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Arte para reírse de la crisis

Artistas de España, Grecia y Argentina exhiben sus viñetas sobre la catástrofe económica La muestra se puede ver en el Cervantes de Atenas

'Las columnas griegas', una viñeta de Bernardo Erlich de febrero de 2012.
'Las columnas griegas', una viñeta de Bernardo Erlich de febrero de 2012.

La crisis, una desgracia para las sociedades que la viven, pero, a la vez, una fuente de inspiración para los maestros del humor. En una época de austeridad, el Instituto Cervantes de Atenas, el centro de la situación delicada del euro, ha tomado la iniciativa de recopilar viñetas de artistas de tres países que estuvieron o están pasando por graves dificultades para la exposición El cómic y la crisis. Son 42 obras de los españoles Bernardo Vergara y Manel Fontdevila, de los griegos Constantinos Papamijalópulos, Mijalis Dialinás y Petros Jristúlias y del argentino Bernardo Erlich (colaborador de EL PAÍS), que se exponen hasta el 13 de abril en la sede del instituto en Atenas.

Y aunque el humor es universal, la crisis tiene sus rasgos distintos en cada país. Por eso, las visiones de los artistas dialogan y se complementan en la muestra. “En Grecia, la crisis abarca todos los ámbitos de la vida. Aparte del consumo, ya es algo psicológico. Eso se refleja en que los dibujantes griegos han sido más filosóficos”, defiende el director del Cervantes de Atenas, Víctor Andresco. Erlich, a su vez, ha sido el encargado de darle a la crisis una mirada extraeuropea, y experimentada. "Fui víctima de la crisis en Argentina y la veo muy parecida a lo que está sucediendo en Europa. En el momento en el que dibujo, me siento en el mismo lugar que mi lector", afirma. El dibujante compara el humor con una navaja suiza, es decir, algo que te puede ayudar en muchas situaciones. "Es una gran compañía y una herramienta indispensable en estos días, sirve para que uno atraviese la vida de mejor manera", sostiene Erlich.

Los trabajos expuestos, que hablan de la crisis en los dos países europeos, están traducidos para que sean entendidos por griegos e hispanohablantes. Pero a veces, ni siquiera hace falta la traducción, por que el dibujo tiene una comprensión universal. “Muchas de las viñetas hablan de personajes que en España son muy conocidos, pero en Grecia, menos. Aún así, la gente las entiende y se ríe igualmente”, cuenta Andresco.

Para complementar la exposición, el instituto organizará la mesa redonda El arte analógico en la época digital, en la que artistas y especialistas intercambiarán sus puntos de vista sobre varios aspectos de la relación entre el cómic y la sociedad, como la nueva era tecnológica. "Lamentablemente, cuantos mayores son los problemas que uno tiene para mirar, mayores son las posibilidades de hacer humor sobre ello. Son una fuente de inspiración, aunque también de padecimiento. Por un lado, te da material de trabajo. Pero por otro, te acorta la vida", reflexiona Erlich.

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