Muere Charlie Trotter, impulsor de la vanguardia culinaria en EE UU

El cocinero estadounidense  Charlie Trotter, (Willmette, Illinois, 1959), de 54 años, pionero de la vanguardia culinaria en Estados Unidos, fue encontrado inconsciente en su casa de Chicago de Lincoln Park el martes pasado. Fue hallado por su hijo Dylan, quien inmediatamente llamó a una ambulancia. Falleció tras su traslado al hospital Northwestern Memorial y repetidos intentos fallidos por revivirlo. Los resultados de la primera autopsia que se le realizó no fueron concluyentes y se siguen investigando las causas de su muerte. Según sus allegados, motivos de salud le habían alejado recientemente de la vorágine culinaria. Una lesión cerebral, al parecer inoperable, le causaba mareos y otras molestias.

 “Fue un pionero, introdujo una nueva forma de restauración en la ciudad y en el país. La huella de su trabajo no se olvidará”, afirmó su viuda, Rochelle. Al conocer la muerte de Trotter, las redes sociales en las que están enganchados multitud de colegas hirvieron de mensajes de condolencia. Grant Achatz, hoy número uno en la escena de Chicago con su restaurante Alinea, ha destacado la gran labor del fallecido Trotter puso en el mapa con su audaz trabajo. “Su impacto será recordado mucho tiempo”.. Además de Achatz, otros chefs aprendieron en los fogones de Trotter, como Homaro Cantu (Moto), Giuseppe Tentori (Boka) o Graham Elliot. “Hay que celebrar su increíble aportación a la cocina americana y mundial. Hoy en el cielo comerán mejor”, tuiteó José Andrés. “Es indiscutible su influencia en la generación de nuevos chefs estadounidenses”, ha escrito Daniel Boulud.

Y la web del restaurante de Trotter luce un mensaje emotivo de su equipo: “Gracias por dejarnos servirte durante 25 años”. Tras conocer su muerte, el alcalde de Chicago subrayó la excelencia de un chef "que había convertido la ciudad en destino gastronómico". Y precisamente los ciudadanos están haciendo su homenaje particular a las puertas del restaurante del cocinero desaparecido, donde instalaron un memorial con velas, flores y mensajes.

En agosto de 2012, el chef cerró su restaurante Charlie Trotter, que llevaba 25 años en activo y lucía dos estrellas Michelin, para dedicarse “a viajar y a estudiar”, según señaló, despejando rumores de que estaba molesto por no haber recibido las tres estrellas que uno de sus pupilos de Chicago había logrado. También ese verano cerró su espacio de productos gourmet y catering Trotter’s to Go. Aunque se había retirado de la primera línea de la batalla, siguió trabajando para su fundación educacional (desde la que promovía becas para jóvenes cocineros) y el pasado domingo había dado una conferencia.

Licenciado en ciencias políticas, Trotter (nacido en Willmettte, Illinois, en septiembre de 1959) irrumpió en la escena gastronómica en 1987, cuando el chef autodidacta abrió el restaurante en Armitage Avenue. En poco tiempo, su intensa creatividad basada en la no repetición de platos, en el empleo con mimo de los productos de temporada y en las armonizaciones de menús con vinos adecuados hizo de Trotter el restaurante del que más se hablaba en Chicago, y su fama se extendió rápidamente a nivel internacional. En España, el cocinero expuso su trabajo en el escenario del congreso internacional Madrid Fusión.

Trotter es considerado sinónimo de la cocina gourmet en Estados Unidos. Además de su trabajo a pie de cocina, fue de gran influencia su serie para la televisión pública The Kitchen sessions with Charlie Trotter, en las que combinaba apetitosas recetas con sesiones improvisadas de jazz.

Autor de más de una docena de libros gastronómicos y de gestión hostelera. Una de sus obras más sorprendentes fue su manifiesto a favor de los ingredientes crudos, Raw, que publicó junto a Roxanne Klein en 2003. Promovió asimismo en Estados Unidos una línea de productos de alimentación ecológica. Hombre vehemente, Trotter abanderó otras causas culinarias, como el abandono del uso del foie gras, que eliminó de su carta por razones éticas.