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La mayoría de países incumplirá el plazo para presentar sus nuevos planes climáticos ante Naciones Unidas

Solo siete países han enviado sus programas de recorte de emisiones a la ONU a diez días de que se cumpla la fecha límite

Central eléctrica de carbón de Jaenschwalde Alemania
Central eléctrica de carbón de Jaenschwalde, en Alemania, en una imagen de octubre de 2024.Matthias Schrader (AP)
Manuel Planelles

El 10 de febrero termina el plazo que tenían los 195 países miembros del Acuerdo de París para presentar ante Naciones Unidas sus nuevos planes climáticos de recorte de emisiones de gases de efecto invernadero, las denominadas “contribuciones determinadas a nivel nacional”, más conocidas en las negociaciones internacionales sobre calentamiento global por sus siglas en inglés: NDC. Pero a falta de diez días para que termine ese plazo, tan solo siete Gobiernos han enviado esos programas a la ONU. Y uno de ellos —Estados Unidos— es como si no lo hubiera hecho, porque fue la anterior Administración demócrata la que envió su NDC en diciembre, en el tiempo de descuento antes de que Donald Trump volviera a entrar en la Casa Blanca el 20 de enero. No es solo que Trump reniegue de ese plan de Biden, sino que ha ordenado que su país se retire del Acuerdo de París. El lunes, según confirman fuentes de la ONU, llegó el escrito con la retirada oficial del Gobierno estadounidense del tratado, una salida que se hará efectiva dentro de un año.

Todos los países adheridos al Acuerdo de París —el gran tratado contra el cambio climático que este 2025 cumple diez años desde su adopción en la capital francesa— están obligados a presentar esas NDC, donde se detallan las medidas que tomarán y los objetivos nacionales que se autoimponen para contribuir a una meta común: que el calentamiento global no supere los 2 grados Celsius respecto a los niveles preindustriales y, en la medida de lo posible, los 1,5. La primera tanda de NDC se centraba en el periodo 2020-2030. Esta segunda se focaliza en la década comprendida entre 2025 y 2035.

Además de EE UU ya han presentado sus NDC Brasil, Emiratos Árabes Unidos, Suiza, el Reino Unido, Uruguay y Nueva Zelanda —los últimos cuatro países lo han hecho esta misma semana—. La fecha límite se acerca y la mayoría de naciones incumplirá ese plazo. En la secretaría ejecutiva de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, el paraguas legal bajo el que se adoptó el Acuerdo de París, dan por sentado que muchos países lo presentarán a lo largo del año. Fuentes oficiales de este organismo de la ONU explican que “estos planes se encuentran entre los documentos políticos más importantes que los gobiernos elaborarán en lo que va de siglo”. “Por lo tanto, la calidad es la consideración más importante, y si los países necesitan tomarse unos meses para entregar una NDC de máxima ambición para toda la economía, entonces deberían hacerlo”, añaden estas fuentes.

La Unión Europea tampoco llegará a tiempo, según admiten fuentes de la Comisaría de Clima, Emisiones Netas Cero y Crecimiento Limpio. La UE actúa con una sola voz en las negociaciones climáticas y eso implica que no se presentan 27 NDC distintas, sino una para el conjunto de la Unión, por eso España tampoco cumplirá con el plazo que acaba dentro de diez días.

La Comisión Europea es la que debe lanzar la propuesta de nueva NDC, cuyo gran titular es el recorte global de emisiones al que se comprometen los gobiernos para 2035. Esa propuesta de Bruselas, que aún no se ha difundido, luego debe negociarse con los Veintisiete y con el Parlamento. En ambos casos, el avance de la ultraderecha está afectando a algunas políticas medioambientales.

La Comisaría de Clima europea no da todavía una fecha para el lanzamiento de su propuesta, pero sí liga ese paso a la modificación que se quiere acometer de la Ley del Clima europea para incluir el nuevo objetivo de recorte de emisiones para 2040. Los Veintisiete deben dar el visto bueno al plan de Bruselas en el Consejo de Medio Ambiente, donde se sientan todos los ministros de la UE, y la primera reunión de este órgano está prevista para el 27 de marzo de 2025. Además, también tendrá que tener el visto bueno del Parlamento comunitario, con lo que todavía faltan meses para que pueda estar listo para ser enviado a la ONU.

