Más premios iberoamericanos

Tras el éxito de los premios Platino al mejor cine iberoamericano celebrados por primera vez el pasado 5 de abril en Panamá, se convocan ahora en México, también por primera vez y con el mismo fin de promocionar las películas iberoamericanas los denominados premios Fénix para el próximo 30 de octubre. Como en los Platino también compiten varias películas españolas aunque en este caso ninguna en el apartado de mejor película, reservadas casi en su totalidad al cine mexicano. Las brujas de Zugarramurdi, de Alex de la Iglesia es la española más nominada (sonido. vestuario. montaje, dirección artística y música original), mientras que Canibal, de Manuel Martín Cuenca, lo está por la fotografía (Pau Esteve Birba) y por su protagonista Antonio de la Torre, que tendrá que vérselas con Alex Brendenmulh, nominado por su trabajo en Stella Candente, de Luis Miñarro, película que también compite en la dirección artística. Y como no puede ser menos, como mejor intérprete femenina es d nuevo candidata la ya múltiples veces laureada Marian Álvarez por su excelente trabajo en La herida, de Fernando Franco. Hasta aquí la lista.

La mayoría de estas películas ya compitieron por el premio Platino, donde el cine español sólo lo obtuvo en la categoría de mejor largometraje documental Con la pata quebrada. Le ocurrió otro tanto a la excelente La jaula de oro, película mexicana del español Diego Quemada-Diez, repetidas veces galardonada desde su presentación en el festival de Cannes de 2013 pero que en los Platino se fue injustamente de vacío. En estos premios Fénix La jaula de oro es candidata en casi los 11 apartados, y es de esperar que tenga más suerte.

Es evidente el enorme desconocimiento que mutuamente tenemos de otras cinematografías los 23 países que forman parte de estos premios Fénix -precisamente Cinema 23 se llama la organización convocante-, y de este problema nacen esos intentos de divulgarlas al menos en el resto de los países hispanohablantes. Se habla mucho de la hermandad de la lengua (aunque se sepa relativa) pero los intentos porque esa hermandad se traduzca en el consumo de películas van muy lentamente, a pasitos quedos. En algo que quizá puedan paliar estas convocatorias. Veremos si mejora el panorama a partir del día 30, descubrimos películas latinoamericanas nuevas y por allí se sabe algo más de la reciente producción española, que también merece la pena.