El humor del dolor
Sus diálogos son afilados, humanistas, nunca destruyen. León, en ese sentido, siempre ha sido más Ettore Scola que Berlanga
En los escritos del periodista polaco Ryszard Kapuscinski, junto a la cruda descripción, el encuentro con el Otro, el análisis político y la invitación a la reflexión social y moral, no pocas veces se colaba el humor. Un método de distanciamiento, una forma de espantar el miedo, una ironía casi autorreferencial que en Un día perfecto, la nueva película de Fernando León de Aranoa, no es que se cuele por una rendija, es que irrumpe por la ventana como principal seña de identidad. Ambientada en esos Balcanes de los noventa, supuestamente pacificados pero aún con infinidad de brechas abiertas, la película, eso sí, tiene más de tragicomedia que de ejercicio de humor negro. Sus diálogos, afilados, mortuorios, desmitificadores, humanistas y brillantes, acarician, conmueven, pero nunca destruyen. Te hacen sonreír, te emocionan, pero no te incomodan. León, en ese sentido, siempre ha sido más Ettore Scola que Berlanga.
Quizá se le pueda acusar de que todos son demasiado brillantes en la ironía (hasta el crío tiene una), pero mejor una película en la que todos hablen como personajes de Aaron Sorkin que no una que carezca de talento. Aupado por el extraordinario carisma (y trabajo) de sus protagonistas, por un magnífico diseño de producción, y por la foto de Álex Catalán, experto en encender los colores, en el contraste, que aquí muta, desangelando la luz para hacerla acorde con el clima, los lugares, los rostros ajados de los lugareños y la frialdad de sus personajes, León ha compuesto un relato en el que, sin una muerte en pantalla, sin un drama atroz, la guerra y sus destructoras consecuencias se infiltran a cada instante. En las pequeñas cosas: una vaca, un pozo, un balón.
Un día perfecto
Dirección: Fernando León.
Intérpretes: Benicio del Toro, Tim Robbins, Olga Kurylenko, Mélanie Thierry, Fedja Stukan.
Género: tragicomedia. España, 2015.
Duración: 106 minutos.
En fin, la vida.
Babelia
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