El plan del olivar llega sin fijar la estrategia que frene las ventas a granel
La Junta de Andalucía le asigna 304 millones de euros y prima la concentración de la oferta
El Gobierno andaluz sigue sin concretar la estrategia para impulsar la competitividad del principal cultivo de la región, el olivar. Tres años después de aprobarse la Ley del Olivar, primera norma que regula un producto específico dentro de la UE, la Junta se limita ahora a presupuestar con 304 millones en el periodo 2014-2020 el plan director del olivar, que debía ser el instrumento que fijara las medidas para atenuar el impacto que supone el alarmante desequilibrio actual entre la oferta y la demanda.
El plan director que la consejera de Agricultura, Elena Víboras, presentó ayer al sector llega como un capítulo más del futuro Programa de Desarrollo Rural (PDR) de Andalucía y sin definir las líneas para acabar con las escandalosas cifras de ventas a granel –en torno al 80%- del aceite andaluz.
Víboras se limitó tan solo a anunciar una “discriminación positiva” y ayudas directas para favorecer la concentración de la oferta y acabar con la actual atomización de las cooperativas, en clara desventaja frente a cuatro o cinco grandes grupos que dominan la distribución. “Estamos planteando que haya una mayor concentración de la oferta y medidas para aquellas cooperativas resultantes de fusiones para que sean más competitivas con los precios de mercado”, explicó Víboras, sin concretar en qué consistirán esas ayudas.
Las organizaciones que forman parte del Consejo Andaluz del Olivar veían demandando desde hace tiempo dotación presupuestaria para el plan director, cuyo retraso se ha justificado desde la Junta en acompasar la inversión al escenario de la nueva Política Agraria Común (PAC). Sin embargo, ahora echan en falta más concreción en la estrategia a seguir. “Es un plan que queda muy en el aire, que se remite al Programa de Desarrollo Rural y que no incluye acciones claras para concentrar la oferta ni para afrontar la necesaria reconversión del olivar”, señaló Luis Carlos Valero, de Asaja.
La inquietud mostrada por las cooperativas es la indefinición para el llamado olivar tradicional, estipulado a partir de 150 árboles por hectárea. “No nos gustaría que se discrimine a algún tipo de olivar por su densidad de producción, sin tener en cuenta si es de regadío o de secano. Si hay que primar al olivar de zonas desfavorecidas, que se haga”, reflexionó Rafael Sánchez de Puerta, de Cooperativas Agroalimentarias.
Desde que a principios de los años noventa el expresidente Manuel Chaves prometiera un “cheque en blanco” para el olivar, han sido muchos los planes puestos sobre la mesa para corregir los déficits estructurales de un sector muy reacio a los cambios y adormecido por las subvenciones europeas. “Con la actual atomización de la oferta, al productor le resulta más rentable vender a granel que envasar su aceite y estrellarse contra un mercado claramente oligopolista”, subraya el economista Antonio Martín Mesa, director del Plan Estratégico de Jaén.
A su juicio, Andalucía “ha pedido una oportunidad histórica” al dejar escapar el control de Deoleo, el líder mundial en envasado en manos ahora de un grupo de inversión británico. Por eso, más allá de incentivar las fusiones, Martín Mesa es partidario de introducir otras ventajas fiscales para organizar dos o tres grandes grupos productores “con músculo para negociar con la gran distribución”.
Con todo, los expertos en comercialización se muestran optimistas ante el futuro más inmediato. “El consumo está creciendo en todo el mundo como lo demuestra el espectacular aumento de las exportaciones, lo que hace falta es que el sector productor sea capaz de organizarse frente a la gran distribución”, apunta Encarnación Moral, de la cátedra Extenda de la Universidad de Jaén (UJA).
En esta provincia cuna del olivar, según un estudio del pasado año, apenas un 5% del aceite se vendía embotellado. “Los productores han tenido una visión muy cortoplacista porque les era muy fácil colocar su aceite, pero ahora las producciones se han disparado y han perdido el control de las ventas”, agrega Moral.
El Plan Director del Olivar, que aún deberá aprobarse como decreto por el Consejo de Gobierno, incluye más de un centenar de actuaciones. La Junta quiere propiciar la mejora del modelo de explotación olivarera con una mayor dimensión de las estructuras productivas, una mayor eficiencia en el uso de los recursos, la diferenciación en los mercados a través de figuras de calidad y generar mayor valor añadido. También se apuesta por la viabilidad de los mercados y potenciar la investigación, la innovación, la transferencia tecnológica y formación.
El olivar en cifras
- La superficie de olivar en Andalucía supera el millón y medio de hectáreas. El 61% se concentra en las provincias de Jaén y Córdoba.
- En toda la región hay 169.469 explotaciones oleícolas, el 37% en Jaén.
- Andalucía ha tenido una producción media en las cinco últimas campañas de 982.000 toneladas de aceite.
- El regadío concentra ya el 33% de la superficie olivarera, con más de 500.000 hectáreas.
- El olivar emplea el 40% de la mano de obra agrícola en Andalucía, con 19 millones de jornales al año.
- En la región hay 800 almazaras.
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