Viaje al miedo

En Cat Run (2011), la anterior película como director del también intérprete John Stockwell, la española Paz Vega encarnaba a una prostituta y madre soltera, de nacionalidad andorrana, que tenía que huir de un escándalo político recorriendo escenas de acción con un bebé en brazos. Tan pintoresca propuesta no llegó a estrenarse en nuestro país, pero sí lo han hecho los suficientes títulos de la poco distinguida filmografía de Stockwell –entre ellos, Turistas (2006) e Inmersión letal (2005)- como para extraer la conclusión de que el gusto por los bikinis y la ley del mínimo esfuerzo en cuestiones de puesta en escena parecen las principales señas de identidad de su toque. Marea letal aporta 114 minutos de metraje para reafirmar esa idea y ni un solo detalle para ponerla en cuarentena.

Halle Berry y Olivier Martínez encarnan en Marea letal a un matrimonio, formado por submarinista y camarógrafo, enfrascado en la realización de documentales sobre tiburones blancos. Tras un acontecimiento traumático, la pareja se separa… hasta que la propuesta de un excéntrico y agresivo millonario les reúna de nuevo en un viaje condenado a reiterar la tragedia y, mecánica de guión obliga, propiciar la expiación. Stockell integra en su montaje tomas documentales pensando en la verosimilitud del conjunto, pero no parece reparar en la distancia que provocan las distintas calidades y texturas de imagen en juego. Lo más reprobable de la película llega en el desenlace, con ese clímax en plena noche donde el arbitrario ensamblaje de los planos convierte en ilegible una acción habitada por personajes con menos desarrollo que una artemia.