Los servicios sociales, desmantelados
El presupuesto de Bienestar Social para 2014 es un 16% inferior al de 2010 Los más castigados por los recortes son ancianos dependientes y discapacitados
En verano de 2011, con el endurecimiento de las condiciones para acceder a la renta mínima de inserción (RMI, la prestación de 420 euros que reciben las familias con menos ingresos), el Gobierno de CiU abría la veda a los tijeretazos en los servicios sociales catalanes. Con una tasa de paro del 22% y un 19% de la población bajo el umbral de pobreza, la sociedad catalana está asistiendo desde entonces al desmantelamiento de los servicios sociales.
Aunque la lucha contra la pobreza es, según la Generalitat, “una prioridad” —las políticas sociales suponen el 70% del presupuesto autonómico— la dotación del Departamento de Bienestar Social para 2014 es de 1.630 millones de euros, lo que supone un 16% menos que en 2010. El tijeretazo principal se lo llevan los programas de apoyo a las familias (70% menos en relación con 2012), a los discapacitados (50% menos) y el de la dependencia (-10%). Sube, en cambio, la aportación prevista para la lucha contra la pobreza, aunque solo un 1%. Los sablazos a los servicios sociales siguen marcando la hoja de ruta en el Gobierno de Artur Mas:
Copago. La reducción de la financiación pública que contemplan los presupuestos de 2014 en los servicios sociales implica una subida general de la parte que abonan los usuarios según su nivel de renta (copago). Los importes máximos crecen hasta el 54%, con lo que algunos servicios se encarecen hasta 600 euros mensuales.
En la cartera de servicios se recogen las plazas de residencia y centros de día para gente mayor con dependencia (hasta el 20% más de copago, unos 200 euros más al mes); los discapacitados físicos (hasta el 40% de aumento), el servicio de asistencia personal para personas sordas y ciegas (31%), el apoyo a enfermos mentales (hasta el 40%), el servicio de comunidad terapéutica o piso para drogodependientes (hasta el 49%) o el servicio de apoyo en el hogar para enfermos del sida (hasta el 54%).
Renta mínima. El endurecimiento de las condiciones para acceder a la RMI redujo de 32.000 (en 2011) a 23.886 (a finales de 2013) el número de beneficiarios de los 420 euros. Sin embargo, ante la avalancha de hogares catalanes sin ningún tipo de ingreso (más de 95.000), el consejero de Empresa y Ocupación, Felip Puig, ha decido incrementar la partida de la RMI hasta los 173 millones, 73 más que en el ejercicio anterior. Con ello, asegura Puig, la prestación llegará a unas 28.000 personas, el 17% más. “No es suficiente. Sigue habiendo un desvío importante porque quedan muchas familias descubiertas”, denuncia Angels Guiteras, de la Mesa del Tercer Sector.
Los recortes ponen en peligro la asistencia a personas dependientes
Nacimientos y adopciones. Los recortes también se han cebado en las familias con hijos a cargo. A la anulación en 2011 de la prestación universal por hijos de 0 a 3 años (de 0 a 6, en el caso de familias numerosas o monoparentales) se ha sumado, desde el mes pasado, la supresión de la universalidad en las ayudas por parto, adopción, acogida o tutela múltiple. A partir de este año, la ayuda pasa a depender de la renta familiar.
“Estamos hipotecando el futuro de nuestros hijos, porque el sistema del bienestar se basa en el reemplazo generacional”, protesta Raúl Sánchez, presidente de la Federación de Familias Numerosas de Cataluña (Fanoc).
Autonomía para discapacitados. Según la federación de discapacitados intelectuales de Cataluña (Dincat), la Generalitat ha reducido en unos 56 millones las ayudas a este colectivo. En uno de los últimos tijeretazos, Bienestar Social recortó el 20% las ayudas destinadas a que los discapacitados físicos y mentales puedan llevar una vida autónoma. La cuantía que recibirán los discapacitados será de 500 euros mensuales, cuando el año pasado eran 626 euros. La medida afecta a unas 900 personas.
Valedores. Los menores con discapacidad o dificultades de aprendizaje también han visto recortado su apoyo a través de la figura del velador, que asiste a estos alumnos y les ayuda en la escuela a entender las lecciones o a moverse por el centro. Este curso, la Generalitat recortó inicialmente un 10% la dotación presupuestaria para contratar a estos profesionales (unos 2.000), cosa que se tradujo en reducciones del 50% de su horario, denunció CC OO, a pesar de tener el mismo número de niños que atender. Tras las denuncias del sindicato, Enseñanza dio marcha atrás y amplió las horas, aunque, según el sindicato, siguen siendo menos que antes de los recortes.
Becas comedor. Las becas comedor crecieron este curso por primera vez en los últimos tres años, después de las protestas de los partidos de la oposición, el síndic de greuges y la comunidad escolar, que dio la alerta por casos de malnutrición infantil. Este año se han inyectado ocho millones adicionales hasta un total de 41 millones, que han permitido conceder becas a 67.000 niños. En 2009-10, antes de los recortes, había 75.460 beneficiarios. La condición de la familia debe ser muy precaria para poder acceder a la beca, ya que el nivel de renta se unifica para el próximo curso y se fija en 7.967,73 euros anuales por miembro familiar, al que se añaden mil euros por persona adicional, informa Ivanna Vallespín.
La dotación para las becas comedor crece por primera vez en tres años
Dependencia. Aunque la ley de dependencia se lleva el 77% del presupuesto de Bienestar Social, el ahogo económico está haciendo “insostenible” la labor del sector residencial. Según las patronales, la deuda por dependencia ronda los 90 millones. Al impago de la mensualidad de junio de 2012 a las residencias, se suma la suspensión indefinida por parte de la Generalitat de la prestación económica vinculada (PEV), que sirve para ayudar a los dependientes a pagar una cama en un geriátrico privado mientras consiguen una plaza pública. La lista de espera media para acceder a una cama pública, según las patronales, es de dos a tres años.
Atención en residencia. La Generalitat y las patronales acordaron dar luz verde a los geriátricos para reducir hasta 47 horas anuales por usuario la atención de fisioterapeutas, trabajadores sociales, psicólogos, terapeutas ocupacionales y educadores sociales. Los colegios profesionales ya han anunciado que la atención a los dependientes se puede ver mermada con esta reducción de ratios.
Con el goteo de recortes sociales sobre la mesa, las entidades del Tercer Sector y los partidos políticos se preparan para el pleno monográfico sobre la pobreza que tendrá lugar el próximo miércoles en el Parlament de Cataluña. “No es un tema de que haya más pobres, que también, sino que, los que hay, cada vez son más pobres”, apostilla Teresa Crespo, presidenta de Entidades Catalanas de Acción Social (ECAS), una de las patronales del sector.
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