Cocineras en guerra contra el cáncer
Seis chefs con estrella se alían en la campaña de una fundación para investigar sobre nutrición y oncología
“Nos enfrentamos a la enfermedad con esta acción de solidaridad y con muchas más. ¡Somos valientes, podemos con el cáncer!”. La cocinera Susi Díaz (del restaurante de Elche La Finca) se mostraba así de vehemente en Madrid, al igual que sus cinco colegas —de distintos puntos de la geografía estelar española—, mientras preparaban en los fogones de El Chaflán los platos para una jornada culinaria benéfica. El objetivo: recaudar fondos para luchar contra el cáncer de mama. Y la guerrera (ha superado dos ataques de la enfermedad) que llamó a las chefs al campo de batalla es Sandra Ibarra.
A través de la fundación que lleva su nombre, la exmodelo ha creado unas becas para la investigación sobre el cáncer y, convencida de que “la nutrición es clave en la prevención y en la mejoría de las personas que lo padecen”, ha encontrado en las mujeres cocineras unas aliadas para demostrar los efectos positivos del buen comer y de la dieta mediterránea (ya Patrimonio de la Humanidad). “Entre 6.000 y 14.000 personas con cáncer sufren problemas de obesidad. Muchos pacientes se dejan llevar y no se alimentan bien”, apunta Ibarra.
“Hay que comer más verduras y fruta, más pescado y menos carne. Hay que aligerar las grasas. Y más productos naturales y menos precocinados industriales”, repiten como un mantra las amazonas de la gastronomía saludable. Y sus propuestas van en esa línea: la alicantina Susi Díaz propone una ópera de foie con galleta de pan y “toques optimistas de oro”; la gallega Beatriz Sotelo (A Estación), que perdió a su abuela el año pasado por un cáncer de mama, una tapa de salmón marinado y ahumado, con requeixo de A Capela y encurtidos; la mallorquina Macarena de Castro (Jardín), recupera una antigua receta de una payesa, una coca de champiñón con mejorana; la catalana Fina Puigdevall (Les Cols) ensalza las virtudes del alforfón (fajol), convertido en espagueti sobre un nutritivo caldo; la vasca Aizpea Oihaneder (Xarma) opta por un yogur casero con migas ibéricas y bocados de Idiazábal y la leonesa Yolanda León (Cocinandos) corona con cecina crujiente un bollito chino de pan al vapor.
El riojano Juan Ángel Rodrigálvarez (Pastelería Viena), cómplice por haber sufrido en la familia el zarpazo del cáncer, pone el punto dulce con trufas de vino y un postre de almendra, vainilla y chocolate y reclama en pastelería “reducir azúcar, mantequilla y harina”.
Babelia
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