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La asignatura pendiente de la convergencia

La ausencia de un sector industrial y las desigualdades fiscales son un lastre para el crecimiento de la región

Eva Saiz

El paisaje social y económico andaluz de 2020 tiene poco que ver con la realidad de la región de hace 40 años. Andalucía ha experimentado grandes transformaciones. Los avances en sanidad, educación o infraestructuras evidencian un cambio paralelo al del resto del territorio español. Sin embargo, el desempleo o la desigualdad siguen siendo unas sombras que la comunidad no ha logrado disipar y que se ciernen oscuras sobre su futuro. Aunque las estadísticas negativas del paro y la persistencia de los desequilibrios han tendido siempre a arrinconar a Andalucía alimentando los tópicos negativos, como los que ofreció Ortega y Gasset de esta tierra cuando la calificó de "hedonista, perezosa y holgazana", el problema andaluz más que en el crecimiento, reside en las dificultades para converger con el resto de España en estas últimas cuatro décadas.

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“Siguen existiendo estereotipos, se nos sigue viendo como personas poco emprendedoras que tendemos al conformismo, pero hay un orgullo andaluz que no sabemos trasladar al exterior”, reflexiona Luis Miguel Jurado, presidente de la Federación Andaluza de Empresas Cooperativas de Trabajo (Faecta). “Los datos objetivos socioeconómicos dicen que estamos lejos de la convergencia, pero nuestro punto de partida estaba muy por detrás que el de otros territorios”, sostiene.

La comunidad andaluza es la tercera por aportación al PIB, por detrás de Madrid y Cataluña, un dato que no alienta el optimismo. “No podemos estar orgullosos de que siendo el 18% de la población española, solo aportemos el 13% del PIB”, advierte Francisco Tato, decano del Colegio Profesional de Economistas de Sevilla. “Pero Andalucía tiene potencial para revertir esa situación, no somos peores que el resto, pero no tenemos la misma estructura sectorial, si tuviéramos la vasca o navarra, lo haríamos exactamente igual que ellos”, sostiene.

Producto interior bruto

Andalucía

166.078 millones de euros

España

1.244.757

Por sectores

Agricultura

7,7%

Industria

11,6%

Servicios

74,1%

Construcción

6,7%

3,1

15,9

74,8

6,2

Fuente: Analistas Económicos de Andalucía.

EL PAÍS

Producto interior bruto

Andalucía

166.078 millones de euros

España

1.244.757

Por sectores

Agricultura

7,7%

Industria

11,6%

Servicios

74,1%

Construcción

6,7%

6,2

3,1

15,9

74,8

Fuente: Analistas Económicos de Andalucía.

EL PAÍS

Producto interior bruto

Andalucía

166.078 millones de euros

España

1.244.757

Por sectores

Agricultura

7,7%

Industria

11,6%

Servicios

74,1%

Construcción

6,7%

3,1

15,9

74,8

6,2

Fuente: Analistas Económicos de Andalucía.

EL PAÍS

“La estructura productiva de la economía andaluza, más especializada en el sector agrario o el turismo incide en los niveles de producción por ocupado y explica por qué el PIB per cápita es un 25% inferior al promedio nacional, una cifra de las más bajas, junto con Extremadura", ilustran desde Analistas Económicos de Andalucía, sociedad de estudios del Grupo Unicaja Banco. Las organizaciones de trabajadores tienen muy claro que una de las causas que favorecen ese desequilibrio en la estructura productiva es la ausencia de un tejido industrial estable. “Nuestro índice de industrialización que es el que genera empleo de calidad es bajísimo, supone el 12% del PIB regional [la media nacional está en el 16,3%]”, señala Carmen Castilla, secretaria general de UGT Andalucía. “Tenemos un clima que permite tener actividad los 365 días del año, somos un atractivo para que las multinacionales se fijen en nosotros, pero cuando ven cómo está el asunto de la tributación, se establecen en otro lado”, incide.

La armonización fiscal —o la ausencia de ella— explica la decisión de grandes empresas que generan buena parte de sus beneficios en Andalucía de establecer su sede en otras comunidades con más incentivos como Madrid. Es el caso, por ejemplo, del Puerto de Algeciras, el de mayor actividad de España. “Hay que exigir al Gobierno central una política fiscal redistributiva, si la riqueza se genera en Andalucía, aunque tribute en otro sitio, debe regresar de forma solidaria”, defiende Nuria López, secretaria general de CC OO Andalucía, que defiende una política fiscal convergente.

Población

A 1 de julio de 2019, la población andaluza representa un 18% del total en España

47.100.396

España

37.493.072

8.446.561

Andalucía

6.414.287

1980

2019

Fuente: Analistas Económicos de Andalucía.

