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Se habla yanomani

Davi Kopenawa, líder del pueblo indígena ianomâmi, subió al escenario de la principal fiesta literaria brasileña, para hablar de libros, pero también de amenazas de muerte.

Davi Kopenawa Yanomami, en Roraima.
Davi Kopenawa Yanomami, en Roraima.bruno torturra (divulgação)

En Brasil se habla portugués. Pero el viernes, por primera vez en la Fiesta Literaria Internacional de Paraty (Flip) , en el estado de Río de Janeiro, fue posible escuchar otro idioma brasileño, que remite a una nación muy anterior a la llegada de la lengua oficial. La voz era de Davi Kopenawa, el líder espiritual y representante del pueblo yanomami, que subió al escenario de la jaima principal y comenzó su intervención presentándose y saludando el público en su propio idioma.

Ese fue otro de los momentos históricos de la decimosegunda edición del Flip. El primero fue el jueves con la presencia del primer autor ruso, Vladímir Sorókin, en participar de la certamen literario. En todo caso, un debut eclipsado por el tardío rescate y reconocimiento a un de los antiguos pueblos brasileños. El represtentate yanomami  estuvo acompañodo de la fotógrafa Claudia Andujar, quién lleva años dando visibilidad a la comunidad indígena en sus asentamientos de Roraima y del Amazonas, en la frontera con Venezuela, desde los años 70.

Kopenawa vino a la Flip para anunciar el lanzamiento de la traducción al portugués de A caída del cielo, libro sobre la cultura ancestral de su pueblo, dictado por él y escrito por el antropólogo francés Bruce Albert. El libro, publicado originalmente en Francia en 2013, será editado en Brasil por la Compañía das Letras. Pero se encontró, en medio del camino de Boa Vista la Paraty, con una nueva amenaza de muerte que surge de la lucha de los yanomami contra los garimpeiros que invaden sus tierras para extraer oro.

Preocupado por su seguridad y la su hijo, que trabaja con él en Hutukara, fundación presidida por Kopenawa y dedicada a la defensa de la causa yanomami, el líder indígena aludió al mito de la "caída del cielo", descrito en el libro y que Kopenawa considera aún vigente. El lider indígena finalizó su ponencia pidiendo protección al Gobierno federal y a los "no indios" allí presentes para que no haya muertes, ni la suya, ni a de el "planeta entero".

Pergunta. El pueblo yanomami lucha contra el garimpo (explotaciones de yacimientos minerales) por que su tierra sea respetada y recibir apoyo del Gobierno para sobrevivir. ¿Qué otras amenazas contempla?

Respuesta. Al garimpo no les gustan los indios, porque  vivimos literalmente encima del oro. No conozco al dueño de la empresa que compra el oro, pero sé que tiene mucho dinero preparado para pagar dos o tres personas, ciminales, para matarme. Los agricultores también son muy peligrosos. Expulsamos a los que estaban en tierra yanomami, y  partir de ahí empezaron los problemas. El día 11 de junio entraron unas personas en la sede de la Fundción Hutukara preguntando de mí y de mi compañero Armindo, pero ya nos habíamps ido. Ahí me di cuenta de que van a por  nosotros. También luchamos para tener una escuela de calidad, transport y esas cosas.

P. ¿Por qué estás amenazado de muerte?

R. Estoy amenazado desde 1986, pero ahora el riesgo ha aumentado. Hutukara publicó recientemente un documento sobre los garimpos en las tierras yanomami. Es siempre igual. Solo mejoró un poco cuando el presidente Collor de Mello les expulsó, destruyó la carretera y valló nuestra tierra. Pero entraron de nuevo un año después. No les gusta mi trabajo, mi lucha, que yo hable con la Fundación Nacional del Indio (Funai). Tienen un jefe del garimpo que nunca aparece, solo da dinero, transporte y manda las personas allá. Es el senador Romero Jucá Filho, que da apoyo al garimpo. Yo pedí protección a la Funai, que mandó a una delegación que destruyeró15 balsas y cosas de su equipo. Desde entonces, los garimpeiros están muy enfadados conmigo.

