Enric Palau: "Los artistas hoy son más eficientes"
El codirector del Sónar explica cómo organizar un festival en una ciudad no-electrónica
Es uno de las tres cabezas pensantes que han conseguido que el Sónar llegue a la edición décimoctava con una salud de hierro y un futuro consolidado. Enric Palau es más que un booker o un explorador de las tendencias musicales, busca el riesgo a la hora de programar. Y se nota.
Pregunta. ¿Cómo se hace un festival de música electrónica en una ciudad que no es techno?
Respuesta. En Barcelona hay un tipo de debate sobre si existe escena o no. Pero puede haber propuestas interesantes sin haber escena. El mismo Steve Reich, que es el músico minimalista más importante, no está rodeado de una escena, y es el mejor. En cambio, Brooklyn tiene muchos clubes pero no tiene ningún estilo artístico. Las escenas se dan de manera espontánea, y si no hay no pasa nada.
P. ¿Lo tienen más difícil que antes los músicos de electrónica?
R. El artista tiene que trabajar más directamente las herramientas para conectar con su público (Facebook, Soundcloud, Mixcloud). Hay que decir que los artistas cada vez son más eficientes. Hoy son así. Además, los artistas están en condiciones de igualdad en todo el mundo. Una cosa hecha aquí tiene que tener un mercado global, esto se tiene que ver. Tiene más opciones de salida Cabo San Roque o El Timbe que no los grupos pop de aquí.
P. ¿Y sería más sencillo crear el Sónar hoy que hace 18 años?
R. No sería más fácil montar el Sónar hoy. Sería diferente. Entonces (en 1994) era arrancar una cosa radicalmente nueva, incluso la idea de festival era una novedad. Nosotros buscábamos la originalidad. El Sónar empezó en un momento en que la transversalidad de formatos arrancaba. Y en estos últimos años la tecnología ha democratizado el acceso al arte. Nos preguntamos qué tendría que nacer ahora y respondimos con el Sónar Kids. La democratización del acceso a la música ha llegado a todos, pero a la infancia todavía no. La educación va todavía por detrás y los niños todavía van con la flauta de madera, que está bien, pero no es sólo esto.
P. ¿En qué ha cambiado el mundo de la música electrónica?
R. Hoy los DJ se han dado cuenta de que hay que ofrecer algo más. Plastik Man, Steve Aoki o Boys Noize lo han sabido hacer. Aparte de ofrecer la música están dispuestos a hacer espectáculo. Ya vienen con proyectos muy, muy construidos, con un gran despliegue técnico, con imágenes.
P. ¿Cómo hacen para crecer? ¿Cómo mantienen la tensión por la novedad?
R. Tenemos una curiosidad vocacional, personal de festival como si dijéramos. No hacemos una lista del mejor del año, esto no nos interesa. El concierto de máquinas de coser de Martin Messier no saldrá a los 40 Principales, pero lo ofrecemos.
P. El tecno todavía tiene la etiqueta de música pedante.
R. No es una apuesta académica la de este festival. Es lúdica. La etiqueta electrónica puede alejar al público que no es cercano, pero ofrecemos propuestas que están fuera de la esfera habitual tecno, como Nicholas Jaar o The Human League.
P. ¿Pero hay artistas que vienen más a menudo? ¿Hay marca Sónar?
R. Como festival sí que tenemos una curiosidad Sónar. Está claro que tienes en cuenta que los artistas sean o no conocidos. Sí que hay 'artistas Sónar', hay incluso los que tienen carreras paralelas a nosotros, como Carsten Nicolai o Rijoi Ikeda, o Buraka Som Sistema. Por ejemplo, una artista como M.I.A. hizo su primera actuación en España en el Sónar.
P. ¿No se ha hecho demasiado grande este festival?
R. Es un gran festival de más de 150 artistas en 3 días que mueve más de 70.000 personas. Queremos explicar a la gente qué hacemos, qué experiencias ofrecemos, y que sea todo cómodo. Hay una medida que nos gusta y que hace una década que tenemos establecida. De hecho, en el Reino Unido dicen que nosotros hacemos un festival boutique.
Babelia
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