‘La Bohème’, en versión fotonovela

Una joven pareja de turistas franceses leía con atención, el sábado por la mañana, una fotonovela que recogieron gratis en la Plaza de San Marcos. Parecían más interesados en las fotografías que en admirar la multitud de máscaras que estos días desfilan en el famoso carnaval veneciano. En sus manos había caído la nueva invención del Teatro de la Fenice para atraer como abeja al panal a quienes nunca han comprado un billete para ver un espectáculo de lírica: la trágica historia de amor de la modista Mimì y el poeta Rodolfo, protagonistas de La Bohème, narrada en 14 imágenes.

Las 10.000 copias distribuidas el 9 de febrero en restaurantes, bares y centros de información desaparecieron como pan caliente. La idea corresponde a un ambicioso proyecto cultural. “La cultura no pertenece a una élite. Queremos decirle a la gente que vale la pena entrar al Teatro de la Fenice, porque la lírica ofrece la posibilidad de emocionarse. Y por qué no, divertirse, llorar, reír dos horas en un espectáculo nada banal. Queremos decirle a la gente que es mejor el teatro que la televisión”, explica el portavoz de La Fenice, Giampiero Beltotto, coautor de la iniciativa junto con el director general, Cristiano Chiarot.

La Bohème tiene todos los ingredientes para representar la cumbre de la ópera sentimental. Hay perdón y celos, amor y muerte. Narra las peripecias amorosas de Mimì, modista y el poeta Rodolfo. Gran parte se desarrolla en una paupérrima bohardilla del París del siglo XIX. Allí los jóvenes, que viven en la miseria se enamoran, discuten, se dejan, se reconcilian... Allí Rodolfo quema sus manuscritos para calentarse. Allí la chica muere de tuberculosis tras una larga agonía y la reconciliación con Rodolfo.

Cuando se decide poner en cartelera la ópera de Giacomo Puccini (Lucca, 1858-Bruselas, 1924) “las entradas se agotan en seguida”, según Beltotto. Entonces, por qué la idea de la fotonovela. “La Bohème interesa a todos, pero sobre todo a los jóvenes, que no crecieron con la fotonovela y ésta puede ser también un instrumento para la educación de una ópera sentimental”, responde.

El culebrón de Mimì y Rodolfo, en versión fotonovela es una síntesis de la ópera, vista el 9, 10, 11 y 12 de febrero. La escenografía de la París de 1830 ha sido imaginada por el director Francesco Micheli junto con el escenógrafo, Eduardo Sanchi. El vestuario ha sido creado por Silvia Aymonimo. El director principal del teatro veneciano, Diego Matheuz ha dirigido la orquesta y el coro. Desembarcó en Venecia en 2011 y desde entonces el público lo premia con aplausos y la crítica con generosos comentarios. “Es un joven con un talento único. Es una bomba lationamericana llena de emociones”, zanja Beltotto.