Mel Gibson no permite al Vaticano que vea 'The passion' antes de su estreno
El actor y director alega que aún no ha terminado el montaje, en el que quiere atenuar su dureza
El actor y director australiano Mel Gibson no hará una proyección previa en el Vaticano de su polémica película The passion of the Christ, porque aún no ha terminado el montaje y pretende atenuar la dureza de algunas imágenes. El Vaticano había solicitado a los productores estadounidenses del filme una copia de la cinta para poder proyectarla hoy a puerta cerrada y sin prensa ante un grupo de cardenales expertos en cristología. Estos cardenales participan en un seminario sobre Cristo y el cine, organizado por los Pontificios Consejos de la Cultura y de las Comunicaciones Sociales.
Sin embargo, el presidente del Festival Internacional de Cine Espiritual Tertio Millenio, Andrea Piersanti, vinculado a esos Consejos de la Santa Sede, ha anunciado que esa proyección no tendrá lugar. "La negociación con Gibson se mantuvo hasta ayer por la noche y de nada ha servido la mediación del distribuidor italiano del filme", ha explicado Piersanti, ya que a última hora de ayer llegó un mensaje de los productores estadounidenses en el que declaran que todavía no están preparados.
La explicación es que Gibson, todavía trabaja en el montaje, con la intención de paliar la dureza de algunas imágenes de la cinta, dirigida por el también actor australiano y que cuenta las últimas horas de la vida de Jesucristo, con la participación de Jim Caviezel en el papel protagonista y de Mónica Bellucci como María Magdalena.
Su proyecto más personal
La película, que ha sido rodada integramente en Matera, al sur de Italia, y en los estudios de Cinecittá, nace rodeada de una fuerte polémica en sectores judíos, que han apuntado su preocupación ante las informaciones de que el filme les muestra como los culpables de la muerte de Jesucristo. El hecho de que Gibson no haya querido prestar una copia para su proyección en ese ámbito vaticano es "una pena", según Piersanti, "porque la ocasión era perfecta, al haber sido vista por expertos de universidades católicas reunidos en el seminario para hablar de la representación de Cristo en el cine".
"Hubiera sido una ocasión espléndida para poner fin a la polémica sobre el presunto contenido antisemita de la película", según el director del Festival de Cine Espiritual, mientras un representante de la distribuidora italiana, Stefano Dammico, ha señalado, no obstante, que esperan "poder organizar esa proyección en el Vaticano en las próximas semanas".
Gibson, muy conservador y católico, ha gastado en su proyecto más personal y conflictivo 25 millones de sus dólares. El filme, con diálogos en arameo y latín y sin subtítulos, se estrenará en marzo de 2004.
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