‘Inocente’: Cine para romper barreras

Micky (Agustín Sasián) se despierta sin saber dónde ha dormido y con una resaca de aúpa. Los recuerdos de la noche anterior se le han borrado. Entonces se encuentra con Elsa (Almudena Sánchez) y trata de averiguar qué ha pasado y si Elsa ha sido su compañera de cama. Poco a poco se va dando cuenta de que está en un hogar tutelado y que la casa en la que se encuentra viven también otras dos personas que tienen discapacidad intelectual: Fer (Jesús María López) y Lola (Cristina Ciarimboli). Su desconcierto va en aumento y las situaciones cómicas se suceden. Inocente, dirigido y escrito por Álvaro Pastor (Madrid 1972), es un cortometraje encargado por la Fundación Carmen Pardo-Valcarce (creada en 1948) realizado con actores y parte del equipo técnico y de producción con discapacidad intelectual. Se estrenó ayer en Callao City Lights y persigue un objetivo: romper estereotipos, fomentar la profesionalización de las personas con discapacidad intelectual y tender puentes que vayan facilitando su integración.

En Inocente se realiza un juego de situaciones con las que se le da un vuelco a los términos, —¿quién es inocente en realidad?—, a las etiquetas y a la propia capacidad de los personajes. La libertad sexual se sitúa en el centro del argumento, aderezada por el desconcierto del propio protagonista, Micky, y por la irrupción de la supervisora de los tres compañeros que viven en el piso, Alicia (Ana Peregrina), que no ve con buenos ojos las aventuras nocturnas de Elsa. “Es una historia sobre los afectos y también sobre la sexualidad de las personas con discapacidad, un tema que sigue siendo tabú”, explica el director Álvaro pastor, quien co-dirigió con Antonio Naharro Yo también (2009), protagonizada por Pablo Pineda, el primer graduado por una universidad española con síndrome de Down, y por Lola Dueñas. Ambos ganaron la Concha de Plata del festival de San Sebastián al mejor actor y actriz. “He buscado entretener al público y que se mire a la gente con discapacidad de otra manera, que uno se termine preguntando algo sobre sí mismo. ¿Quién es al final discapacitado?", cuenta el realizador.

Álvaro Pastor ha trabajado desde 2001 en diversos proyectos con personas con discapacidad intelectual. “La hermana de mi socio tiene síndrome de Down”, aclara. “Ya no creo en la discapacidad, sino en personas con distintas capacidades. Me ha cambiado el chip y la idea de por qué quiero hacer cine”, relata. El director se maravilló del encuentro con actores y actrices “sin vanidad, a quienes no les importa nada el éxito” y que gozan de “libertad, de ausencia de corazas”, algo que piensa que es fundamental para el arte.

¿La integración? Pastor considera que España está 30 años por delante de otros países europeos en los que aún se lucha por el tema de la dignidad de las personas con discapacidad intelectual. “Claro que aún existe paternalismo, sobre todo en los aspectos sexuales. Queremos meter a estas personas dentro de un compartimento que nos sea cómodo, cuando la integración no consiste en que hagan lo que nosotros hacemos…”

Inocente ha sido producida por Nephilim Producciones y cuenta con la colaboración de LVMH Perfumes & Cosméticos.