Fomento expulsa durante un año a Cecot de la patronal
La junta directiva secunda la propuesta de Gay de Montellà tras los desencuentros entre las dos organizaciones motivados por el 'procés'
Fomento del Trabajo ha decidido este lunes suspender durante un año como socia de la patronal a la entidad vallesana Cecot. Esta ha sido la resolución que adoptó la junta directiva de la organización a petición de su presidente, Joaquim Gay de Montellà, según fuentes de Fomento. Oficialmente, la decisión obedece a que, a juicio de la cúpula de Fomento, Cecot se ha extralimitado en "cuestiones de ámbito territorial, de competencias geográficas y de invasión de las funciones" de la patronal. Sin embargo, la decisión llega después de varios desencuentros en el seno de Fomento motivados por el proceso independentista.
A pesar de que la propuesta inicial de Fomento era proponer la expulsión sine die de Cecot, hoy Gay de Montellà ha propuesto la suspensión de la entidad que preside Antoni Abad mientras dure su mandato para luego dejar la decisión final en manos de la asamblea general. Pese a los argumentos de invasión de competencias esgrimidos por Fomento, el proceso independendista ha agrandado las diferencias entre Abad y Gay de Montellà. Abad es próximo a los partidos soberanistas y, de hecho, se sienta junto a sindicatos y entidades soberanistas en la Mesa por la Democracia, que organizó los llamados "paros de país" del pasado 3 de octubre. Fomento, en cambio, rechazó el referéndum ilegal e instó al Gobierno catalán cesado a ceñirse a la legalidad. La suspensión se ha dado tras un tenso debate que ha culminado en una votación de la junta. Según la patronal, 26 miembros de esta votaron a favor, 12 lo hicieron en contra y ocho se abstuvieron
Fomento y Cecot vienen arrastrando sus diferencias desde finales de 2015, cuando la patronal catalana puso en marcha por primera vez los trámites para expulsar a la entidad vallesana. Ambas organizaciones acabaron sellando la paz, pero solo un año después Fomento volvía a amenazar a Cecot con la expulsión tras constatar que, lejos de enmendarse, las diferencias entre las dos entidades habían crecido. El procés hizo añicos el nuevo acuerdo de paz. Y a la tercera ha ido a la vencida: la junta directiva de Fomento ha decidido que, al menos durante el mandato de Gay de Montellà, ya no es posible reconducir las relaciones entre ambas entidades.
En esta ocasión, Fomento ha justificado en tres hechos el expediente a Cecot que ha acabado con su suspensión temporal. El primero, su participación en la Mesa por la Democracia; el segundo, su participación en los "paros de país" del 3 de octubre para protestar por las cargas policiales durante la jornada del referéndum ilegal, y la tercera, el envío de una carta al ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos. En esa misiva, Cecot criticaba la decisión de haber favorecido mediante un decreto que las empresas pudieran trasladar su sede social a otra comunidad sin pasar por la junta de accionistas. Fuentes de Cecot han recalcado que no pretendían criticar a las empresas que adoptaron esa decisión, pero desde Fomento cargan contra Abad al considerar que el ámbito de las relaciones del Gobierno central corresponde a la CEOE.
Aunque ambas entidades repiten que las diferencias no son políticas, las cuestiones abordadas por la junta directiva de Fomento indican que sí lo son. Abad es próximo a la antigua Convergència –partido en el que llegó a militar— y defiende la convocatoria de un referéndum sobre la independencia de Cataluña. Es más, la entidad se sentó en la mesa del Pacto por el Referéndum cuando Fomento decidió plantarse en la reclamación del concierto económico para Cataluña y rechazó ir más allá. Abad, que vuelve a estar en las quinielas para ocupar una cartera en el próximo Ejecutivo catalán, manifestó el año pasado su intención de presentarse a las elecciones para la presidencia de Fomento del Trabajo. Diversos sectores de la patronal vieron ese anuncio como un nuevo intento del empresariado independentista de hacerse con el mando de la patronal, que hasta ahora ha sido muy crítica con el bloque independentista. La decisión de Gay de Montellà, según fuentes de la directiva de Fomento, podría tratar de impedir que Abad pueda presentarse a los comicios.
A pesar de que el primer expediente se abrió en 2015, en realidad las diferencias se remontan a 2010, cuando un grupo de empresarios vinculados a Femcat disputó la presidencia a Juan Rosell. Abad apoyó esa opción, aunque luego se desdijo y cerró filas con Rosell, que ganó las elecciones. El procés, sin embargo, volvió a tensionar el seno de la patronal: mientras la cúpula liderada por Gay de Montellà se distanciaba de los postulados del gobierno de Artur Mas, la Cecot seguía siendo próxima al ejecutivo.
La suspensión de Cecot deja un mapa empresarial fragmentado que, además, lleva años de enfrentamiento por las cuotas de cada patronal para sentarse en los órganos autonómicos que tienen representación empresarial. Hace apenas tres años, Fomento enterró definitivamente el viejo proyecto de integrar a Pimec, que ha fracasado una y otra vez.
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