Agallas frente al tsunami
'Oh! Guts!' es la aventura de un pueblo pesquero nipón para revivir su industria
El pueblo pesquero de Ogatsu, en el noreste de Japón, fue arrasado hace un año tras el terremoto y posterior tsunami del 11 de marzo. Casas y negocios se fueron al traste, quedaron 10 de sus 300 barcos y perdió 235 personas en el desastre. No hubo más víctimas porque la gente de mar tiene instinto para huir de la costa ante el peligro. Ya afectado antes por el éxodo rural, ahora quedan solo 1.000 de sus 4.300 vecinos. Pero es un pueblo con muchas agallas. Por eso el nombre en inglés, Oh! Guts!, cuya pronunciación es similar a la japonesa de Ogatsu, ha bautizado su aventura de reconstrucción industrial y gastronómica. Una cooperativa de pescadores y voluntarios están recuperando la despensa marina que daba de comer a los lugareños y a los consumidores de fuera que degustaban el producto.
Situado en una recoleta y tranquila bahía, Ogatsu vivía de la acuicultura. Ostras (de gran tamaño), vieiras y ascidias salían de allí para terminar en mesas y restaurantes. El producto era muy cotizado, aunque a los pescadores les llegaba poco beneficio, porque los intermediarios hacían de cuello de botella. La gran ola se llevó ese poco, pero los impulsores de Oh! Guts! quieren devolverle el protagonismo a los pescadores y quienes manufacturan en origen el pescado y el marisco.
Takashi Tachibana e Hiromitsu Itoh son los fundadores de este kizuna (concepto japonés de vínculo colectivo). Tachibana, con estudios de ciencias políticas y carrera en Tokio en el negocio alimentario, se topó con la realidad de Ogatsu al trabajar como voluntario y conocer la experiencia del veterano pescador Itoh. Junto con el director del colegio (también engullido por las aguas), emprendieron la cadena de agallas. La sociedad que crearon (el pasado agosto) ya tiene unos 20.000 accionistas (incluso con socios fuera de Japón) y su meta es llegar en tres años a los 50.000. Venden a minoristas y mayoristas y quieren, según declaró Tachibana a Efe, “fomentar el turismo de pesca”, de manera que se rejuvenezca el sector de la pesca artesana con nuevos marineros y la gente pueda capturar en Ogatsu lo que lleve a sus cocinas.
El voluntariado ha resucitado el ánimo de los lugareños, que no paran en las iniciativas.Tubos plásticos fosforescentes iluminan por la noche el reconstruido centro comercial, a base de barracones. Las estanterías ya se van llenando de viandas y de marisco y pescado, la especialidad de la zona, según cuenta en twitter desde Sendai Ari-TV en su Tohoku Revival Calendar. Son muchos los seguidores que animan al pueblo japonés: “Ogatsu Fukkatsu Zettai-Katsu”, esto es: “Ogatsu se recupera y su gente nunca se rinde”. El puño apretado del logo de Oh! Guts simboliza esa fuerza.
Babelia
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