capta la atención del público, que hace que viaje a través de una historia de una forma u otra”. El cineasta, en cambio, viaja y vive ahora entre EE UU y Barcelona, así como se reparte entre dos proyectos que tiene pendientes, uno a cada lado del charco. Allá, Cross the Line, un thriller producido por Filmax sobre dilemas morales que “trata de poner al espectador en un apuro”. Acá, un proyecto más personal, una idea que su padre puso por escrito una noche que no podía dormir, tras el fallecimiento de la hermana de Victori, y que ahora se llama El pacto. De hecho, el director recomienda la misma receta a todos los que le comentan una ocurrencia: que la pongan por escrito. A veces, de ese papel nace un filme.
Babelia
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