La fauna del suelo marino antártico se recupera de los desprendimientos de hielo
La mejoría ocurre ocho años después del derrumbe de la plataforma Larssen
La plataforma Larssen, que ocupaba una extensión de 10.000 kilómetros cuadrados en el extremo oeste de la Antártida, se desprendió del continente en 2002 por efecto del calentamiento global. El impacto del hielo arrasó la fauna del fondo marino. Sin embargo, ocho años más tarde esta se había recuperado en un 25%, gracias a que las especies de crustáceos que habitaban el paraje lo repoblaron. Este es uno de los principales hallazgos presentados en el undécimo simposio internacional del Comité Científico de Investigación Antártica (SCAR, en sus siglas en inglés), que el Programa de Ciencia, Investigación y Medio Ambiente de la Obra Social La Caixa y el CSIC han inaugurado este lunes en el Cosmocaixa. El SCAR es el órgano internacional responsable de coordinar e impulsar la investigación en el continente, y agrupa los trabajos de 46 países.
Los 300 científicos asistentes abordarán temas como el impacto del cambio climático en este entorno y el efecto de los desprendimientos de las plataformas de hielo sobre la fauna marina antártica. También analizarán el impacto del calentamiento global sobre el krill, crustáceo que sirve de alimento para ballenas y otros animales marinos. Unas jornadas que Josep María Gili, presidente del simposio e investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, ha definido como dedicadas a la investigación pero también a la divulgación y a la educación.
Jerónimo López, profesor de la Universidad Autónoma de Madrid y presidente de SCAR internacional, sostiene que este ciclo de conferencias promoverá “los proyectos de la organización en el campo de la biología”. Son los estudios AnT-ERA y AntECO, que empezaron a funcionar en 2012. El AnT-ERA investigará los procesos biológicos de la Antártida para determinar su resistencia al cambio climático. El AntECO estudiará la biodiversidad antártica, cómo han podido surgir las distintas especies que conforman este ecosistema y su influencia en la vida del planeta.
Los 300 científicos asistentes al congreso abordaran temas como el impacto del cambio climático sobre la fauna marina antártica
Estos proyectos no solo sirven a la curiosidad científica. También tienen una gran aplicación práctica, según los organizadores. Gili destaca que la investigación muestra como "el fondo marino puede recuperarse de pequeñas perturbaciones, pero no de los grandes desastres". El continente es también un territorio útil para la investigación porque, según Gili, "es un entorno no afectado por la mano del hombre, y por tanto permite conocer cómo funcionan los ecosistemas a los que no ha afectado la mano del hombre, y como se recuperan de catástrofes en condiciones naturales".
Wolf Arntz, profesor del Alfred Wegener Institut de Alemania, enfatiza además la importancia del continente austral para la vida en la tierra: "si nos cargamos el fondo marino de la Antártida no hay recuperación posible para la biodiversidad del planeta. La Antártida tiene el 10-15% de las plataformas marinas (territorios entre cero y 200 metros de profundidad), y su riqueza biológica es excepcional”.
Los ponentes también han criticado el estado de financiación de la investigación científica en España. Gili ha reconocido que "el CSIC está en un momento muy delicado, como todas las instituciones de este país". Para 2013 se espera un descuadre de 102 millones en la financiación. Gili ha recordado que los trabajos del buque de investigación Hesperides están parados, pendientes de la financiación de este año. Muchos proyectos dependen de que otros países les presten financiación y medios de transporte como navios de investigación. Un ejemplo es el estudio sobre el impacto del deshielo de la plataforma Larssen en el ecosistema del fondo marino, proyecto financiado entre programa antártico español y el Alfred Wegener Institute.
López ha remarcado que es importante que muchos países prosigan la investigación. Muchos logros se consiguen tras años de investigación. Alertó que "si no se presta atención a estas cosas, puede haber baches de los que después es muy difícil recuperarse". El simposio, que finalizará el 19 de julio, se celebra cada cuatro años y coincide con el veinticinco aniversario de la creación de la base española Juan Carlos I, en la isla Livingstone (extremo oeste de la Antártida). Es la primera vez que se celebra en España.
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