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Los Ángeles avanza en su guerra con Nueva York por los rodajes de cine

El Legislativo apoya un histórico recorte de impuestos por valor de 400 millones de dólares

Pablo Ximénez de Sandoval
Sylvester Stallone, el lunes en la premiere de "The Expendables 3" en el centro de Hollywood.
Sylvester Stallone, el lunes en la premiere de "The Expendables 3" en el centro de Hollywood.MARK RALSTON (AFP)

Una de las batallas más espectaculares que ha producido Hollywood este año tiene como escenario las moquetas del Capitolio del Estado, donde la industria presiona desde hace años para conseguir mejores condiciones fiscales. La ciudad de Los Ángeles y el mundo del cine lograron este jueves un importante avance que se concreta en una cifra: 400 millones de dólares en exenciones de impuestos para producciones que den empleo en California. La cifra supone cuatro veces más de lo que el Estado ofrecía hasta ahora. Voces de la industria destacan que por primera vez esta cifra es competitiva con los 420 millones que ofrece Nueva York, el Estado que ha atraído más producciones de Hollywood.

California lleva una década perdiendo en la pelea por atraer rodajes de cine y televisión hasta el punto de que, si bien es el centro pensante de la industria, ya no está tan claro que sea el lugar para ir a buscar trabajo en ella. El pasado junio, la tendencia se hizo evidente cuando la oficina que da los permisos de rodaje, FilmLA, reveló que en el sector más en auge actualmente, las producciones de ficción para televisión en episodios de una hora, Nueva York tenía 24 proyectos mientras Los Ángeles tenía 19. La ciudad ha sido destronada en uno de los sectores más lucrativos.

Estas series de una hora tienen un coste de producción de entre 6 y 8 millones de dólares y dan empleo directo a entre 150 y 230 personas cada una. De las 91 nuevas series en producción entre 2013 y 2014, Hollywood solo se benefició del 17%, según datos de FilmLA.

Por su parte, la California Film Comission publicó un estudio este miércoles que calcula que los proyectos huidos del Estado han dejado 2.000 millones de dólares en gastos de producción en otros Estados.

La medida aprobada por el Comité de Presupuestos del Senado “va a tener un enorme impacto en la gente que vive en el sur de California”, decía este jueves por teléfono Paul Adley, presidente de FilmLA, que funciona también como un importante centro de estudios del estado de la industria. “Esta es por fin una cifra (400 millones de dólares) que puede competir con Nueva York”. La aspiración de la industria es que sea suficiente para “el retorno de las grandes producciones y de las series de televisión”.

La medida todavía tiene que pasar varias etapas. Primero, debe ser aprobada en el pleno del Senado. Después, las dos Cámaras del legislativo deben acordar un texto común, puesto que la propuesta de la Asamblea (cámara baja) ha sido modificada. Y finalmente, debe aprobarlo el gobernador, Jerry Brown, un demócrata austero, con fama de serio con las cuentas. En sus primeros dos años en el puesto consiguió presentar equilibrio presupuestario después de años de déficit disparado. El gremio asume que Brown, que se presenta a la reelección en noviembre, no va a permitir que le descuadren las cuentas.

Según datos de FilmLA, la industria del cine y la televisión da empleo directo a 190.000 personas en el sur de California. Por cada una de ellas, se generan 2,7 empleos indirectos. Adley asegura que en la última década se han perdido 95.000 empleos directos en el sector, lo que arroja un balance de 300.000 personas que han dejado de comer de Hollywood.

Por ejemplo, el director de series de televisión Guy Norman Bee, dio la bienvenida a la decisión del Senado con un mensaje en Twitter en el que decía: “Esta es una buena noticia. No he trabajado en casa desde enero de 2012”. Desde entonces, según su perfil en imdb.com, ha dirigido 19 episodios de series de televisión, incluyendo Arrow. Ninguno en California.

“Hemos perdido virtualmente toda la producción”, asegura Adley. Las mentes pensantes del cine y la televisión están en Hollywood, pero “aquí solo se hacen películas independientes, programas de telerrealidad y sitcoms de media hora. Hay mucha producción, pero emplea a poca gente”.

Poco después de ser elegido, el alcalde de Los Ángeles, Eric Gracetti, dijo en febrero de 2013 que la fuga de rodajes era una “emergencia” para la ciudad. Garcetti fue concejal de la zona más turística de Hollywood y es un firme aliado de la industria. “No podemos esperar mucho más”, dijo entonces en una entrevista en The Hollywood Reporter. “Hemos perdido demasiado. Tenemos que empezar por remontar y jugar a la defensiva para no seguir perdiendo”. El miércoles, Garcetti acudió como primer lobbista de Hollywood a Sacramento para presionar a los miembros del Senado y conseguir esa mágica cifra de 400 millones. Volvió optimista respecto al Legislativo, pero mantiene el escepticismo respecto al gobernador, que tiene otros muchos grupos de interés pidiendo sus propias exenciones fiscales.

Actualmente, California ofrece un límite de 100 millones de dólares en exenciones fiscales que se reparten en una lotería entre las producciones que lo piden. Este año hubo 497 peticiones y fueron agraciadas solo 26 producciones. Están excluidas las grandes producciones de televisión y los filmes con presupuesto superior a 75 millones de dólares, explica Adley.

Tal como ha salido el texto de la Comisión de Presupuestos del Senado, esos límites desaparecerían, así como el sistema de lotería. La asignación se haría según el potencial de empleo de cada producción. El presidente de la Comisión, el senador angelino Kevin de León, citado por Los Angeles Times, dijo que “cuando se trata de alimentar una máquina de creación de empleo con dinero del contribuyente, tenemos la obligación de asegurarnos de que hacemos todo lo posible para maximizar el retorno en la inversión”, que hacen los contribuyentes de California.

La batalla por atraer rodajes ha llevado a algunos Estados, como Georgia y Lousiana, a no poner límite a las exenciones de impuestos para la industria. Hasta 40 Estados ofrecen estos incentivos, además de Canadá y Reino Unido. Pero la gran bestia negra sigue siendo Nueva York, una de las ciudades más atractivas del mundo para rodar que, además, ofrece más de cuatro veces más ventajas fiscales que Los Ángeles. “Lo que hemos dicho siempre es que teníamos que competir con Nueva York”, dice Adley. “Por eso necesitábamos una cifra como esa, para mandar el mensaje a la industria de que nos lo tomamos en serio para que vuelvan a California”.

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Sobre la firma

Pablo Ximénez de Sandoval
Es editorialista de la sección de Opinión. Trabaja en EL PAÍS desde el año 2000 y ha desarrollado su carrera en Nacional e Internacional. En 2014, inauguró la corresponsalía en Los Ángeles, California, que ocupó hasta diciembre de 2020. Es de Madrid y es licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Complutense.

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