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El alma de Cinecittà

El fotógrafo Gregory Crewdson expone en la galería La Fábrica su último trabajo, realizado en los estudios de cine romanos

Para el fotógrafo estadounidense Gregory Crewdson (Nueva York, 1962), visitar los estudios de cine Cinecittà fue casi el cumplimiento de un designio. Al fin y al cabo, todo su trabajo anterior tenía mucho de cinematográfico: la creación de escenarios, la dramatización de situaciones, el uso de la luz... Todo ello está presente, sobre todo, en su proyecto Beneath the roses, en el que, entre 2003 y 2008, exploró la cara oscura del sueño americano.

Después de haber realizado su propia crónica sobre el universo del suburbio residencial de Estados Unidos, en 2009 decidió disparar su cámara por primera vez fuera de su país. El resultado es Sanctuary, una serie de 30 fotografías tomadas en Cinecittà, 12 de las cuales pueden verse hasta el 8 de octubre en la galería La Fábrica.

En Sanctuary, Crewdson pasea por las calles de los decorados de míticas superproducciones como Ben-Hur o Quo vadis y captura unos espacios que, a pesar de la total ausencia de presencia humana, adquieren una dimensión psicológica. Igual que en Beneath the roses nada es tan ordenado y perfecto como cabría esperar de un idílico barrio de clase media, la aparente perfección formal de los decorados de Cinecittà está cargada de melancolía. Nada es lo que parece. En Beneath the roses Crewdson se zambulló en lo más profundo de la psique americana para desvelar lo oculto, a veces inconfesable, de una inocente apariencia cotidiana. En su trabajo en Cinecittà, recorre los escenarios gloriosos de la antigua Roma, la Nueva York decimonónica o la Italia medieval, recreando espacios tangibles pero irreales, poblados de fantasmas que son los del propio observador.

Fotografía y cine se unen en la obra del fotógrafo: "Siempre me ha interesado la intersección entre ambos", señala. En esta ocasión abandona la ficción de sus trabajos anteriores para "conectar con la tradición de la fotografía documental". Por eso ha elegido el blanco y negro en Sanctuary, un trabajo que define como "una carta de amor" a la historia de la fotografía. Así lo explica también el crítico de arte Craig Burnett: "Podríamos pensar en Eugène Atget y, medio siglo más tarde, en Brassaï, ampos paseando por las calles de París, parándose para fotografiar escaparates, pasadizos misteriosos, puertas cerradas y escaleras que parecen llevar a ninguna parte. Crearon los motivos que definen mucho de la fotografía urbana hoy en día. Walker Evans encontró belleza y significado en el tejido de una América que agonizaba por salir adelante, y su trabajo es una importante referencia para Crewdson. La tradición del fotógrafo como buscador y paseante está en Sanctuary desde sus inicios, puesto que la naturaleza del proyecto se le ocurrió en su primera visita: escribiría una carta de amor a esos augustos predecesores con un trabajo en blanco y negro y modesto en escala".

Gregory Crewdson descubre en Cinecittà destellos de una gloria pasada, el abandono tras la decadencia de uno de los periodos más esplendorosos del cine italiano.
Gregory Crewdson descubre en Cinecittà destellos de una gloria pasada, el abandono tras la decadencia de uno de los periodos más esplendorosos del cine italiano.GREGORY CREWDSON
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