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Arias Cañete frena la ampliación del dragado del Guadalquivir

El ministro sostiene que el aumento del calado del río no puede realizarse "en este momento" ante el riesgo de dañar a Doñana y a los cultivos de regadío

Estuario del Guadalquivir a la altura de Coria del Río.
Estuario del Guadalquivir a la altura de Coria del Río.GARCÍA CORDERO

El emperador se paseaba sin ropa. Pero nadie se lo decía. Hasta esta semana, en la que la Junta y el Ministerio de Medio Ambiente han recordado al puerto de Sevilla que está desnudo en su carrera por ampliar el dragado del Guadalquivir, cuya viabilidad se cuestiona desde varios flancos. El más importante, un completo informe del CSIC en el que se apunta que el proyecto repercutiría "negativamente en la dinámica, morfología y biodiversidad del estuario", de donde beben Doñana y los arroceros del bajo Guadalquivir.

El ministro Miguel Arias Cañete ha sido el más rotundo al advertir a la Autoridad Portuaria de que camina con las vergüenzas al aire. "Ni se ha enviado un nuevo proyecto del dragado del Guadalquivir ni en este momento el dragado podría hacerse porque, en su momento, cuando la anterior declaración de evaluación ambiental se hizo, estaba sujeto a unas condiciones técnicas muy rígidas", ha dicho este vienes en Jaén el titular de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente. "El dragado no se puede hacer automáticamente sin correcciones técnicas porque produciría perjuicio en los cultivos y en Doñana", ha añadido.

Las palabras de Cañete son el colofón a una insólita semana, con una insólita visita real a la esclusa del puerto sevillano de por medio. Los Príncipes recorrieron el miércoles estas instalaciones, inauguradas en 2010. Y, al instante, los empresarios y sindicatos de la capital favorables al proyecto interpretaron que don Felipe y doña Letizia daban "un espaldarazo" al dragado, que el puerto intenta acelerar ante el riesgo de perder unos fondos europeos para la obra. Pero el cuento no es tan sencillo. Los Príncipes no se pronunciaron sobre el proyecto en la visita, según testigos del recorrido real. Ya habían sido advertidos sobre la polémica que rodea a la ampliación del dragado.

Una década en el limbo

El origen del proyecto del dragado se remonta a principios de este siglo. El Gobierno central concedió en 2003 una Declaración de Impacto Ambiental favorable. Pero la exministra de Medio Ambiente Cristina Narbona ordenó después que el CSIC elaborara un informe sobre el proyecto, que remató en 2010. Aquel estudio sirvió de base para que una comisión científica concluyera a finales de 2010 que el dragado no es recomendable en estos momentos por el mal estado del río y el daño a Doñana.

El proyecto se quedó en un limbo, del que ha salido este año. El puerto de Sevilla, promotor de la obra, intenta que se apruebe el dragado. Y, ante las esperanzas de creación de empleo en una situación extrema, empresarios y sindicatos han apoyado la actuación.

En Sevilla capital genera consenso entre un sector del empresariado y de CC OO y UGT, que auguran una virtual repercusión positiva sobre el empleo. Pero en los campos de arroz de la provincia se rechaza. Se teme que se pierdan los puestos de trabajo que ya existen vinculados a este cultivo. Los agricultores argumentan que si el calado del río se aumenta, se dispararía la salinidad del estuario, lo que podría impedir que los regantes utilicen el agua. Para evitarlo existe un proyecto de modernización del regadío que no se ha realizado. A esto ha apuntado este viernes Arias Cañete —el responsable estatal de Agricultura— cuando ha aludido al "perjuicio en los cultivos".

Pero esto no es solo un pulso entre campo y ciudad. También se estaba generando un conflicto entre provincias. La ampliación del dragado se realizaría para que barcos de mayor calado llegasen a Sevilla. En otras provincias andaluzas, con importantes instalaciones portuarias, se tuerce el gesto cuando se les habla del asunto. El ejemplo más evidente es Cádiz, provincia por la que Arias Cañete se ha presentado en varias ocasiones al Senado y al Congreso. Todos los partidos han rechazado en la Diputación gaditana que se acometa la obra por el daño al estuario.

La moción de rechazo se votó a mediados de abril y supuso la visualización de la división que también existe entre los populares andaluces. El PP de Cádiz, que gobierna la Diputación, votó contra el dragado. Pero el parlamentario regional por Sevilla Jaime Raynaud apoyó este miércoles el proyecto en el Parlamento andaluz. Raynaud, que hizo suyos los argumentos del puerto para defender la obra, habló como representante de los populares andaluces. El PP de Sevilla ha apostado fuerte por el dragado y ha llegado a decir que se crearían 20.000 empleos. Según fuentes populares, en el entorno de Arias Cañete no han sentado bien los gestos de presión a favor del proyecto que ha impulsado Juan Ignacio Zoido, alcalde hispalense y, a la vez, presidente del PP regional. Quizás el más impactante de esos gestos es la visita de los Príncipes, que también ha descolocado a los representantes de la Junta.

Luis Planas, consejero de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente, ha aplaudido las declaraciones del ministro. "Demuestran sentido común y conocimiento del proyecto", ha apuntado. Aunque el consejero espera que esas palabras tengan "un reflejo" en la decisión final que tome Arias Cañete.

Planas reclamó el jueves en el Parlamento regional que el ministerio acometa una nueva evaluación ambiental del proyecto. Aunque no aclaró si se requeriría una nueva Declaración de Impacto Ambiental (DIA). El proyecto ya tenía una positiva de 2003, pero los grupos ecologistas consideran que esa declaración está desfasada, principalmente, tras el informe del CSIC y el pronunciamiento de una comisión científica del Consejo de Participación de Doñana que, a finales de 2010, desaconsejó realizar el dragado. Arias Cañete ha aclarado este viernes que se está analizando si se necesita la nueva DIA. Aunque ha recalcado que aún no han recibido el proyecto de la Autoridad Portuaria.

El proyecto de obra, que fue analizado en el consejo de administración del puerto a mediados de abril, aún no ha sido enviado a Puertos del Estado, que debe autorizar la actuación. Luego, según ha informado este viernes el puerto, el proyecto con las correcciones medioambientales se enviará al departamento de Arias Cañete. Estas mismas fuentes no han interpretado las palabras del ministro como un freno a la ampliación del dragado, que lleva más de una década de tramitación.

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