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J. J. Abrams: “He hecho una película para orgullo de los ‘frikis”

El director estrena la nueva entrega de la saga de 'Star Trek' Afronta el reto de rodar el Episodio VII de 'La guerra de las galaxias'

El director y productor J. J. Abrams.
El director y productor J. J. Abrams. Mario Anzuoni (REUTERS)

Las oficinas de J.J. Abrams, director y productor además de guionista, músico, visionario de los efectos especiales, publicista revolucionario y mago en sus ratos libres, te reciben con una pregunta: ¿Estás seguro?. Eso es lo que está escrito en el timbre del edificio de The National Typewriter Company, en Santa Mónica (EEUU), donde se esconde la sede de su productora, Bad Robot. Una pregunta inquietante como es la carrera de Abrams, el hombre detrás de obras tan diversas como Misión Imposible III, Perdidos, Super 8 y ahora Star Trek: En la oscuridad. La misma pregunta que este neoyorquino de 46 años y friki de corazón se hizo antes de aceptar su compromiso como director del Episodio VII de La guerra de las galaxias. ¿Estás seguro? La respuesta es sí.

Detrás de esa puerta se esconde el paraíso del aficionado, un mundo lleno de robots, desde Robby de Planeta prohibido a Rosie de Los supersónicos pasando, por supuesto, por un R2D2 de tamaño real. Un museo vivo en el que trabaja rodeado de un ejército de Godzillas, parodias de Star Trek de Sergio Aragonés o la maqueta del Boeing 777 en plena caída y donde se cuece la última frontera de Hollywood. Porque tanto en cine, donde sus cuatro filmes como realizador han superado los 58.120 millones de euros en la taquilla, como en televisión, donde las sus series son fenómenos de culto, Abrams es la nueva Fuerza de Hollywood.

Pregunta: Sin dudar de su valía, después de revitalizar en las sagas de Misión: Imposible, Star Trek y próximamente La guerra de las galaxias, también se está ganando la fama de ser el rey del remake, capaz de sacar a flote cualquier franquicia.

Respuesta: Lo último que querría es ser considerado el rey de la franquicia. De hecho fue una de las razones por las que de entrada dije que no a La guerra de las galaxias. Pero cuando me reuní con Kathy Kennedy (co presidenta de Lucasfilm) la conversación pasó a ser una realidad tan creativa y llena de posibilidades que no podía dejarla pasar. Soy poco snob con las ideas. Un libro será más sofisticado que una serie de televisión pero a la hora de hacer un filme lo que quiero es una buena idea, venga de donde venga.

P: ¿Ha recibido ya cartas acusándole de traidor?

R: ¡Esto no es Coca-cola vs. Pepsi!

P: Eso se lo dice a los fans de Star Trek y de La guerra de las galaxias.

R: Ambas historias no pueden ser más diferentes en tono, en historia. Es como comparar cualquier otro filme porque transcurre en la Tierra, la protagonizan bípedos y van vestidos. Tanto en Star Trek como en La guerra de las galaxias hay naves espaciales y criaturas de otros mundos, pero ahí se acaba el parecido. Y que pienso afrontar La guerra de las galaxias con el mismo optimismo con el que acometí el mundo de Star Trek.

P: ¿Ha sido más fácil la vuelta con Star Trek: En la oscuridad?

R: El primer Star Trek quitó una losa de nuestros hombros pero sigue existiendo esa presión que te lleva a realizar una película mayor que la anterior. Quise romper una nueva frontera tanto en lo emocional como en la acción. Mostrar la nave Enterprise como no la pudimos ver en la primera. Mostrar la Tierra que sólo intuimos. Un filme que sea el orgullo de los frikis pero que también le llegue al resto de la gente.

P: Son muchos los que critican la obsesión actual por franquicias, remakes y reboots.