P. ¿Esperas que la Funai y otros organos te protegan cuando vuelvas a casa?

R. Ya ha avisado a  la Funai,a  la Polícia Federal. Les pedí apoyo para proteger la la gente, porque no tenemos seguridad. Estoy preocupado por mi hijo, porque él siempre se queda allá en la casa donde llegan los garimpeiros. Es muy grave, porque están dispuesta incluso a matar. Yo cuento con el cuidado de mi comunidad.  Ellos no llegan tan lejos, porque se necesita  un viaje de avión de más o menos una hora y media.

P. Es la primera vez que esta importante fiesta literaria da espacio al pensamiento indígena. ¿Qué opinión te merece esto?

R.  Llevaba tiempo esperando esto. Quería tener la oportunidad de hablar con el pueblo brasileño. Yo soy brasileño. Me gustó mucho cuando me invitaron.

P. ¿De qué habla el libro La caída del cielo, que se va a publicar ahora en Brasil?

R. El libro es de mi amigo francés Bruce Albert. Yo le dictaba y el escribía. Él vino a la tierra yanomani. Estuvo con nosotros un año, aprendiendo la lengua, entrevistando al pueblo yanomani para poder escribir el libro. Entonces nosotros pensamos que no era suficiente que un antropólogo que llega de la ciudad recolecte testimonios de la cultura del pueblo indígena. Yo le dije: "Ahora vas a dejar de hacer tu trabajo. Ahora me toca a mi y voy a necesitar tu ayuda". Lo grabamos todo en yanomani y después él lo tradujo al francés. Yo le hablé sobre el mundo, la tierra, la naturaleza, la caza, el pescado. Hablé de shabiri, que significa espíritu. En el pasado, el cielo cayó y mató todo el pueblo. Nuestro dios, Omam, se protegió y no murió. Lo que yo quería mostrar es esa cultura de mi pueblo yanomani, de los chamanes que conocen el shabiri y tienen el sueño, que sirve para soñar siempre y no olvidar. Lo conté para vosotros que no conocéis la nación yanomani. Estoy feliz con eso. Cuando fue publicado en França, yo fui allí para la presentación.

P. Como es la relación de vosotros con la fotógrafa Cláudia Andujar?

R. A Cláudia es amiga. Hace fotografías de los ianomâmi, de cuando yo era joven ya [risas]. Ahí ella vende los libros de ella y lleva el dinero allá para tierra ianomâmi. Ella siempre da apoyo.

P. Aquí en Paraty, tú hizo una visita a una aldea indígena guarani. Como fue?

R. Conversaron conmigo y contaron la situación de ellos. ES el mismo problema de nuestro pueblo indígena. No es diferente en nada. Tienen una tierra pequeña, no tienen lugar para cazar, para plantar. No tienen escuela buena, porque el ministerio de la Educação no da apoyo.

P. Tú supe de los pueblos indígenas aislados que están en el Acre e hicieron contacto por primera vez con los no indios?

R. Yo supe hoy por una amiga que tiene indio aislado que hizo contacto. Llegaron allá en el Acre. Entonces me hablaron de la Funai que van a conocer allá y conversar. Creo que murió el jefe de ellos, que cuidaba de la salud de todos, por eso ellos buscaron ayuda.

P. Tú cree que existen muchas otras comunidades aisladas?

R. Existen, sí. Tiene otro pariente allá en Roraima, otro pueblo escondido ianomâmi. Son los iauari. Ellos no dejan la gente llegar allá. La gente deja panela y hacha para ellos en el camino, pero ellos no cogen. Usan piedra incluso. Tiene más comunidades aún. ES mejor dejar ellos allá, yo creo. Hacen contacto con ellos, después no cuidan. No mandan médicos, nada, entonces es mejor dejar y solo aceptar cuando ellos piden.

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