Italianos en apuros
Todo el santo día es un melodrama de cargantes treintañeros pseudo-intelectuales con ínfulas de 'woodyallens' de bolsillo
Las películas que buscan desde el minuto uno la empatía a toda costa siempre tienen un problema: como te pases un milímetro, la pretendida simpatía se puede convertir en empacho. Es parte de lo que le ocurre (por desgracia hay abundantes descarrilamientos) a la italiana Todo el santo día, melodrama de treintañeros agarrados al buen rollo, en realidad cargantes pseudo-intelectuales con ínfulas de woodyallens de bolsillo, canción independiente y temática trascendente.
Hubo un tiempo en que el cine popular italiano sabía cómo manejarse para tocar la fibra del personal, y la película de Paolo Virzì, ya veterano en la materia, aspira nuevamente a ello, aunque con un toque que quizá ellos presuman como renovador. No lo es. Vehículo musical al servicio de Federica Victoria Caiozzo, alias Thony en su carrera como cantante, Todo el santo día viene trufada de temas de la chica, interpretados en inglés, más o menos encajados en la trama, pero que pocas veces se fusionan bien con el tono, el de una pareja con ansias de tener hijos, pero que no lo logra, lo que acaba repercutiendo en su vida sentimental.
A través de una fotografía de colores muy contrastados, Virzì, conocido en España por La prima cosa bella (2010), abusa del onirismo, convirtiendo su película en una involuntaria sátira donde la indignación hacia la necesidad de formar una familia a toda costa es puesta en ridículo a través del humor y la inteligencia, aunque sin ninguna de las dos vertientes. “Canto esas canciones en inglés porque en italiano me da apuro”, llega a decir la mujer. Virzì podría haber pensado lo mismo.
TODO EL SANTO DÍA
Dirección: Paolo Virzì
Intérpretes: Federica Victoria Caiozzo, Luca Marinelli, Micol Azzurro, Claudio Pallitto.
Género: melodrama. Italia, 2012.
Duración: 102 minutos.
Babelia
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