El estadounidense Night Shyamalan lleva sus miedos a San Sebastián
La sección competitiva arranca de manera tibia con la película danesa 'Brothers', de Susanne Bier, y la francesa 'Clandestino', de François Dupeyron
El director estadounidense de origen indio Night Shyamalan, cuya proyección internacional arrancó con El sexto sentido, ha presentado esta tarde en San Sebastián su nueva película, El bosque, una fábula de resonancias medievales en la que explota los ancestrales "miedos del ser humano" a lo desconocido.
En El bosque, Shyamalan vuelve a adentrarse en el género fantástico y sitúa la acción en una aislada comunidad de Pensilvania, rodeada por un lúgubre bosque en el que habitan unas criaturas misteriosas. El romance de dos de los jóvenes de la comunidad, Ivi (Bryce Dallas Howard) y Lucius Hunt (Joaquin Phoenix), cambiará para siempre el futuro del pequeño pueblo. En la película, en la que el director explota el "miedo" a lo desconocido, son claros los referentes a otras películas del género como El pacto de los lobos, en la que Christophe Gans recreaba las leyendas licantrópicas que circularon en la Francia del siglo XVIII durante el reinado de Luis XV.
En una entrevista concedida a un grupo de periodistas, el propio director ha reconocido que su filme "es más de suspense que de terror", en la línea de El exorcista, Repulsión, Diabólicas o El proyecto de la bruja de Blair, ésta última definida por Shyamalan como "un proyecto de ensueño". Aunque también pueda haber similitudes con realidades como las comunidades de cristianos menonitas de EE UU, más conocidas como Amish, Shyamalan "no quería hacer una película sobre una comunidad religiosa, sino que el pueblo que aparece en 'El bosque' se basa en los valores que ellos creen que se ha perdido por culpa de la espiral materialista que nos rodea".
La sección oficial
El director no ha ocultado su "simpatía" por sus personajes, a los que da "todas las razones emocionales", al tiempo que ha confesado que sus proyectos nacen del "deseo de que nuestras vidas no sean tan aburridas y del misterio que rodeaba a los mayores cuando contaban por la noche historias a los niños". Después de haber hecho pasar miedo a millones espectadores de todo el mundo con El sexto sentido, era casi obligado preguntarle por sus "miedos personales" y tras un largo circunloquio, Shyamalan ha admitido: "Siempre tengo miedo a ser una persona normal y corriente y al mismo tiempo a destacar entre los demás, pero, sin duda, tengo miedo a la soledad".
Shyamalan ha clasificado a sus maestros cinematográficos en dos grupos: "Aquellos que me enseñaron a sobrevivir, como Spielberg o Lucas, y los que me transmitieron su estilo como Hitchcock o Kubrick". El director estadounidense no ha atribuido la escasa presencia de escenas de amor o sexo en sus filmes a una causa concreta, pero ha señalado la idea de introducir un romance en El bosque partió de Cumbres borrascosas. "Siento gran libertad para hacer cualquier cosa que me apetece, como una película de terror, una romántica e incluso una de humor, pero siempre con mi acento y mi tono, que tiene mucho que ver con el suspense y el retorcimiento", ha subrayado.
Mientras, la sección oficial ha arrancado de manera tibia con la proyección de la película danesa Brothers, de Susanne Bier, y de la francesa Clandestino, de François Dupeyron, que en 1999 ya se alzó con la Concha de Oro. Las dos tienen como trasfondo temas de actualidad. En Brothers, su directora narra la historia de un militar danés enviado a Afganistán en misión de ayuda. Lo que allí le toca vivir marcará trágicamente su destino y el de los suyos. Por su parte, Clandestino narra las vicisitudes de una mujer, encarnada magistralmente por la actriz Marie Payen, que encuentra en el maletero de su coche a un inmigrante turco sin papeles. A pesar de las barreras, se establece entre ellos una hermosa relación.
Babelia
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