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Competencia investiga a la SGAE por la polémica de la música en las televisiones

El órgano incoa un expediente sancionador por considerar que el código de buenas prácticas impulsado por la SGAE para regular el negocio de la música que se emite en televisión podría vulnerar la libre competencia

Daniel Verdú
Antón Reixa es felicitado por el director de cine Miguel Hermoso tras su elección como nuevo presidente de la SGAE.
Antón Reixa es felicitado por el director de cine Miguel Hermoso tras su elección como nuevo presidente de la SGAE.CARLOS ROSILLO

El asunto de la música de los programas televisivos de madrugada que ha destapado la guerra en la SGAE en las últimas semanas ha llegado hasta la Comisión Nacional de la Competencia. Y no precisamente a favor de la entidad de gestión de derechos de autor y de la iniciativa de su presidente, Antón Reixa. Este órgano ha anunciado que incoa un expediente sancionador “por posibles prácticas restrictivas de la competencia en el ámbito de la gestión de los derechos de propiedad intelectual”.

El expediente, según cuenta la propia CNC en su comunicado, tiene origen en una serie de denuncias interpuestas por diversos particulares (entre los que se encuentran algunos de los 11 socios cuya actividad Reixa calificó de “fraudulenta"). “A la vista de la información recabada, la Dirección de Investigación considera que existen indicios racionales de la comisión, por parte de SGAE, de una infracción del artículo 2 de la Ley 15/2007, de 3 de julio, de Defensa de la Competencia, consistente en consistente en el abuso de su posición de dominio en el mercado de gestión de derechos de reproducción y comunicación pública correspondientes a autores y editores de contenidos musicales que se emplean en la emisión de espacios televisivos en España”.

La SGAE instauró un código de buenas prácticas con las televisiones por el cual estas solo podrían emitir hasta el 33% de música de su propio catálogo. Se daba la circunstancia que, cada vez más, las cadenas emitían en horario nocturno músicas de su propiedad para generar un retorno en derechos de autor a final de año que amortiguase la cantidad que deben pagar a la SGAE. Al calor de esa práctica, una serie de socios empezó a producir música para esas franjas horarias nocturnas. Muchas basadas en arreglos de partituras de dominio público. El pasado mes de marzo, Antón Reixa denunció una supuesta trama comisionista entre 11 de ellos que, según la versión de la SGAE se repartían todo el negocio. A partir de ahí se creó un código de buenas prácticas para regular este negocio.

Según la CNC, “el abuso derivaría de la fijación por SGAE, a través de sus acuerdos con determinados operadores de televisión, de condiciones que podrían restringir y distorsionar injustificadamente la capacidad de los operadores de televisión para determinar autónomamente los contenidos musicales que emplean en sus espacios televisivos, así como de los descuentos aplicados por SGAE a determinados operadores de televisión en la remuneración de los de derechos de reproducción y comunicación pública correspondientes a autores y editores de contenidos musicales que se emplean en la emisión de espacios televisivos en España, en base a criterios discriminatorios y poco transparentes”.

 La SGAE asegura que revisará parte de esos acuerdos y, si hubiera algún apartado que pudiera vulnerar la libre competencia, lo modificaría.

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Sobre la firma

Daniel Verdú
Nació en Barcelona pero aprendió el oficio en la sección de Madrid de EL PAÍS. Pasó por Cultura y Reportajes, cubrió atentados islamistas en Francia y la catástrofe de Fukushima. Fue corresponsal siete años en Italia y el Vaticano, donde vio caer cinco gobiernos y convivir a dos papas. Corresponsal en París. Los martes firma una columna en Deportes

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