EL PAÍS

Población

A 1 de julio de 2019, la población andaluza representa un 18% del total en España

47.100.396

España

37.493.072

8.446.561

Andalucía

6.414.287

1980

2019

Fuente: Analistas Económicos de Andalucía.

EL PAÍS

Población

A 1 de julio de 2019, la población andaluza representa un 18% del total en España

47.100.396

España

37.493.072

8.446.561

Andalucía

6.414.287

1980

2019

Fuente: Analistas Económicos de Andalucía.

EL PAÍS

Industrialización frente a empleos 'low cost'

El sector agrario y la industria agroalimentaria constituyen el principal soporte de la actividad económica, especialmente en el ámbito rural, y suponen la cuarta parte de las exportaciones agroalimentarias españolas. Junto con el turismo, que representa el 12,5% del PIB andaluz, es el pilar del sistema de producción de la comunidad.

De hecho, el sector turístico concentra el 12% del empleo en la comunidad —algo menos que en el conjunto nacional (12,7%)— y supone una de las principales fuentes de creación de puestos de trabajo en Andalucía. El sector servicios es el responsable del 75,5% del empleo en la región, un porcentaje similar al del resto de España, aunque aquí el empleo agrario tiene más peso que el industrial”, indican desde Analistas Económicos. “Hay que apostar por un modelo productivo diferente y tratar de dar valor añadido al sector primario y al de servicios, porque no podemos quedarnos en un trabajo low cost”, advierte Jurado.

El presidente de Faecta alude a la temporalidad y la escasa cualificación de los empleos que generan los dos pilares básicos de la economía andaluza y que explican en buena medida el paro estructural que arrastra la comunidad y que, pese a la frialdad de las cifras, es sonrojante. “Históricamente no bajamos del 20%, en 2007, en el apogeo económico, el nivel más bajo fue del 12%”, recuerda Tato. “En otras zonas de España trabajar en el campo o en la hostelería no es sinónimo de trabajar en malas condiciones laborales, pero con 800.000 parados, los empresarios utilizan esa necesidad de tener empleo como arma arrojadiza y ofrecen condiciones totalmente distintas de las de otros destinos turísticos”, se queja López.

Tasa de paro

Cada punto representa la tasa de una

comunidad autónoma

0

5

10

15

20

25

30

Andalucía

20,8%

España

13,8%

Paro por sexo

España

Andalucía

5

10

15

20

25

30

0

Hombres

10,7

17,2

1980

2019

12,2

17,8

Mujeres

13,1

18,0

1980

2019

15,5

24,4

Fuente: Analistas Económicos de Andalucía.

EL PAÍS

Tasa de paro

Cada punto representa la tasa de una comunidad autónoma

0

5

10

15

20

25

30

Andalucía

20,8%

España

13,8%

Paro por sexo

España

Andalucía

5

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Hombres

10,7

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12,2

17,8

Mujeres

13,1

18,0

1980

2019

15,5

24,4

Fuente: Analistas Económicos de Andalucía.

EL PAÍS

Tasa de paro

Cada punto representa la tasa de una comunidad autónoma

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España

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Hombres

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Mujeres

13,1

18,0

1980

2019

15,5

24,4

Fuente: Analistas Económicos de Andalucía.

EL PAÍS

“El sector agrario recibe importantes beneficios sociales, y una economía subsidiada no es productiva”, sostiene Tato. Más allá de su aportación a la generación de riqueza y empleo, las actividades productivas vinculadas al campo son un elemento imprescindible para la cohesión y el equilibrio territorial en Andalucía, que ha frenado la inercia de la despoblación. “En el sector primario hay grandes problemas, pero el cambio de modelo productivo pasa por invertir más en innovación”, reconoce Castilla, que también se muestra muy crítica con la dependencia del turismo. “No paramos de hablar de índice de ocupación hotelera, pero el turismo no genera empleo de calidad, genera lo que llamamos subempleos, con escaso valor añadido”, advierte. “Hace 40 años se decidió que en el Norte se instalaba la industria y que en el Sur, por el sol, se potenciaba el turismo. Tenemos que explicar al resto de España que aquí sabemos hacer otras cosas bien”, incide.

Mayor tejido empresarial

Andalucía ha crecido, pero no ha logrado converger con el resto del territorio y eso puede explicar que, pese a los avances en el ámbito social y económico, el desequilibrio con el resto de España se mantenga y esta comunidad no logre subir peldaños en los distintos índices de competitividad regional. “Uno de los grandes retos de la economía andaluza es ganar dimensión empresarial”, señalan desde Analistas Económicos. La comunidad está a la cola en esa faceta. Cuenta con 61,6 empresas por cada mil habitantes, frente a las 71,5 que supone la media nacional. Además, el 96% de las empresas no agrarias andaluzas tienen menos de 10 asalariados (un 95,6% en España).

