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El imán del cine peruano

El actor Carlos Alcántara se ha convertido en la imagen del resurgimiento de las películas del país andino, que compiten ya con las producciones extranjeras

El actor peruano, Carlos Alcántara
El actor peruano, Carlos AlcántaraGiovanna Fernández (AP)

Las reglas del juego del cine peruano parecían estar grabadas en piedra: los jóvenes talentosos tenían la opción de quedarse en Perú y aceptar la enorme probabilidad de fracasar, o empacar las maletas y buscar el éxito afuera. En los últimos años, sin embargo, la industria empieza a cobrar fuerzas, a generar interés en el público peruano y a disuadir a los jóvenes cineastas de salir del país.

El actor Carlos Alcántara, de 49 años, se ha convertido en la imagen de este resurgimiento. Nunca antes había surgido un ícono con verdadero poder de atracción, un “imán de taquilla”, en palabras del crítico Federico de Cárdenas. El año pasado, Alcántara protagonizó Asu Mare, una comedia basada en su vida que llevó al cine a más de tres millones de peruanos. Se ha convertido en la película más vista en el país, incluyendo a las producciones extranjeras; un fenómeno insólito en una industria donde sobran las historias de fracaso y a la que los peruanos se refieren con marcado derrotismo. La segunda película peruana más vista en el país es A los 40, otra comedia en la que también participa Alcántara.

De Cárdenas cree que el cine peruano está experimentando un fenómeno de fidelidad que podría establecerse en paralelo al de la gastronomía, hoy en día una importante fuente de orgullo nacional. “El año pasado se estrenaron 13 películas. Si todo va bien, este año se estrenarán 24 y hay por lo menos 35 en proyecto”, dice. “Antes de esto, durante casi 30 años, tuvimos un promedio de tres a cuatro estrenos anuales”.

El crítico opina, asimismo, que la favorable situación económica del país, el crecimiento de una clase media con ganas de asistir a espectáculos y el mayor acceso a tecnologías que abaratan los costos de producción han contribuido al desarrollo del cine. Un dato que lo corrobora es el de la facturación en taquilla, que en 2009 fue de 62,7 millones de dólares, y en 2013 aumentó a 135 millones, según el Observatorio Audivisual Europeo.

Después del estreno de Asu Mare, en gran parte autobiográfica y con un fuerte mensaje de superación personal, millones de peruanos han conocido la vida de Alcántara. Para el actor, el éxito de la película se debe a que los peruanos pueden relacionarse con la historia a nivel personal. “Te ríes pero también sientes que hay una esperanza”, afirma en conversación telefónica desde Lima. “Piensas: ‘yo también soy así, vengo de la nada y soy emprendedor. También quiero salir adelante, también me han estafado, también me han engañado”. Gracias a la película, los peruanos saben, por ejemplo, que antes de convertirse en una estrella de cine Alcántara vendía electrodomésticos en una feria limeña. Saben, además, que lo estafaron haciéndole pensar que sería el protagonista de una película que en realidad no existía, y que tuvo una etapa autodestructiva en la que experimentó con las drogas. Saben que se llevó una enorme decepción cuando su compañero recibió en el ala de reclutas del servicio militar la calificación de blanco y él la de mestizo.

“Me siento un chico totalmente de barrio, que ha venido de la nada, solo, a punta de empuje”, cuenta Alcántara. “Me ha costado, he pataleado, me he quejado de no tener qué comer y he hecho de todo. Tengo 28 años de actor profesional pero unos cuatro o cinco de extra. Y he pasado por todos los puestos jerárquicos de la carrera de extra”, se ríe, “porque hay extra y hay recontra-extra”.

El jueves pasado se estrenó Perro Guardián en Perú, la nueva película de Alcántara en la que interpreta a un exmilitar convertido en sicario. La ópera prima de los codirectores Baltazar Caravedo y Daniel Higashiona, ambos formados en publicidad, entró a la selección oficial del festival de Montreal. No es la primera vez que una película peruana tiene éxito fuera del país: en 2010, la película La Teta Asustada, de Claudia Llosa, fue nominada a los premios Óscar en la categoría de mejor película extranjera.

Para que todo este resurgimiento no sea efímero, De Cárdenas incide en que hay que apoyar al cine peruano con cambios en la legislación. Alcántara también destaca la importancia de respaldarlo con reformas tributarias y programas de capacitación: “Para ser industria falta un montón, pero es un buen camino por el que ha empezado a tramitar nuestro cine”.

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