La cita madrileña con la moda arranca con Ángel Schlesser y Ágatha Ruiz de la Prada

Dos propuestas radicalmente opuestas, la de Ángel Schlesser y la de Ágatha Ruiz de la Prada, han abierto esta mañana la XLI edición de Pasarela Cibeles, en la que 28 de los más destacados diseñadores españoles presentarán durante cuatro días sus colecciones para el otoño/invierno 2005-2006, con un presupuesto de cuatro millones de euros. El parque ferial Ifema, donde se celebra la pasarela, ha instalado una pantalla gigante en el Centro Comercial Madrid-2 La Vaguada, que ofrece en directo los desfiles.

En la primera jornada dedicada a los diseñadores de la Asociación de Creadores de Moda de España, la presidenta de Madrid, Esperanza Aguirre, acompañada de Ana Botella y de Pilar del Castillo, han presenciado desde las 11.00 horas un desfile en el que el cántabro Ángel Schlesser no se ha arriesgado nada y ha optado por presentar propuestas de líneas muy clásicas. En resumen, Schlesser propone una mujer urbana con faldas que descansan sobre la rodilla, camisas con pecheras y mangas farol, corsario o kimono, pero también camisería de inspiración clásica. Verde musgo, marrón, rosa palo y negros han sido los colores utilizados en unas prendas en las que han destacado los conjuntos de abrigo y vestido de cortes limpios y ajustados a la silueta, los cortes imperio y las cinturas plisadas en faldas, que regresan a la línea A y se sitúan en la rodilla, y en pantalones de línea masculina.

Unas joyas en corazón

Muy espectaculares las amplias chorreras de las camisas de Schlesser. Por su parte, la siempre colorista y alegre Ágatha Ruiz de la Prada ha buscado su inspiración esta temporada tanto en los países del este, sobre todo la gélida Rusia, como en los pueblos latinoamericanos. Y el resultado ha sido una combinación folk y pop, con faldas largas, frunces, ponchos, flecos, junto a formas geométricas, colores primarios, topos, rayas y los clásicos iconos de la diseñadora. A estas tendencias se une la sastrería, tanto en trajes pantalón como en los de chaqueta y tipo smoking, y la inspiración hípica en pantalones ajustados a media pierna o metidos por las botas. La diseñadora madrileña ha presentado también su nueva colección de joyas, en la que dominan los corazones de plata, motivo con el que ha adornado el escenario en un día muy apropiado para ello, como es el de San Valentín.

Ya por la tarde, el primero en desfilar ha sido, a las 15.00 horas, el veterano Elio Berhanyer, que en 2002 recibió la Medalla de Oro a las Bellas Artes. Berhanyer ha colaborado para esta colección con Roberto Diz, que le ha dado un toque canalla, gótico y más vanguardista. Ambos diseñadores han apostado por el predominio del negro y los lazos como adornos en cualquier parte de las prendas. Con fuerte influencia de la moda española del siglo XVII, que reaparece como clásico del siglo XXI, Berhanyer y Diz han ofrecido un desfile en el que sobresalen especialmente los vestidos de noche y las prendas realizadas en piel de cordero del Himalaya, zorro, visón y astracán.

A las 17.00, ha llegado lo más interesante del día, Devota & Lomba, que ha confirmado la trayectoria ascendente que inició hace ya varias temporadas. En la colección, que deja ver claramente el acertado camino por el que transcurre la creación de Modesto Lomba, han destacado las figuras que se desprenden de la cintura, la desestructuración de las líneas, los grandes pliegues y una apuesta clara por los chaqués asimétricos, deshilachados y multifuncionales, y por las pieles de astracán. En cuanto a colores, el blanco y el negro, iluminados por amarillos y morados, en un desfile en el que no ha faltado un guiño a San Valentín en los adornos de corazones metálicos, y en el que merecen especial atención las estolas, pequeñas capitas y toreras de aire retro.

Lomba, con Madrid 2012

Todo ello ha contribuido a crear una de las colecciones más sofisticadas de Lomba, que en su desfile se ha olvidado de las líneas urbanas y ha apostado por el glamour, tanto para la mujer como en su colección de hombre, en la que han destacado sus abrigos, con remates interiores en raso, y sus ligerísimas camisas. Lomba, que ha promocionado Madrid 2012 vestiendo una camiseta olímpica, ha sido muy aplaudido por el público, que ha llenado todo el día las gradas del pabellón número uno de Ifema. Javier Larráinzar ha mostrado su colección a las 19.00, en la que ha insistido nuevamente en abandonar lo urbano. Estas unas creaciones son, según el diseñador madrileño, "las más sofisticadas y de alta costura" que ha hecho". Apuesta por recargadas prendas con encajes y pedrerías y por los largos trajes de noche y de fiesta.

Por último, a las 21.00, ha cerrado el día otro de los diseñadores que más ha convencido: Roberto Torretta. Este diseñador también ha evolucionado hacia líneas menos convencionales y ha querido "ir más allá" con su colección. Según Torretta, si hay que buscar alguna referencia en su colección sería la costura de los años 50, con predominio del estudio de los volúmenes en vestidos y faldas, por la rodilla, que son sus prendas fetiches, junto a grandísimos cuellos. Las faldas son de cinturas muy marcadas que adquieren luego amplios volúmenes e incluso algunas de ellas llevan can-can. En esta colección, en crudo y en amplia gama de grises, ha trabajado mucho "las texturas de los tejidos", como los algodones con hilos metálicos o los cueros oxidados con reflejos en plata.