Un estudio revela la buena percepción y margen de crecimiento del ‘txakoli’
Los consumidores lo sitúan por encima de los vinos de Albariño y Rueda
El Txakoli de Bizkaia arroja "calidad, buena percepción y margen de crecimiento", según las conclusiones de estudios sobre la imagen de este caldo vizcaíno entre la población y la restauración que la Diputación de Bizkaia ha encargado a la empresa Gizaker.
La imagen del Txakoli de Bizkaia como vino de calidad se sitúa en segundo puesto del ranking (13,9%), por debajo del vino de Rioja (47%) y por encima de Lambrusco (9,2%), Albariño (9%) y Rueda (9%).
La calidad percibida como vino es positiva, alcanzando un notable alto, 7,36 sobre 10. Un 81% de los encuestados perciben que se trata de un buen regalo. En cuanto a hábitos, se detecta que el vino de mesa más consumido es el tinto (53,8%) o el clarete (6,8%). El Txakoli de Bizkaia, sin embargo, cuenta con una imagen "refinada de poteo o de vino de uso más o menos extraordinario", siendo una opción no contemplada en los consumos masivos como la comida doméstica o la de restauración.
Los anteriores datos en cuanto a escaso uso del Txakoli de Bizkaia chocan cuando se observa que las valoraciones en cuanto a calidad, gusto y sabor son notables con medias superiores al siete sobre 10, de lo cual cabe deducir que la imagen del Txakoli de Bizkaia ha caminado hacia un vino refinado para usos extraordinarios, ha destacado la Diputación.
Entre la población que tiene el hábito de potear, los hábitos ante el Txakoli de Bizkaia varían ligeramente, si bien en cuanto a preferencias el ranking se mantiene de forma equivalente. Esto es, el tinto en primer lugar (47,4%), seguido del Txakoli de Bizkaia (18,3%) y en tercer lugar el blanco (12,1%).
Los datos también muestran que no presenta problemas de distribución ni tampoco una imagen de vino de mala calidad, pues se admite como vino preferente para poteo y comidas y cenas en casi un 50% de las opiniones.
Por su parte, los hosteleros afirman que los vinos más expedidos son el tinto (66,8%) y blanco (25,6%), quedando el Txakoli de Bizkaia en tercer puesto. En cuanto al detalle del consumo, los restauradores y camareros afirman que el consumidor especifica la denominación de origen en el 50% de los casos, siendo la opción más solicitada el de Bizkaia.
Los hosteleros tienen una mejor percepción de la calidad del Txakoli de Bizkaia que el propio consumidor y, preguntados por el ranking de preferencia propio en cuanto a calidad, el tinto no destaca sobre el Txakoli de Bizkaia más que en dos puntos porcentuales (31,6% frente a 29,6%) y ambos por encima del Albariño (18%), Rueda (6,4%) o Lambrusco (1,6%).
Este dato trasladado a la preferencia de los hosteleros en una escala de valoración, sitúa al tinto Rioja con un 7,6, al Txakoli de Bizkaia con un 7,2 y el resto de caldos con valoraciones inferiores al 7, situándose en el extremo menos valorado el Lambrusco con un escaso 3,4.
En cuanto a hábitos de consumo, la práctica de pedir botellas en lugar de copas aisladas cuando se va en grupo es practicada por un 30% aproximadamente, siendo los precios medios dispensados a 1,5 euros la copa y a 10,5 euros la botella como valores medios.
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