Google: del garaje a Wall Street
Uno de los principales afectados por la ley tuvo 9.430 millones de beneficio en 2013
Los datos electrónicos son la nueva materia prima que mueve la economía. Lo anticipó Virginia Rometty al ponerse al frente de IBM y es el filón que explota Google, que estos días se disputa con la petrolera ExxonMobil el puesto de segunda mayor corporación de Wall Street. La nueva y la vieja economía están, por tanto, en guerra, y eso representa un reto para las autoridades al regular la actividad de la puntocomcreada por Larry Page y Sergey Brin.
Como manda el canon del sueño americano, Google nació en un garaje en el 232 Santa Margarita, en Menlo Park. El espacio pertenecía a la hermana de la mujer de Brin, de la que se separó el pasado verano. Se podría decir que la cuñada del cofundador fue de las primeras en invertir en la compañía. Aunque el primer inversor oficial es David Cheriton, un profesor de ciencias de la computación en la Universidad de Stanford.
Les firmó un primer cheque por valor de 100.000 dólares (72.992 euros) en 1998. Entre familiares, amigos e inversores, como Jeff Bezos, de Amazon, lograron recaudar un millón de dólares para su proyecto. Ahora, la sociedad tiene un valor de 404.200 millones de dólares (295.036 millones de euros). La acción de Google se cambia a 1.202 dólares (807 euros) la unidad, más del doble que los de su antigua socia y ahora rival Apple. El fabricante del iPhone y del iPad es la mayor compañía cotizada.
Google es la segunda tecnológica por delante de Microsoft. Pero también la más importante en Internet y de las más rentables. El pasado ejercicio lo cerró con un beneficio de 12.920 millones de dólares (9.430 millones de euros), de los que 3.380 (2.467) corresponden al cuarto trimestre. Ganó casi un 20% más que en 2012. La también dueña del sistema operativo Android para dispositivos móviles tuvo una cifra de negocio de 59.825 millones de dólares (43.667), un 16% en un año.
Page y Brin pasaron desapercibidos para sus compañeros de clase cuando estudiaban en Stanford. Pero acabaron destruyendo con su modelo de buscador a Altavista, destronaron a Yahoo! y Microsoft y lograron con su incursión en el móvil irritar al que fuera su ídolo, Steve Jobs. El principio sobre el que se fundó Google era organizar la masa ingente de información disponible en la web, con una fórmula matemática que diera sentido y relevancia a los portales.
Esa búsqueda por Internet se acompañó con anuncios, para que fuera un negocio rentable. La publicidad asociada a su servicio genera el 70% de los ingresos y otro 23% le llega a través de portales asociados. Sus tentáculos alcanzan casi todo: móviles, televisores, relojes, cámaras, gafas y coches. Al mismo tiempo, entró en colisión con la industria tradicional de medios, desde editores de diarios y libros, hasta Hollywood.
Y como otras grandes multinacionales estadounidenses, cuenta con un poderoso equipo de abogados y contables que encuentran la manera de limitar al máximo el pago de impuestos. En total, pagó 2.280 millones de dólares (1.664 millones de euros) en impuestos, de los que 740 millones (540) fueron en el extranjero. La imposición efectiva de Google bajó al 15,7%, cuando en EE UU está fijada por ley al 35%. Lo logra gracias a que el beneficio que genera fuera lo dirige hacia países con un régimen fiscal más bajo, en lugar de repatriarlo.
Babelia
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