R: Y todos hemos visto secuelas y “secuelas”. Esas que salen del departamento de marketing o las que salen de los Chris Nolan y los Joss Whedon, gente que sin lugar a dudas respira por sus personajes. Mejores o peores, he escrito guiones originales como Eternamente joven o A propósito de Henry. Soy el co creador de series originales como Felicity, Alias, Perdidos o Fringe. Super 8 fue una idea original que me acompañó desde niño. Si ahora tengo la oportunidad de revisitar el mismo mundo no le veo el problema. Más bien me siento afortunado. Como suelo bromear, cuando Tom Cuise dijo que yo dirigiría Misión Imposible III pude ver cómo al jefe de Paramount le daba una embolia. Pero sea Misión Imposible III, Star Trek o ahora Star Trek: En la oscuridad, en todas ella he podido contar la historia que he querido.

P: ¿Cuál es la historia que nos quiere contar en La guerra de las galaxias?

R: Es una oportunidad surrealista y un honor del que me muero de ganas de hablar pero sería prematuro. No puedo más que dar crédito al increíble grupo que me acompañará en esta aventura, desde Kathy a Michael Arndt, Lawrence Kasdan y Simon Kinberg.

P: Es imposible imaginar La guerra de las galaxias sin la música de John Williams.

R: Es pronto para decirlo oficialmente pero la participación de Williams en el proyecto es, por razones obvias, muy anterior a la mía. Así que por mucho que Michael Giacchino y yo seamos como hermanos no creo que sea correcto dejar de lado a John si le apetece el trabajo. No sería justo ni para los fans ni para el mundo de La guerra de las galaxias.

P: Tampoco ha mencionado al antiguo reparto o al propio George Lucas?

R: Es demasiado pronto para confirmar nada. A Lucas le conocía de antes, de discusiones sobre cine vs. digital. En el rodaje de Star Trek me recomendó que, en caso de duda, les diera a todos un sable de luz. Un tipo divertido al que estaré siempre agradecido por sus películas y por la sorpresa inesperada de compartir ahora su experiencia conmigo.

P: ¿Forma parte de ese “consejo de sabios” del que se rodea siempre?

R: Como cineasta creo que es una de las cosas más importantes que uno debe de hacer, cultivar una comunidad de personas en las que te puedas apoyar, a las que puedas ayudar e intercambiar notas sobre los proyectos en los que trabajas. Steven Spielberg es una de las personas más generosas que conozco y a quien siempre enseño mi trabajo. Ben Affleck. Mi esposa Katie. Greg Grunberg. Con Matt Reeves me une una fuerte amistad desde los15 años. Por supuesto, Tom Cruise. Me ayudó de la misma forma que yo apoyé a Brad Bird cuando no era la elección más clara. Eso sí, los mejores comentarios son de amigos de amigos, porque les importo un pimiento y pueden decir lo que piensan.

P: Y cuando la televisión disfruta de su edad de oro, ¿no le parece una ironía su ausencia de este medio?

R: En mi último viaje a Londres fui al set de Downton Abbey y como buen fan se me cayeron las lágrimas. Me sentí como un niño al que le han quitado su juguete. Pero tengo la suerte de seguir involucrado con ese medio gracias a las producciones de Bad Robot, a Joel Wyman y Fringe. O al piloto que ha creado Alfonso Cuarón con Mark Friedman (Believe). Es cierto que antes estaba mucho más involucrado y tengo ganas de volver a hacerlo pero ahora trabajo con gente que no necesita que les des la mano.

P: No puedo dejarle sin mencionar que su estudio recuerda a esa cueva de hombres de la que tanto presume Guillermo del Toro, toda llena de juguetes.

R: Guillermo es un buen amigo pero no le hago sombra. ¡Si ya tiene dos casas! ¡Una para su familia y otra para su guarida! Mi cueva es este edificio, el lugar donde hago mis películas, compongo mi música, diseño nuestros objetos, hacemos magia y creamos monstruos. Este es mi sueño y no me puedo imaginar mi guarida en ningún otro lado.

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