ERC rechaza el plan del Incasòl de privatizar 14.000 viviendas sociales
CiU ya intentó sin éxito vender pisos del organismo en 2011 El proyecto busca ingresos para reducir el déficit
Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) ha rechazado frontalmente el plan de la Generalitat de privatizar la vivienda social del Instituto Catalán del Suelo (Incasòl), que posee 14.000 pisos que gestiona la Agencia de Vivienda (antes Adigsa). En un escueto comunicado, el socio parlamentario de CiU, advierte de que "no aceptará ni acordará incluir la vivienda social entre la venta de activos de la Generalitat". La nota precisa que "en cualquier caso, los activos del Incasòl susceptibles de alienación, para generar ingresos que eviten nuevos recortes, debe circunscribirse a suelo urbano no construido" que no tenga como destino la vivienda social o a suelo industrial para promover polígonos.
El plan de privatización de la vivienda social del Incasòl, que hoy adelanta La Vanguardia, ha sido confirmado por el consejero de Territorio y Sostenibilidad, Santi Vila, de quien depende la empresa pública, que lo ha defendido como vía para obtener ingresos que permitan "generar vivienda nueva". "Lo que quiere el Gobierno es asegurar que los recursos que tiene para generación de vivienda nueva, de propiedad o alquiler, se puedan destinar a políticas de vivienda".
La privatización de viviendas sociales entraría en el paquete de ventas que la Generalitat quiere emprender para ingresar hasta 2.300 millones
La privatización de viviendas sociales entraría en el paquete de ventas que la Generalitat quiere emprender para ingresar hasta 2.300 millones de euros entre concesiones, ingresos patrimoniales y venta de activos. Para analizar exhaustivamente qué se puede vender, el consejero de Economía, Andreu Mas-Colell, anunció que ha creado un comité de Optimización de Activos. Son técnicos de los diferentes departamentos que tienen el encargo de realizar un inventario de todo lo que sus áreas puedan vender o rentabilizar.
El Ejecutivo catalán defiende las concesiones, ventas y privatizaciones como vía para obtener ingresos que le permitan cerrar las cuentas con un déficit del 1% (la exigencia del gobierno español), sin tener que hacer, dicen, nuevos recortes.
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