Appelfeld, Robinson y Davis entre los candidatos al Booker Internacional
Diez escritores de nueve países aspiran al Premio Booker Internacional que se falla hoy en Londres.
Un autor octogenario y sensible portavoz de la cultura kannada (lengua oficial en la India meridional), una novelista estadounidense que atesora el Pulitzer en su vitrina, dos reputados escritores que han conocido la censura de sus respectivos gobiernos en China y Rusia… La lista de finalistas al premio Man Booker Internacional, que se falla hoy en Londres, está integrada por una decena de firmas tan heterogéneas en cuanto a su singladura como de sólida aportación a la literatura contemporánea. Porque el prestigioso galardón ha ampliado sus horizontes en la última década, reconociendo cada bienio una trayectoria literaria singular –plasmada en la lengua original del autor, aunque accesible en su traducción al inglés- y su influencia en otros escritores y lectores de todo el mundo.
Asociado principalmente a la designación anual del mejor libro de las letras anglosajonas, el premio Man Booker en su versión internacional suele acarrear menor atención mediática en el Reino Unido, a pesar de su dotación de 60.000 libras y, sobre todo, de la talla de quienes lo han merecido desde 2005: el albanés Ismail Kadaré, el nigeriano Chinua Achebe, la canadiense Alice Munro y el estadounidense Philip Roth.
Algunos –no todos- de los seleccionados en la presente edición apenas resultan nombres familiares para el lector británico, como U.R. Ananthamurthy, uno de los grandes exponentes de la literatura kannada, idioma eminentemente literario que hablan 50 millones de personas en el sur del subcontinente indio. La humanidad que rezuma su obra, unida al cuestionamiento de las normas culturales lo ha convertido en un referente, según el jurado del Booker. También con ocho décadas a sus espaldas, el israelí Aharon Appelfeld ha destacado con su producción de ficción en hebreo, una lengua que aprendió sólo en la adolescencia y tras huir de la barbarie nazi. El urdú es la herramienta literaria de las novelas y relatos cortos del paquistaní Intizar Husain, mientras la poderosa narrativa del suizo Peter Stamm se nutre del alemán, en lugar de su familiar dialecto germano.
Si Stamm está considerado uno de los autores más relevantes del panorama contemporáneo europeo, la ensayista estadounidense Marylinne Robinson ha sido receptora, entre otros, del premio Pulitzer y el Orange de ficción. Se trata de la única firma que repite candidatura para el Man Booker Internacional, entre una lista en la que figura el chino Yan Lianke, ganador de los principales premios literarios en su país. Yan vio prohibido uno de sus libros en el que explora las dificultades para los portadores del VIH (la traducción inglesa fue publicada más tarde en el mercado foráneo), al igual que Vladimir Sorokin fue objeto de veto al inicio de su carrera. Hoy es uno de los autores más populares de Rusia y se ha ganado un público en el extranjero gracias a The Ice Trilogy.
Completan el panel dos virtuosos del relato corto, el canadiense de origen croata Josip Novakovich y la estadounidense Lydia Davis, junto a las más joven candidata en el recorrido del Man Booker Internacional: la francesa Marie NDiaye, quien a sus 45 años ya cuenta con una dilatada carrera como novelista y dramaturga, y la recepción del premio Goncourt.
Una gala nocturna, esta noche, en el museo londinense Victoria & Albert arropará el anuncio del veredicto del Booker sobre esa lista de diez autores procedentes de nueve países. Y que, independientemente de la mayor o menor proyección internacional de sus obras, reinan todos en sus propios universos.
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.