Los jóvenes diseñadores cierran la pasarela Cibeles

Los jóvenes diseñadores se van abriendo camino en la Pasarela Cibeles y hoy les ha tocado a ellos presentar su propuestas para el otoño-invierno 2002-2003. Ailanto y Miriam Ocariz han abierto los desfiles. Después, Guillermo Torino, Por Fin!, Alma Aguilar, Yohuate, Jorge Vázquez y Macarena Kindelán. Y como cierre, Montesinos Alama.

El valenciano Francis Montesinos ha querido rendir un homenaje a la moda española y a Balenciaga en un desfile en el que ha prescendido del espectáculo con el que habitualmente clausura Cibeles, ya que el diseñador perdió hace dos días a su único hermano.

Montesinos ha puesto fin a una intensa y larga edición de Cibeles en una jornada de nervios para los jóvenes diseñadores, que con estilos y formas muy diferentes han traído nuevos conceptos con los que han alegrado la pasarela.

En un escenario lleno de flores, Montesinos ha presentado Carta de amor, colección en la que reflexiona sobre el legado de Balenciaga y reivindica la moda como expresión artística, y lo hace a través de los fuertes "rosas Balenciaga", del estampado floral que propone para esta temporada y que imprime en gasas, sedas, muselinas, lanas, puntos y telas tejanas.

Formas evasé, volantes al bies, cinturas muy marcadas y los puntos sugerentes o sueltos, industriales y a mano, y de fuertes rojos y amarillos, han destacado en un desfile lleno de envolventes chales bordados de gasa y largos flecos, tanto para mujer como para hombre, al que ha vestido bajo las mismas pautas.

Como novedad ha tratado el tejano reversible de falso ante y ha dado importancia a la gama de morados y berenjenas.

Iñaki Muñoz y Aitor Muñoz, Ailanto, han iniciado la jornada en un desfile conjunto con Miriam Ocariz, con la que han coincidido en vestir de suave rosa a los hombres, y en apostar por el color.

En una versión urbana de la ropa deportiva, los Ailanto han reproducido paisajes de la naturaleza, con árboles, hojas, flores o galgos estampados y han hecho una importante apuesta por los pantalones tipo bombacho recogidos en el tobillo.

Mirian Ocariz ha jugado con telas dibujadas y serigrafiadas, con líneas, lágrimas o cadenas. Algunas prendas tienen aires románticos, con mangas farol, pecheras pintadas, mientras que en otras opta por los marineros o por faldas de bajos asimétricos, que en ocasiones acompaña con pantalones.

Más agresivos han sido Guillermo Torino y Por Fin!, que han cuidado de modo especial la puesta en escena de sus colecciones. El primero, de origen argentino, ha rendido homenaje a latinoamérica con prendas "dramáticas en negro y oro", y formas arquitectónicas, y trato "la España profunda en dualidad con la que quiere salir y huir de tópicos".

Mujeres con pañuelos y largos abrigos negros se desvisten para presentar alegres y ricos trajes de noche, en un desfile en el que el diseñador no ha sacado a las modelos más delgadas, "mi inspiración es mi mujer que usa la talla 48".

En un pase que ha recordado los iniciales de Duyos-Paniagua, PorFin! Ha presentado una colección juvenil y deportiva "Regla y Compas", en la que resaltan los objetos geométricos, que se superponen dando diferentes dimensiones a los tejidos. En su mezcla de texturas y telas, domina por encima de todos el denim, sobre todo en los anchos pantalones para ellos.

Romántica, con una estética de los 40, 50, sobre todo en los pantalones de amplios pliegues, en Alma Aguilar ha predominado el negro y el rosa palo, lo femenino y sensual, así como el estampado de grandes plumas, mientras que Yahuate ha tenido tres colores bases, burdeos, teja y petróleo, que cambian de tonos dependiendo de los tejidos de franela, lana, gasa o punto.

Esta diseñadora ha contado con la compañía de danza Losdedae para la puesta en escena de prendas asimétricas, sin cortes laterales pero con otros que dan movimiento.

Con solo 29 años, Jorge Vázquez ha apostado "por lo artesanal, lo sobrio y no agresivo, con tintes románticos y alejado de vanguardismos", reconoce el diseñador que ha trabajado el cachemir reversible cosido a mano, bordados manuales y materiales nobles en una inspiración "muy británica, pero con toques de ingenuidad. Quiero que parezcan prendas recuperadas del baúl de la abuela, por las que ha pasado el tiempo".

De la mano de Macarena Kindelán ha llegado la Magia de los cuentos a Cibeles. Brillo, color y detalles de puntillas, visón o terciopelos bordados en prendas que van desde los cortes medievales hasta los actuales. Una de sus apuestas es la mezcla de todo tipo en la misma prenda, que se compone a la vez de varias prendas.