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SANFERMINES 2002

Un toro rezagado crea peligro y emoción en el cuarto encierro

La carrera, de más de seis minutos de duración, se salda con un herido leve

El cuarto encierro de los Sanfermines de 2002 ha resultado largo, con seis minutos y medio de duración, pero sobre todo emocionante por el peligro que ha creado un toro rezagado que se ha caído y que incluso ha deshecho parte del recorrido. A pesar de todo, sólo ha resultado herido leve un joven pamplonés, J.G.B., de 31 años, que presenta heridas de carácter leve. El joven se encuentra en el Hospital Virgen del Camino a causa de una luxación del hombro izquierdo, pero será dado de alta en las próximas horas.

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La manada de los Hermanos Gutiérrez-Lorenzo, compuesta por sólo cinco animales, ha salido puntualmente a las 8.00 de la mañana de los corrales de Santo Domingo encabezada por uno de los astados, que pronto se ha visto acompañado por un hermano para recorrer así la totalidad de la cuesta, en la que se han hecho algunos derrotes.

A la entrada de la plaza del Ayuntamiento un mozo ha sido arrollado por uno de los toros y sobre él ha pasado parte de la manada, mientras que el resto de este tramo ha resultado limpio. En el acceso a la calle Mercaderes se han repetido los resbalones de días precedentes, lo que ha provocado que alguno de los morlacos cayera al suelo y el grupo comenzara ya a romperse, con un toro definitivamente perdido del resto al tomar la curva de la Estafeta en la que quedó tumbado durante unos segundos.

En la calle Estafeta la manada ha corrido con dos toros en cabeza que han realizado sin problemas el recorrido hasta la plaza y han permitido el lucimiento de los mozos ante sus astas. Los demás gutiérrezlorenzo hacían mientras este tramo totalmente separados, con uno de ellos caído sobre la calzada y que al levantarse se ha girado, ha mirado a los corredores pero sin llegar a arrancarse contra ellos hasta llegar al vallado al final de esta calle.

La inconsciencia de los mozos

Finalmente el astado ha llegado a la plaza y en el callejón de acceso ha superado en su carrera a otro de sus hermanos que ha caído en este punto y ha permanecido sobre el suelo un par de minutos lo que ha creado momentos de peligro.

Los pastores intentaban con sus varas levantarlo, al mismo tiempo que frenaban el acceso de nuevos mozos al lugar para así poder cerrar la puerta. Con la ayuda también de la Policía Foral, y pese a la inconsciencia de algunos corredores ante la situación, finalmente el animal se ha levantado, pero en lugar de entrar al coso ha sorprendido a los presentes saliendo de nuevo a la calle en un acto sin precedentes.

Así, ha conseguido retroceder hasta la mitad del tramo de Telefónica donde, finalmente, un mozo le ha reconducido hacia el albero en el que ya los dobladores con sus capotes se han encargado de llevarle hasta chiqueros.

El encierro, en la calle Estafeta.
El encierro, en la calle Estafeta.REUTERS
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