Pervivencia de Kafka

En una secuencia de este documental, valioso instrumento en la campaña para defender la inocencia del ciudadano filipino de padre español Paco Larrañaga, una entrevista al jefe de policía de Cebú aparece puntuada por un detalle revelador: frente a una pregunta incómoda, el rostro del entrevistado insinúa una esbozada sonrisa para, inmediatamente, echar balones fuera y cerrarse en banda ante cualquier posibilidad de comunicación con sus interlocutores. Es uno de los muchos instantes que apuntan a que, en efecto, algo huele a podrido en el proceso que condenó a pena de muerte, posteriormente conmutada por cadena perpetua, a un grupo de siete jóvenes filipinos por el asesinato y violación de las hermanas Marijoy y Jacqueline Chong, de 21 y 23 años, respectivamente. El documental aclara, antes de sus créditos finales, que se focaliza en la figura de Larrañaga por su relación de parentesco con el productor de la película y porque el eco mediático que ha recibido, a lo largo de este proceso que se ha prolongado 17 años, legitima su condición de emblema de una injusticia que afecta al resto de acusados en el caso.

Ríndete mañana sigue el caso Larrañaga desde sus orígenes hasta el presente y desvela un entramado de corrupción interiorizada que acaba estancándose en una situación de perfiles claramente kafkianos, pese a la presión del gobierno español y de organismos como Amnistía Internacional. En otro momento del documental, la madre de las víctimas estalla en inquietantes risas mientras afirma que sería capaz de matar al acusado. Las vinculaciones de la familia de las chicas desaparecidas con un clan del narcotráfico —el nombre del líder del clan es explícitamente borrado en la película, puede que por cuestiones legales— y el funcionamiento de una justicia sobornada y humillada aportan las claves para entender la letra pequeña de una transparente pesadilla de falso(s) culpable(s).