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Las ventas de cava crecen un 1,53% pese a la crisis y el boicot en España

Las exportaciones, con un alza del 6%, salvan otra vez el año a un sector tocado en España

Dani Cordero

Las ventas del cava volvieron a crecer el año pasado. Un escueto 1,53%, pero un porcentaje suficiente para que el presidente del Consejo Regulador, Gustau Garcia Guillamet, calificara el crecimiento registrado en 2012 como un “resultado extraordinario”, tras haber colocado 243,2 millones de botellas en todo el mundo y, sobre todo, después haber dejado atrás las pérdidas de ventas de 2011.

Pero si algo certifica el pasado ejercicio es que el cava vive a dos velocidades. Una la marcan las exportaciones, crecientes pero que empiezan a evidenciar síntomas de agotamiento en algunos países (como en Alemania). Y otra, la española, donde la tendencia sigue siendo de contracción (un 6,28%) marcada tanto por la crisis como por el boicot a productos catalanes causada por la denominada desafección entre Cataluña y el resto de España.

“Hay boicot. Hay crisis”, señaló Guillamet sin poder cuantificar en qué grado afecta cada uno de esos elementos. De la recesión hay muestras en la caída generalizada del consumo. Del boicot algunos comentarios que escuchan los distribuidores en contra de productos catalanes en el resto de España y el crecimiento de ventas conseguido por los elaboradores de cava ubicados fuera de Cataluña, que el año pasado aumentaron un 46%. En ese contexto, el cava sobrevive en España gracias a la bajada de precios por botella (3,954 euros de 2012 frente a los 4,59 euros de un año antes) y a la penetración de la marca blanca en el sector, que ya supone el 34,8% en España.

Desde que en el año 2005 el sector sufriera los primeros envites del boicot, las ventas de cava en España se han desplomado un 18% y el número de botellas vendidas (81,8 millones) ha regresado a cotas de los años ochenta. “Es motivo de seria atención lo que sucede en el mercado, porque España es el mayor mercado para nosotros”, ha advertido Guillamet, quien ha remarcado que “la caída en el mercado interior se ha ido moderando, pero se suma a la del año anterior, por lo que estos datos no deben dejarnos satisfechos”.

La otra cara de la moneda está en las exportaciones. Las ventas al extranjero crecieron un 6,02%, hasta los 161,4 millones de botellas, y el precio de venta incrementó ligeramente, hasta los 3,91 euros de promedio. Es una buena noticia para el sector, pero que limita mucho las perspectivas de los elaboradores, porque apenas 19 empresas absorben el 90% de las exportaciones.

El mercado europeo continúa siendo el principal foco de las ventas. Alemania, líder histórico, perdió terreno el año pasado al reducir sus compras un 2,24% (39,46 millones de botellas). Y Reino Unido, que consumió un 12,4% más (35,92 millones), se acerca a ese liderazgo. Tras ellos les siguen Bélgica, Estados Unidos, Japón y Francia, un país que siempre genera especial satisfacción en el Consejo Regulador porque supone competir en su propio mercado con el champán.

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Sobre la firma

Dani Cordero
Dani Cordero es redactor de economía en EL PAÍS, responsable del área de industria y automoción. Licenciado en Periodismo por la Universitat Ramon Llull, ha trabajado para distintos medios de comunicación como Expansión, El Mundo y Ara, entre otros, siempre desde Barcelona.

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