Tejido empresarial

Número de empresas a 1 de enero

España

3.363.197

Andalucía

518.532

Pequeñas empresas

Sin asalariados

54,3%

1-9 asalariados

41,7%

56,0

39,6

Fuente: Analistas Económicos de Andalucía.

EL PAÍS

Tejido empresarial

Número de empresas a 1 de enero

España

3.363.197

Andalucía

518.532

Pequeñas empresas

Sin asalariados

54,3%

1-9 asalariados

41,7%

56,0

39,6

Fuente: Analistas Económicos de Andalucía.

EL PAÍS

Tejido empresarial

Número de empresas a 1 de enero

Pequeñas empresas

España

3.363.197

Sin asalariados

54,3%

1-9 asalariados

41,7%

Andalucía

518.532

56,0

39,6

Fuente: Analistas Económicos de Andalucía.

EL PAÍS

“A veces parece que, si las instituciones públicas ayudan al sector privado buscando fondos, estando presentes en las mesas de decisión, es que están desviando fondos. La administración andaluza no tiene que tener vergüenza de salir en aras a no perder competitividad”, sostiene Tato. “Andalucía tiene que hacer ver al Gobierno central que es una tierra productiva, no solo en el sector primario y en servicios, para que se nos tenga en cuenta en del diseño de las políticas de planificación nacional. Tenemos que dejar de pedir desde el agravio”, abunda López, en alusión al papel dinamizador que debe representar la Junta de Andalucía.

Un incremento de la densidad empresarial, opinan desde Analistas Económicos, “influiría en la capacidad de innovación, investigación e internacionalización de las empresas”. El gasto en I+D en Andalucía representa en torno al 0,92% del PIB, un porcentaje muy inferior a la media española (1,24%) y muy lejano de la europea (2,12%). El incremento de la inversión impulsaría la mejora de la competitividad y la productividad de las empresas.

El futuro está en manos de los andaluces, pero es necesario detectar las oportunidades e impulsar iniciativas. “Tenemos posibilidades de inversión. Extremadura es gran productora de litio y en unos años el 80% de los coches europeos serán eléctricos, eso va a necesitar de una industria auxiliar”, aventura Tato. “En Europa faltan iniciativas y esa es una labor que le compete a la administración”, añade.

“Las nuevas empresas deben ser productivas, no especulativas, tenemos que apostar por negocios que puedan crecer en torno a la economía digital, de cuidados o la verde”, coincide López. En este ámbito Jurado envida fuerte a la economía social cooperativa. “Es una forma de hacer una empresa más sostenible, un modelo más redistributivo que aporta 14.000 millones de facturación en Andalucía y que no se deslocaliza”, defiende. En esos retos de futuro la transición ecológica va a ser determinante y sobre las consecuencias de la adaptación de las empresas en Andalucía —muchas muy contaminantes— alerta Castilla: “Tenemos que estar preparados para proteger el empleo ante la tentación de las compañías de irse a otros lugares con estándares de emisiones menos férreos”.

Un talento por aprovechar

De los 8,4 millones de andaluces, más de la mitad (4,3 millones) son mujeres. Aunque su incorporación al mercado de trabajo en estos últimos 40 años, con una tasa de actividad que ha aumentado en 30 puntos, es uno de los ejes principales que han impulsado el crecimiento de la comunidad, las desigualdades siguen siendo flagrantes.

El 55% de la población universitaria son mujeres, pero en Andalucía la tasa de paro femenino es del 24,4% (17,8% entre los hombres), nueve puntos por encima de la media nacional (15,5%). “Está claro que se está desaprovechando talento”, explica Carmen Castilla, secretaria general de UGT en Andalucía.

En el trabajo femenino abunda la temporalidad y la parcialidad —el 75% de los contratos parciales son de mujeres—, una realidad que esconde “un falso discurso de la conciliación”, en palabras de Nuria López, secretaria general de CC OO Andalucía. “El trabajo temporal incentiva que sea la mujer quien se ocupe del cuidado de mayores e hijos y como su salario es menor, suele sacrificarse su puesto de trabajo, incentivando la dependencia del marido en el hogar”, señala.

La brecha digital incentivada por la escasa presencia femenina en las carreras STEM es otro obstáculo para la igualdad. “El talento femenino aumenta la productividad de un país”, recuerda Castilla.

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Sobre la firma

Eva Saiz
Redactora jefa en Andalucía. Ha desarrollado su carrera profesional en el diario como responsable de la edición impresa y de contenidos y producción digital. Formó parte de la corresponsalía en Washington y ha estado en las secciones de España y Deportes. Licenciada en Derecho por Universidad Pontificia Comillas ICAI- ICADE y Máster de EL PAÍS.

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