Málaga a la vista

Se ha dicho que el festival de Málaga, que comienza la próxima semana, será una foto fija del cine español de hoy en día. Y en palabras de uno de sus responsables, Fernando Méndez Leite, el programa lo compondrán películas “con pequeña producción, con pocos personajes y pocos escenarios", es decir, reflejo de un cine en crisis, inmerso en la crisis general que soportamos.

El presidente de la Academia dijo en los últimos Goya: “Sufrimos los mismos problemas que los demás ciudadanos, nos afectan igual y queremos cuanto menos mostrar nuestra solidaridad con quienes con más dureza están sufriendo en su vida personal y profesional estos duros momentos”. González Macho aseguró también de forma contundente que “hacer hoy una película en España es un acto heroico”. Habrá, pues, muestras de heroísmo en este festival de Málaga, y ojalá que también haya buenas películas. Pero mientras tanto el presidente de la Academia deja su cargo tras haber cumplido tres años en él, abriendo con ello nuevas inseguridades. Su constante llamada para que se cree finalmente en España una política audiovisual estatal no ha sido recogida por las autoridades de la forma deseada, ni menos aún su objetivo de que el cine español se despolitice por parte de los propios políticos, declaración esta que sorprendió a los tertulianos de un debate televisivo. Deja González Macho la Academia en un momento delicado tras haber padecido recortes, cambios políticos, subida en el IVA, un descenso general del consumo de cine y un mantenimiento de la piratería junto al cierre de 450 salas y la pérdida de 12.000 puestos de trabajo. Con su ausencia al frente de la Academia el cine español puede quedarse aún más desprotegido, sin su conocimiento de los intríngulis industriales y sin su buen hacer negociador. Una marcha inoportuna toda vez que el ministro del ramo le dio la espalda al cine español precisamente en la última edición de los Goya escenificando con ello su desapego oficial respecto a las gentes que hacen aquí el cine.

Si bien la Academia no rige los destinos cinematográficos ni tiene en su mano grandes soluciones, es un buen referente que González Macho ha pilotado con dignidad y criterio. Veremos con atención las películas que este año propone el festival de Málaga pero conscientes de que se cierne una nueva incertidumbre.