Las últimas elecciones europeas han influido en este retraso, porque la nueva Comisión no ha estado realmente operativa hasta este enero. En cualquier caso, el compromiso de Europa es que su NDC esté lista antes de la próxima cumbre del clima, que se celebrará en noviembre en Brasil. Eso es lo que ocurrirá, previsiblemente, con la mayoría de naciones que están dentro del Acuerdo de París.

Expectativas sobre China

En el actual contexto de retirada de Estados Unidos de la lucha climática internacional, muchos miran a la respuesta que dará Europa a través de ese plan climático. También la expectación es máxima sobre el objetivo y las medidas que pondrá sobre la mesa China, el primer emisor mundial de gases de efecto invernadero y del que se espera que dé un paso al frente en respuesta a la espantada de EE UU. De momento, no se tienen noticias de la nueva NDC de China, un país que en esta primera quincena de febrero está inmerso en la celebración de la principal fiesta nacional: el año nuevo.

Solo dos miembros del G-20, que agrupa a las principales economías del mundo, han presentado sus NDC hasta ahora: Brasil, que lo hizo en noviembre durante la cumbre del clima celebrada en Bakú, y el Reino Unido, que envió su plan a la ONU el jueves. El programa británico, que ha sido aplaudido por muchos analistas climáticos por su alto nivel de ambición, plantea para 2035 una reducción de sus emisiones de gases de efecto invernadero del 81% con respecto a los niveles de 1990.

Tras confirmarse la nueva NDC del Reino Unido, Simon Stiell, secretario ejecutivo de la convención de cambio climático de la ONU, calificó de “audaz” el plan del Gobierno laborista, e incidió en la ventaja económica que supone para este país a la hora de atraer inversiones en energía limpia. “Más empleos, más inversión, más seguridad energética y más crecimiento económico fluirán para quienes actúen con rapidez”, sostuvo a través de un comunicado. “Otros países, en todo el G-20 y el mundo, deberían hacer lo mismo. Nadie puede permitirse el lujo de perdérselo”.

El argumento económico —ya sea por la atracción de las inversiones en energías renovables como por el ahorro en la importación de combustibles fósiles en otros muchos casos— es el que están empleando activistas climáticos y expertos para contrarrestar la sobredosis de pesimismo que ha supuesto la vuelta de Trump a la Casa Blanca. Es decir, presentar la lucha contra el cambio climático como una oportunidad. En este contexto, presentar unas NDC ambiciosas pueden ser herramientas para atraer inversiones.

Que no las tengan listas en el plazo previsto no significa que la mayoría de países no vayan a presentar sus planes climáticos. De hecho, un sinfín de ellos —Chile, Canadá, Colombia, México, Australia...— tienen abiertos los procesos para elaborar esos programas y poder presentarlos antes de la cumbre de Brasil, donde todos los esfuerzos se tendrán que poner en común para saber si realmente se está en el camino para el calentamiento se quede dentro de los límites de seguridad que establecía el Acuerdo de París. De momento, no es así. Porque, según el último análisis del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, las políticas actuales del conjunto de gobiernos conducirán a un calentamiento de más de 3 grados. “Estamos trabajando arduamente en todo el sistema de las Naciones Unidas para garantizar que todos los países puedan elaborar un plan e implementarlo, brindando apoyo práctico y creando capacidad”, remachan desde el área climática de la ONU.

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Sobre la firma

Manuel Planelles
Periodista especializado en información sobre cambio climático, medio ambiente y energía. Ha cubierto las negociaciones climáticas más importantes de los últimos años. Antes trabajó en la redacción de Andalucía de EL PAÍS y ejerció como corresponsal en Córdoba. Ha colaborado en otros medios como la Cadena Ser y 20 minutos.
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