Graves destrozos en unas pinturas rupestres declaradas Patrimonio Mundial
La Guardia Civil investiga los daños en un abrigo con arte esquemático junto a Despeñaperros
Las pinturas rupestres de la Cueva de los Escolares, en Santa Elena (Jaén), han sufrido graves destrozos después de que unos vándalos las picaran con martillos para intentar llevárselas. Este abrigo con más de 5.000 años de antigüedad forma parte del conjunto de 69 yacimientos de arte rupestre prehistórico de los estilos levantino y esquemático, de las sierras de Jaén, Granada y Almería, que en 1998 fueron declaradas por la Unesco Patrimonio Mundial.
La Guardia Civil investiga los daños sufridos en este yacimiento tras la denuncia de varios vecinos que, el pasado fin de semana, alertaron de que la pintura había sido picada por unos desconocidos que pretendían arrancarla de la roca en la que se encuentran. Se trata de pinturas, distribuidas en un metro y medio de ancho y largo, descubiertas en 1973 por un grupo de escolares de Santa Elena y donde se distinguía un antropomorfo golondrina con los brazos muy prolongados y unos trazos muy desvaídos propios del periodo esquemático.
El alcalde de Santa Elena, Juan Caminero, indicó que la hipótesis más factible apunta a que los supuestos autores de los destrozos se vieran sorprendidos por la presencia de visitantes (numerosos durante la Semana Santa) y abandonaran el lugar sin lograr su propósito de llevarse estas pinturas, aunque dejaron esparcidos varios trozos de cuarcita. El abrigo se encuentra a una hora andando de la aldea de Miranda del Rey. Como ocurre con la mayoría de estos yacimientos carecen de cualquier tipo de protección específica, aunque sí están debidamente señalizadas. “La mayor protección es que se encuentran dentro del parque natural de Despeñaperros, cuyo acceso está controlado y restringido”, apuntó el alcalde.
“Estas pinturas, que se distribuyen por diferentes abrigos y oquedades de la Sierra Morena oriental, son la constatación del especial valor religioso y mágico de esta zona de paso milenaria y ancestral”, apunta Benito Navarrete, historiador del Arte y director de Infraestructuras Culturales y Patrimonio del Ayuntamiento de Sevilla. A su juicio, se trata de “representaciones que tienen un claro influjo oriental y estarían relacionadas con ritos religiosos y sexuales; el valor de las mismas es por tanto muy importante por su rareza y por unir estas manifestaciones con las del arco Mediterráneo”. El experto en Arte equipara estas pinturas con las publicadas por Bernier y Fortea (2009) en la cueva de la Murcielaguina de la provincia de Córdoba y se suelen identificar como representaciones parietales de los conocidos como ídolos-placa. Eso sí, dificulta enormemente su datación el que no aparezcan restos líticos y cerámicos asociados a ellas ni tampoco una estratigrafía al ser abrigos rocosos o lajas donde se plasman.
Navarrete ha sido uno de los que ha dado la voz de alarma por la falta de protección de estos yacimientos. “Es un atentado contra el patrimonio y su denuncia debe ser enérgica. Se deben articular las medidas necesarias para proteger estos abrigos con rejas o mallas de forma que se dificulte su acceso”. Ya en 2006, la Federación Andaluza de Espeleología (FAE) advirtió de que el 99% de las cuevas prehistóricas de Andalucía no estaban protegidas, y su conservación estaba en peligro.
Y es que, el deficiente estado de conservación es la principal amenaza de estos abrigos rocosos, cuevas, covachas o barrancos en los que se ha encontrado alguna representación figurativa que van desde trazos geométricos a escenas de caza, recolección, danza o guerra, incluyendo figuras humanas y de animales. Los ayuntamientos se quejan de que apenas cuentan con recursos para su mantenimiento y protección, aunque son conscientes de que suponen un atractivo turístico para sus municipios.
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