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El Gobierno sorteará los recortes que no pueda recurrir con medidas paliativas

El recurso incluirá los horarios de los profesores y el aseguramiento sanitario

El consejero de Sanidad, Rafael Bengoa, y la responsable de Educación, Isabel Celaá, ayer en Bilbao
El consejero de Sanidad, Rafael Bengoa, y la responsable de Educación, Isabel Celaá, ayer en BilbaoTXETXU BERRUEZO

Los estudiantes de otras comunidades autónomas sufrirán aumentos de tasas, mientras que los vascos únicamente pagarán el incremento habitual del IPC, no habrá más niños que hasta ahora en las aulas vascas, al contrario de lo ordenado por el Gobierno central, y los enfermos que se tengan que trasladar al hospital para recibir tratamientos no urgentes tendrán que poner dinero de su bolsillo, pero no en Euskadi. Los extranjeros que no coticen en la Seguridad Social tendrán acceso al médico de familia y al especialista en esta comunidad autónoma a partir de septiembre, mientras que en el resto de regiones solo podrán acudir a urgencias. Y, llegado el momento, Sanidad plantea incluso la posibilidad de que sea el Gobierno vasco el que desembolse el dinero correspondiente al copago sanitario que el Ministerio de Sanidad ha impuesto vía real decreto.

Los recortes no tendrán "ningún efecto" en Euskadi

 Ese es el esperanzador panorama para Euskadi que plantearon ayer en Bilbao los consejeros de Educación y Sanidad, Isabel Celaá y Rafael Bengoa, en contra de la ola de recortes que el Gobierno central ha impuesto a las comunidades autónomas con el argumento de cumplir con las cifras de déficit. La isla socialista en que se ha convertido Euskadi aspira a ser también una isla a salvo de los recortes en sanidad y educación, al igual que ha ocurrido con la dependencia gracias a las diputaciones. Ayer, la consejera de Justicia, Idoia Mendia, se sumaba a la lista de rechazos hacia la política del Gobierno central rechazando la propuesta del ministerio de imponer tasas judiciales porque, explicó, Euskadi ya las paga con el concierto económico.

“Ningún efecto” es el que tendrán los recortes del Ejecutivo de Mariano Rajoy en la ciudadanía vasca, aseveró Celaá ayer, en un discurso con el tanto ella como Bengoa quisieron enviar un “mensaje de tranquilidad” a las familias y en el que recalcaron que habrá que tratar las medidas en encuentros bilaterales que aún no están en la agenda.

Al margen del recurso ante el Tribunal Constitucional anunciado el viernes por el lehendakari, Patxi López, en el Parlamento, y detallado ayer por los dos consejeros —pese a que aún no está cerrado—, el Gobierno vasco quiso esbozar cuál será su escenario cuando los recortes se materialicen en el resto de España, especialmente en aquellos que no pueda recurrir ante el Constitucional por tratarse de normativa básica que no invade competencias autonómicas. Es el caso del copago farmacéutico u otras medidas.

Bengoa apunta a una “intervención compensatoria” que palie los recortes

En el ámbito sanitario, se apuesta por un recurso al conjunto del real decreto apuntando a que “no se dan las circunstancias” para realizar modificaciones del sistema sanitario vía real decreto ley porque esto está limitado a situaciones “extraordinarias y de urgente necesidad”. El segundo aspecto que se recurrirá es el del aseguramiento, ya que Bengoa citó un decreto de 1988 de universalización de la sanidad que sigue en vigor y con el que colisionaría el real decreto aprobado por el ministerio. En áreas en las que el Gobierno vasco no puede recurrir las medidas, como puede ser el copago farmacéutico, habrá una “intervención compensatoria”, explicó, con la intención de “paliar las decisiones que se intentan imponer”, a través de lo que Bengoa denominó como “acciones de asistencia social”. En conversación con varios medios

En materia educativa se recurrirá la ampliación de los horarios de los docentes del ámbito no universitario, la restricción de las sustituciones, las medidas relacionadas con la estabilidad presupuestaria y los incrementos de las tasas que, de aplicarse, se anularían con becas. Celaá también consideró recurrible el planteamiento de que los grupos no sean inferiores a 50 alumnos, lo que a su juicio supone una “desconsideración a la diversidad” y que obligaría a cerrar carreras como Filología Vasca. Euskadi es la “única comunidad con la competencia transferida”, recordó, así que las medidas sobre las becas no las aplicarán.

Celaá, contra el "totalitarismo" del Gobierno central

Lejos de suavizar el tono ante las palabras pronunciadas escasos minutos antes por el presidente del PP vasco, Antonio Basagoiti, sobre el futuro del acuerdo que mantiene al PSE en la Lehendakaritza, la consejera de Educación, Isabel Celaá, fue ayer más contundente si cabe ante los recortes del Gobierno central. La consejera, que apostó por el discurso más izquierdista, apuntando a que todavía no han visto “ningún real decreto para reducir el gasto en Defensa”, calificó como “grosería, descortesía, todo un despropósito” el fondo y la forma en que ha obrado el Ejecutivo de Mariano Rajoy al plantear un duro ajuste en los pilares del Estado del Bienestar.

“Pretenden confundir a la ciudadanía”, aseguró, adhuciendo al argumento del cumplimiento del déficit de las comunidades que ha esgrimido el Gobierno central para justificar el ajuste de 10.000 millones.

Celaá criticó los decretos porque no tienen en cuenta la “singularidad fiscal y financiera” vasca. “No vamos a aceptar imposiciones”, sentenció, en un intento de “recortar el Estado del Bienestar por la puerta de atrás” que el Ejecutivo del PP ha formulado como un “ejercicio totalitario”.

La sanidad y la educación “no son un lujo, son inversiones que hay que proteger”, insistió el consejero de Sanidad, Rafael Bengoa, que alertó de que “lo que nos ha costado 30 años construir se puede destruir en uno”. Son “recortes sin un plan detrás”, con los que en vez de la uniformidad sanitaria “se va a conseguir lo contrario” con el sistema de tramos, porque “se presta a que haya muchas más diferencias”. Con el copago farmacéutico “no se verán los resultados económicos en ninguna parte de España” y dijo que en Euskadi costará “meses” poner en marcha este sistema “suponiendo que las diputaciones manden la información necesaria”.

Bengoa puso en duda las “urgencias” para poner en marcha las medidas y recordó que los países con mucha influencia en la Unión Europea, Francia y Alemania, invierten un 10% de su PIB en su sanidad, frente al 8% español, y “no sienten esa urgencia”.

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