El Sergas permitirá a Povisa el triple de espera quirúrgica que al resto
El nuevo acuerdo de gestión le obliga a bajar la demora a 175 días antes de 2015
Frente a los 60 días de espera máxima para una operación quirúrgica que marca la Ley de garantías de prestaciones sanitarias de Galicia, Povisa podrá llegar a 175 sin penalización de ningún tipo. Así figura en el acuerdo de gestión firmado el 1 de septiembre por el Sergas y el hospital privado vigués conjuntamente con el concierto especial, por el que el policlínico seguirá atendiendo hasta a 139.000 pacientes del área de Vigo hasta 2024 a cambio de un canon de unos 75 millones de euros al año.
La lista de espera en Povisa es tan alta que la Consellería de Sanidade la excluyó de los datos oficiales del primer semestre de 2014, pese a estar adscrita al Sergas. En ese período, en los hospitales de la red pública se produjo una ligera disminución, al situarse en 65,9 días de media. En Povisa, mientras, pasó de los 171,6 días de 2013 a 207,2. El nuevo acuerdo de gestión le obliga a bajar a 175 días antes de que finalice el año, aunque la penalización prevista en caso de que incumpla su objetivo estará lejos del 3% anunciado por el Sergas. Finalmente se quedará en la mitad, con lo que la multa máxima se situaría en 1,1 millones.
“Los objetivos tienen que ser cumplibles, porque si no lo son dejan de ser objetivos”, justifica la gerente del Sergas, Nieves Domínguez. Povisa tiene en la actualidad 5.300 pacientes en espera por una operación quirúrgica. De ellos, 2.360 llevan más de seis meses en lista, lo que supone dos terceras partes del total de Galicia. En cuanto a las consultas con el especialista, el acuerdo de gestión establece el mismo límite de 45 días que figura en la ley de garantías, pero sin especificar penalizaciones.
Ni el nuevo concierto de Povisa, el más costoso de la sanidad española con un centro privado, ni el acuerdo de gestión son públicos, aunque la gerente del Sergas afirma que “posiblemente” ambos documentos se cuelguen en próximos días en la web de la Consellería de Sanidade. “Pero no hay nada que esconder, la intención es hacerlos públicos”, sostiene.
Por los escasos datos del concierto que ha facilitado la Xunta se sabe que Povisa dejará de ser de adscripción obligatoria para los habitantes de los ayuntamientos de Cangas, Moaña, Baiona, Nigrán, Gondomar y parte de Vigo, en total 139.500 tarjetas sanitarias, aunque permanecerán en él si no solicitan el traslado, para lo que dispondrán de tres meses ahora y de un mes en años sucesivos. El máximo de pacientes se establece en 139.000, lo que con el canon previsto, de 540 euros cada uno, hagan uso o no del hospital, arroja una cifra anual de 75 millones de euros.
En el improbable caso de que se produjera un cambio de hospital en masa, la Xunta podría minimizar el impacto económico para el Grupo Nosa Terra suprimiendo la población asignada a Povisa, ya que el acuerdo establece un mínimo de 120.000 pacientes (65 millones de euros al año) por medidas adoptadas por la Administración. Pero la consellería cree que no se dará el caso.
“La gente es reacia a cambiar de médico y de hospital. Existen unos determinados hábitos, como la confianza con el médico de cabecera o el desplazamiento a un determinado lugar, que los usuarios de la sanidad no suelen querer cambiar”, sostiene Nieves Domínguez. Y sobre las consecuencias que tendría ese eventual desvío masivo al nuevo hospital de Vigo, actualmente en construcción, la Xunta admite que no cuenta con alternativas: “Ya veríamos qué medidas habría que tomar”.
Desde que se abrió el plazo solo 71 pacientes han pedido el cambio. La consellería ha descartado realizar ninguna campaña informativa para dar a conocer a la población que tiene asignado Povisa la posibilidad de ser adscrita a otro hospital. “Con la información que ha salido en los medios y la que se ofrecen en el propio hospital o en los centros de salud, creemos que todos los afectados están informados”, afirma la gerente del Sergas.
El concierto, que será revisado anualmente de acuerdo con la variación del coste de servicios hospitalarios, que publica el Instituto Nacional de Estadística (INE), se renovó por la “satisfacción” que, según el Sergas, manifiesta la población atendida en el hospital privado. “Y los que no estén satisfechos, pueden cambiarse al Chuvi”, subraya Domínguez.
El Sergas evita relacionar la necesidad de reeditar el concierto con las dimensiones y servicios del nuevo hospital de la ciudad. “Povisa atiende a un número importante de ciudadanos desde hace mucho, y nos pareció lo más adecuado mantener el concierto”, explica la gerente.
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