Steven Spielberg fusionará cine y videojuegos en ‘Ready player one’
La próxima película del cineasta adaptará sobre un mundo de realidad virtual
Pongamos que a Roahl Dahl le gustaran los videojuegos. Pongamos que su Willy Wonka se llamara James Halliday y que en vez de una fábrica de chocolate hubiera creado el videojuego más ambicioso de todos los tiempos, el que sustituye al mundo real. Pongamos que en vez de tres tickets dorados son tres llaves las que hay que recoger para ganarse un premio increíble, su herencia. Pongamos que para ganar hay que ser un as del joystick en las clásicas recreativas de los 80 y también tener un máster en cine y series de televisión de la época. Pongamos que en vez de Tim Burton para llevarlo al cine tenemos a Steven Spielberg.
Guess what? Steven Spielberg is going to direct Ready Player One! And I'm going to have a massive coronary. http://t.co/IWILQQTV3a
— Ernie Cline (@erniecline) March 25, 2015
En una exclusiva de Deadline que ha confirmado el propio autor de la novela en su Twitter, Ernest Cline, se ha desvelado que la próxima película de Steven Spielberg será la adaptación del best-seller Ready player one (Ediciones B, 2011) para el estudio Warner Bros y con guion de Zak Penn (Los vengadores, Pacific Rim 2). En él, un muchacho dickensiano del 2044 intentará lo imposible. Ganar las tres llaves que James Halliday, creador del universo virtual Oasis, ha escondido en el interior de su gigantesco videojuego. Las corporaciones más poderosas del mundo ficharan a los ases del frikerío para ganar esas llaves, porque conseguirlas es quedarse con la inmensa herencia de Halliday. Y si hay que matar para vencer, matarán.
Spielberg, que no es precisamente nuevo en esto del videojuego —célebre fue su supervisión del considerado peor videojuego de la historia, su adaptación de E.T. a Atari que el tildó de genialidad—, será la punta de lanza del cambio de actitud de igual a igual entre el noveno y décimo arte. El director de Tiburón, Indiana Jones o Múnich ya tenía en su agenda producir una serie de televisión de Halo, franquicia de superproducciones del medio. Pero ahora pasa a primera línea al dirigir una película cuyo principal ingrediente son los videojuegos. Y esto sucede a la vez que la alianza de Guillermo Del Toro y Hideo Kojima (creador de la saga Metal gear) para crear juntos un videojuego, la producción de series televisivas con nombres como los de Ridley Scott o el propio Spielberg para consolas y que el producto cultural más caro de la historia, y por muchos millones de euros de diferencia, es el videojuego Destiny. La Asociación Española de Videojuegos ha publicado un informe que desvela que la tendencia se mantiene también en España: los videojuegos venden casi el doble que las entradas de cine.
El mundo de OASIS es un universo que permite en el futuro tanto jugar a todo tipo de videojuegos, clásicos y sofisticados, como educarse o hacer todo tipo de actividad vital. Las posibilidades infinitas de Oasis chocan frontalmente con la realidad del 2044: superpoblado, hundido económicamente y lleno de pobreza y violencia. El chaval protagonista, Wade Watts, ve que el sueño de pasar de hombre a rico está al alcance de la mano. A tres llaves de distancia.
El escritor responsable de la novela es Ernest Cline. En su Twitter se declara como guionista, novelista y viajero en el tiempo. No en vano conduce un Delorean, el mítico automóvil que el Doc de Regreso al futuro convertía en máquina para burlar a Cronos vía condensador de fluzo. Comenzó como poeta de una clase muy especial, de los que recitan en bares de Texas versos sobre un friki que desea contacto social o un helicóptero militar supersónico de una serie televisiva ochentera, Airwolf (Lobo del aire en España, que se convierte en lo máximo a lo que puede aspirar la humanidad. Ha escrito también guiones en la misma línea. El único que llegó a materializarse en la gran pantalla fue Fanboys (2009), una road-trip de un puñado de treintañeros que viajan al rancho Skywalker para colarse y ser los primeros en ver Star wars episodio I. Y es uno de los mayores frikis confesos del videojuego, especialmente de Black tiger (Capcom, 1987), un sacacuartos de los 80 en el que un bárbaro a lo Conan se enfrentaba a hordas y hordas de fantasía. Ahora, su sueño húmedo nacido de horas y horas machacando el joystick será transformado al celuloide por el director más poderoso del mundo. Del que, por cierto, se cita un par de veces en su novela:
"—¡Tú vas drogado! —le grité—. ¡Pero si Richard Donner dirigió Lady Halcón, joder! ¿Los goonies? ¿Superman... ? ¿Me estás diciendo que el tío es una mierda?
—Aunque la hubiera dirigido Spielberg. Es una peli para chicas disfrazada de historia de conjuros. La única película de género peor que ésa es, seguramente.... Legend. Ésa sí da miedo. Si a alguien le gusta de verdad Lady Halcón es que es una auténtica niñata, con certificado de calidad incorporado".
Babelia
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