Mujercitas: un clásico del cine familiar
La novela ha tenido un fructífero paso por la gran pantalla. Sin duda, la más recordada es la que Mervin LeRoy realizó en 1949 en un precioso tecnicolor
Mujercitas, la novela parcialmente autobiográfica escrita por Louisa May Alcott y publicada en 1868, ha tenido un fructífero paso por el cine. Hay versiones filmadas en 1917 y 1918, una de 1933 dirigida por George Cukor con Katherine Hepburn y Joan Benett, y otra de 1994, la más reciente de todas, en la que participaron estrellas como Susan Sarandon, Winona Ryder, Kirsten Dunst y Claire Danes. Pero, sin duda, la más recordada de todas es la que Mervin LeRoy realizó en 1949 en un precioso tecnicolor con June Allyson, Margaret O’Brien, Mary Astor, Janet Leigh y… Elizabeth Taylor.
Era la cuarta vez que la tierna historia de esas hermanas que crecen y maduran mientras se desarrolla la Guerra Civil Americana iba a ser adaptada al cine y David O. Selznick, el productor de Lo que el viento se llevó, lo tenía todo previsto para convertirla en un gran éxito. Mervin LeRoy, responsable de éxitos como El puente de Waterloo, iba a ser el director y en la película iban a participar actrices como Rhonda Fleming y Jennifer Jones, con la que Selznick se casaría pocos años después. Sin embargo, los malos resultados de Duelo al sol provocaron que el productor vendiera los derechos a la Metro-Goldwyn-Mayer y solo el director y la actriz Elizabeth Patterson, en el papel de la criada, permanecieron en el proyecto. El resto del reparto cambió completamente.
La película se toma algunas pequeñas libertades respecto a la novela. En el libro, por ejemplo, la menor de las cuatro hermanas es Amy pero la Metro quería a Margaret O’Brien, la estrella infantil de El fantasma de Canterville, para el papel de Beth. La joven actriz no había cumplido aún los doce años y era imposible que pareciera mayor que la elegida para Amy, Elizabeth Taylor, que rondaba ya los diecisiete. La solución fue muy sencilla: Beth sería la más pequeña de todas. Por cierto, que la cesta que lleva este personaje en algunas escenas es la misma que usó Judy Garland en títulos como El mago de Oz y Cita en St. Louis.
June Allyson, que interpreta a Jo, también tuvo problemas con la edad. Pasaba de los treinta años y debía interpretar a una chica que, al comienzo de la historia, tiene tan solo quince. Pero la magia de Mujercitas lo perdona todo. Vista superficialmente puede parecer tan solo un film cursi, melodramático y lacrimógeno pero, al igual que ocurre con el libro, es una película que muestra personajes femeninos fuertes y decididos. Jo quiere convertirse en escritora y nada ni nadie se lo impedirá. Publica pequeños cuentos y relatos, se emancipa y se va a vivir lejos de su casa e incluso prescinde de su rasgo femenino más característico, su larga melena, cuando las circunstancias así lo requieren.
Pero, al margen de todo lo dicho, nos encontramos fundamentalmente con una película divertida y entrañable. Uno de esos filmes que son ideales para ver en familia y reír, emocionarse e incluso, ¿por qué no?, llorar juntos.
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