Retroalimentación adolescente
Lisa Azuelos, directora de la película original y también de esta versión hollywoodiense, otorga importancia a lo que no lo tiene
Una de las pocas virtudes de la película francesa Lol (2008) era que, más allá de su tentativa por visualizar en la pantalla el lenguaje, la efervescencia, el ritmo, la esencia y la (in)cultura del nuevo lenguaje de los mensajes telefónicos y la comunicación a través de las redes sociales, lograba demostrar, aunque sólo a ratos, que en el seno de la familia contemporánea muchas veces los comportamientos de los hijos adolescentes y los padres con ansias de juventud perpetua no eran demasiado disímiles. Como si la tontería juvenil tuviera un efecto retroalimentador en el hogar y, a pesar de sus errores, los hijos parecieran por momentos más maduros que sus padres. Sin embargo, Lisa Azuelos, directora de la película original y también de esta nueva versión hollywoodiense a mayor gloria de Miley Cyrus (su padre es uno de los productores), parece haberse imbuido de aquel espíritu en Lol, el remake, otorgando importancia a lo que no lo tiene tanto, y quedándose en la vana superficie: es decir, tratando como una adolescente el nada banal universo dramático, sentimental y aventurero de los adolescentes.
LOL
Dirección: Lisa Azuelos.
Intérpretes: Miley Cyrus, Demi Moore, Jay Hernández, Douglas Booth, Ashley Hinshaw.
Género: romance juvenil. EE UU, 2012.
Duración: 97 minutos.
Azuelos, hija del mito de la canción Marie Laforêt, demuestra cierto gusto para la elección de las músicas (Miley no canta), pero se excede en sus ralentís y en sus páginas de transición al ritmo de las canciones (Keane suenan aún más blandos entre tanto mohín), dejando su película en poco más que un lúdico ejercicio de hojeo de una revista de moda, en la que lo más enervante es el carrusel de tópicos que se monta Azuelos, francesa, para narrar el viaje de estudios de sus chicos estadounidenses a París: unas infernales casas de acogida donde se dan la mano la ingesta de caracoles y sesos, los paseos de las ovejas por la calle, las niñas con peinado a lo Juana de Arco y ¡las chicas con síndrome de Down!
Babelia
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