Delfín: "No vamos a permitir que un acto creativo se convierta en político"
El diseñador denuncia un "intento de censura" y explica que se inspiró en el surrealismo
El pintor y diseñador David Delfín, autor del desfile que cerró la pasarela Cibeles con modelos encapuchadas y una soga al cuello mientras se escuchaba el sonido de un orgasmo, ha negado cualquier relación entre su colección y el intento de frivolizar el mal trato a las mujeres del que se le acusa desde los partidos y las asociaciones de mujeres.
Delfín, que ha ofrecido esta mañana una rueda de prensa para defenderse de la polémica suscitada por sus diseños, ha señalado que no se arrepiente "de nada" y que la firma que lleva su nombre "no va a permitir que un acto creativo se convierta en un acto político".
El diseñador, acompañado de los miembros de la marca David Delfín y la modelo Bimba Bosé, imagen de la firma, ha subrayado que no quiere entrar en la polémica, al tiempo que ha explicado que la puesta en escena de su colección no tiene nada que ver con la violencia doméstica, el sadomasoquismo o los burkas, sino que está basada en el mundo de los sueños, con referencias culturales al surrealismo de Dalí y Buñuel y en el cuadro Los amantes de Magritte, en el que aparecen personajes sin identidad con las caras tapadas.
De inspiración surrealista
El diseñador ha reconocido que se produjo un fallo técnico en el diseño de la iluminación, del que se ha responsabilizado, ya que la causa de que las modelos no vieran por donde desfilaban, lo que produjo numerosos tropiezos y los abucheos del público, no fue las capuchas que llevaban sino un foco que las deslumbraba.
Delfín ha indicado que en las pruebas previas, las modelos "una por una" se probaron los velos y aseguraron no tener ningún problema con ellos, si bien nada más iniciarse el desfile los miembros de su equipo se dieron cuenta de que la luz que habían elegido "no era la más apropiada para esa puesta en escena". Intentaron cambiar la iluminación pero no fue posible, según Gorka Postigo, regidor técnico del pase, por lo que optaron por pedir a las modelos que se quitaran las capuchas y cada una reaccionó como quiso.
El diseñador ha considerado la polémica "un intento de censura y un ataque a la cultura" pero no hacia él. "Y la cultura se defiende sola", ha apostillado. En este sentido, ha calificado de "exagerada" la reacción del PP y del PSOE que han hecho un llamamiento para boicotear su firma, al considerar que es un boicot a una propuesta artística y un atentado contra la libertad de expresión. A este respecto, ha manifestado su sorpresa al leer la prensa y ha ironizado al señalar: "Nos reíamos y decíamos que estos que nunca se ponen de acuerdo en nada, están de acuerdo en este tema".
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